Ethan Hunt ha sido derrotado. Así empieza 'Misión Imposible: Fallout', con Tom Cruise ofreciendo un poquito de sus dotes de actor (y no solo de hombre orquesta) y un guion que quiere jugar con el espectador desde el primer minuto demostrando que no todo en esta saga son los saltos complejos, las peleas coreografiadas a la perfección y los toques de humor que los salpimentan. Estamos en la sexta parte de la saga, y todo lo que ha pasado hasta ahora cobra importancia de repente. Y tienes solo hasta el 13 de marzo para comprobarlo en Netflix antes de que vuele del catálogo.
Misión, en el fondo, posible
Al final de la cuarta parte de la saga, como broma, Christopher McQuarrie hizo que Ethan Hunt respondiera a una llamada sobre El Sindicato, un grupo de villanos que ya existía en la serie original de los 60. Servía como mera referencia y acicate para indicar que las aventuras continuaban, pero nadie esperaba que, dos películas después, aún coleara.
Y menos mal que lo hace: El Sindicato une estas tres partes de la saga, las enraiza y las convierte en algo totalmente diferente a las tres primeras misiones: ahora, los actos tienen consecuencias. Los amigos pueden perderse. Nada sucede porque sí.
'Misión Imposible: Fallout' es la sublimación de la continuidad de la saga, y la demostración de que, realmente, todo fue, desde el principio, sobre las amistades perdidas de Ethan en los primeros minutos de aquella primera parte de Brian DePalma. Ha reencontrado un grupo, ha hecho nuevos amigos (con lo difícil que es a cierta edad), y la saga ha dejado de tratar de un hombre contra el mundo para convertirse en un grupo de colegas resolviendo misterios internacionales.
Y para ello vuelven a pasearse por pantalla no solo la pandilla habitual (Luther y Benji), sino también Ilsa Faust, Julia y Alan Hunley: lo procedimental se ha zambullido en la continuidad. Uno ya no puede imaginarse a Ethan actuando en solitario.
Pero, además, 'Fallout' también incluye un par de nuevos personajes destinados a hacer historia en la saga. Uno de ellos es August Walker, interpretado por un Henry Cavill en su mejor época en Hollywood, esa en la que le bastaba "cargar" sus brazos antes de pelear para que todos se rindieran a sus pies. El otro, Alanna, la Viuda Blanca, que pasó a formar parte del reparto habitual de la franquicia (y todos salimos ganando, ojo).
Todos ellos viajan por París, India, Londres y Noruega haciendo, literalmente, un continuo "No se vayan, aún hay más... Y ahora viene lo realmente imposible".
Enciende la mecha
Personalmente, 'Misión Imposible: Fallout' es, probablemente, mi tercera favorita de la franquicia después de la 'Protocolo fantasma' y la primera. Y es decir mucho teniendo en cuenta que el nivel de las películas se ha mantenido, más o menos (siempre que no tengamos en cuenta 'Misión Imposible 2'). Pero 'Fallout' sabe mezclar a la perfección la diversión, el humor, el carisma, la acción espectacular y el "más difícil todavía" en un cóctel que da gusto tomarse.
En esta entrega, Cruise se tira de un avión a 7,62 kilómetros de altura para llegar al Grand Palais parisino, pelea junto a Henry Cavill en un cuarto de baño, engaña a un terrorista de la manera más espectacular posible, es perseguido por un helicóptero y tiene la persecución más espectacular de la franquicia por las calles de París, que empieza en camión, acaba en moto y parece que no va a acabar jamás, para regocijo del público.
'Misión Imposible: Fallout' huye de las tendencias, del CGI y de la acción entendida como un cúmulo de planos cortos y efectos especiales de segunda para mostrar una película de espías, misiones y aventuras a la antigua usanza. De todas las sagas que siguen vigentes ('Fast & Furious', Marvel, etcétera), esta es la única que, a lo largo de casi treinta años, jamás ha conseguido fallarme, con la excepción -lo siento por sus fans- de John Woo.
La sexta película es una muesca más en el camino victorioso de Cruise, McQuarrie y los suyos: cuando creías que no te iban a sorprender, lo consiguen. Siempre. De manera constante.
Si deseas aceptar la misión, tienes hasta el 13 de marzo en Netflix para hacerlo. Si fallas en la misma, tendrás que pasarte a SkyShowTime, donde la saga está fija en el catálogo. De ti depende, agente. Y sí, ahora en tu cabeza van a estar metidas las seis primeras notas de Lalo Schifrin durante todo el día.
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