La existencia de los Oscars arroja mucho debate siempre, pero en la última década y media, con Hollywood cada vez más centrado en los proyectos más grandes y las franquicias más conocidas, se han convertido en un último reducto para determinadas películas. Cintas de inquietudes adultas, narradas con menos pretensiones renovadoras y más ganas de resaltar historias humanas.
Hubo un tiempo donde podíamos tener esas películas, y llegaban a los premios porque eran exitosas, pero también podían salir en momentos donde no hubieran pretensiones mayores que contar algo al público. Ahora esas películas tienen presupuestos más ajustados y salen entre otras películas de calado similar para ver si llegan al Oscar. Es un poco lo que ha pasado a 'Remando como un solo hombre' ('The Boys in the Boat').
Remando sin descanso
La última película dirigida por George Clooney, que cada vez está queriendo replicar el modelo fordiano y prolífico de un Clint Eastwood, se ha estrenado finalmente en España vía streaming a través de Amazon Prime Video, tras un paso discreto en su limitado estreno en cines americanos. Un biopic deportivo liderado por Callum Turner, protagonista de ‘Los amos del aire’, y Joel Edgerton que está ahora mismo en el top 10 de lo más visto en la plataforma.
Un grupo de jóvenes estudiantes universitarios busca la manera de sostenerse económicamente en plena Gran Depresión para no renunciar a su formación. Con esa motivación se apuntan al equipo de remo de la Universidad de Washington, que compite para ser el representante olímpico de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936. El ascenso del nazismo hará que la competición adquiera un matiz diferente.
Todos son mimbres que dan para dos posibles resultados opuestos: un competente film de entretenimiento adulto con conflictos y actitudes clásicas o un aburrido anzuelo para Oscars que lo único que tiene para venderse es la historia real en la que se basa. Clooney se termina quedando entre media de ambos, mostrando que no tiene tanto de artesano y ni tampoco de autor oscarizable.
'Remando como un solo hombre', discreta eficiencia
Es posible que en manos de un James Mangold hubiéramos tenido aquí una sensacional película que jugase bien sus cartas, al estilo de ‘Le Mans ‘66’ con botes y nazis de villanos. O incluso de un Ben Affleck, al estilo de ‘Air’. Pero Clooney no es esa clase de director, siempre ha tenido un carácter más indefinido que a menudo a jugado más en contra que a favor de aquellas historias que decide contar. Ahora encima intenta producirlas a ritmo de una por año.
Aunque en ‘Remando como un solo hombre’ consigue resultados mínimamente dignos, porque pone bastante peso en unos actores a los que sabe instruir. Edgerton es la clase de actor de carácter que siempre suma porque siempre entiende bien qué película está haciendo, mientras que Turner se muestra competente siendo la estrella emergente que le toca ser ahora mismo. Hay suficiente historia para terminar disfrutando del visionado, aunque nunca bastante para que termine siendo memorable.
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