Dutifri regresó ayer con una larga entrevista a Alejandro Sanz, mostrando muy poco de Miami. Ya sabemos que el programa no va de viajes, sino de ver como Sardá va de año sabático visitando a sus amigos famosos. De vez en cuando contacta con algún español anónimo que vive allí, nada más. Esos son los que realmente pueden darle más chicha al programa.
No es ni mucho menos como el programa que hay en Telemadrid de Madrileños por el mundo. Aquí se prima tanto al famoso que aburre. El de ayer fue un claro ejemplo de lo que no es una entrevista ni un programa de viajes. Es como si Sardá nos sentará en su sofá y nos mostrará el vídeo de sus vacaciones. Reconozco que en la temporada pasada me gustaron varios programas en los que hiló bien la historia y se introdujo más en la ciudad que visitaba. El de ayer no.
De lado queda el carácter de showman de Javier Sarda. Está claro que el cambio a un horario pésimo no influye. Sigue siendo el pago de Telecinco hacía él por los años de éxito con Crónicas Marcianas. En lugar de aprovecharse de la audiencia de Aída, lo programan a las tantas de la noche. Aún así consiguió un 21,1% de cuota y 1.020.000 espectadores.
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