'The Ridiculous 6', un vómito de western

'The Ridiculous 6', un vómito de western

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'The Ridiculous 6', un vómito de western

Netflix llegó a España el pasado 20 de octubre con la intención de convertirse en el servicio de streaming líder en nuestro país. Para ello cuenta sobre todo con el aval de la gran calidad de producciones propias como las series ‘Daredevil’, ‘Bojack Horseman’ o ‘Jessica Jones’, aunque en su momento vendió los derechos de dos de sus obras estrella –‘Orange is the New Black’ y ‘House of Cards’- y eso puede acabar jugando en su contra. Eso sí, lo que a nosotros realmente nos interesa ahora es que hace bien poco dio también el salto al cine.

Su apuesta por el séptimo arte comenzó con la muy bien recibida ‘Beasts of No Nation’, el primer trabajo de Cary Fukunaga tras rodar todos los episodios de la primera temporada de la aclamada ‘True Detective’. Ahora han dado un segundo paso, el primero que llega de forma simultánea en España, con ‘The Ridiculous 6’, un western cómico protagonizado por Adam Sandler con la que apelan a otro tipo de público. Hasta ahí todo perfecto, pero es que luego la película es básicamente un desastre sin gracia.

’The Ridiculous 6’, otro desastre de Adam Sandler

Imagen Protagonistas The Ridiculous 6

Lo primero que hay que tener claro es que ‘The Ridiculous 6’ es una comedia de Adam Sandler, y no una de esas excepciones puntuales que hay a lo largo de su trabajo como director –y a veces como guionista-. Eso es algo que ya echará para atrás a muchos, pero la cuestión es que también ha liderado títulos más que estimables como ‘El Chico Ideal’ (The Wedding Singer), ’50 Primeras Citas’ (50 First Dates) o ‘Zohan: Licencia para Peinar’ (You Don’t Mess With the Zohan) y yo tenía esperanzas en que supiera aprovechar la enorme libertad creativa que concede Netflix para conseguir otro, pero no ha sido el caso.

De buenas a primeras, el principal problema de la película no es tanto que no sea divertida como que su visionado acaba haciéndose tan cuesta arriba por culpa de los excesos –entre ellos una exagerada duración- que uno directamente se aburre. Esto es consecuencia directa de un guión firmado por Tom Herlihy y el propio Sandler que no tiene interés en conseguir una evolución fluida de una historia bastante básica, pero que bien llevada podría haber sido una base suficientemente digna para un buen pasatiempo de usar y tirar.

Adam Sandler The Ridiculous 6

Es cierto que en parte resultaba complicado no hacerlo al tener que introducir a tantos personajes, pero es que ‘The Ridiculous 6’ insiste de forma continuada en alargar las situaciones y los gags, estropeando así las pocas que habían conseguido funcionar inicialmente –pienso sobre todo en la aparición de John Turturro- y logrando que las fallidas –la gran mayoría- acaben siendo cansinos –la partida de póker con varios personajes históricos- o incluso irritantes –vale que al principio resulta curioso ver a Taylor Lautner en un papel así, pero a la larga sólo quería que se callase de una vez-. Aquí sí que hubiera agradecido que esa libertad que da Netflix fuera algo más limitada.

Tampoco ayuda demasiado la un tanto incomprensible querencia de Sandler hacia lo escatológico –en algunas ocasiones sí que tienen sentido en sus cintas, pero en no pocas ocasiones son pegotes innecesarios-, ya que son salidas de tono que no funcionan e incluso da pie al momento más lamentable de toda la película –ahí fue donde terminé de tener claro que ‘The Ridiculous 6’ no me iba a gustar-, centrado en el burro del personaje interpretado por Rob Schneider.

Cagándose en el western

Los Protagonistas De The Ridiculous 6

Debajo de todo eso sí que se puede percibir en la película es el marcado interés por ciertos temas habituales en Sandler, pero el cambio de escenario ayuda a darle otro toque que ojalá hubieran sabido aprovechar mejor, ya que el tramo final, tanto la escena inicial como su posterior encuentro con el personaje interpretado por Nick Nolte, invita a pensar en que al menos podríamos estar ante algo tolerable, sobre todo porque este último esquiva el ridículo y lo que podría estar fuera de lugar ayuda a interesarse un poco por una misión que, eso sí, cualquiera debería olerse cómo va a acabar.

No es que sea nada del otro mundo, pero al menos.se introduce correctamente al protagonista y el reto al que ha de enfrentarse, pero luego llega la desgana y el soltando cosas por el camino intentando hacer gracia. Imagino que habrá quien se divierta con ello, pero para mí ya se ha vuelto algo redundante y el ejemplo de la peor cara del humor de Sandler. Además, ni siquiera se preocupa en realizar una parodia del western, ya que por ahí podría haber salido algo simpático aunque fuera efímero –una referencia bien hecha siempre se agradece-, sino que ese rasgo distintivo acaba siendo un detalle de fondo en el que nunca se profundiza cómicamente hablando.

Por cierto, habréis notado que no he hecho hasta ahora ninguna mención a Frank Coraci, director de ‘The Ridiculous 6’, y es que tampoco hay nada que decir sobre su trabajo. ¿El motivo? Es la nada más absoluta, algo que hasta cierto punto se podría permitir en una comedia donde la estrella suele ser primero el guión y luego los actores, pero es que incluso dilapida de la forma más miserable la utilización de cámaras Panavision, lo cual hubiera servido para que el hecho de adoptar las formas de un western fuera más que una –mala- anécdota.

En definitiva, ‘The Ridiculous 6’ es una pérdida de tiempo que no sabe cómo canalizar las pocas armas que tiene a su disposición, por lo que además de mala –y aburrida- también llega a ser frustrante. Su humor es el que es y a mí personalmente no me hizo ni puñetera gracia, pero es que los males de la película van mucho más allá de eso y para el final de sus casi dos horas de metraje lo único que quería era que se acabase ya. De lo peor de 2015.

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