A solo unas horas de que se proyecte 'Megalópolis' con público (y no solo prensa) por primera vez en el Festival de Cannes, la película ha sufrido un varapalo inesperado en una publicación de The Guardian que afirmaba que este había sido uno de los rodajes más locos de la historia del cine, como si fuera -literalmente- "un accidente de tren desarrollándose día tras día, semana tras semana". Pero, además, un supuesto caso de acoso ha activado todas las alarmas.
De la viejísima escuela
Según el reportaje, el director solía sentar a las mujeres en su regazo y en una escena de club nocturno, "Coppola llegó al set e intentó besar a algunas de las extras en topless y con poca ropa. Aparentemente dijo que estaba 'intentando hacerlas entrar en ambiente'". En tiempos del Me Too, que tan importante está siendo además en Cannes este año, como poco, ha servido para mirar al director con lupa a pesar de que su co-productor ejecutivo, Darren Demetre, le defiende.
"Hubo dos días donde rodamos una escena de celebración al estilo Studio 54 en la que Francis entró en el set para establecer el espíritu de la misma dando abrazos cálidos y besos en la mejilla al reparto y los extras. Era su manera de ayudar a inspirar y establecer la atmósfera del club, que era muy importante para la película. No fui consciente de ninguna queja de acoso o comportamiento enfermizo a lo largo del proyecto"
El artículo de The Guardian ha aparecido en un momento de duda general sobre 'Megalópolis', y ha señalado que, ante las escenas más difíciles, Coppola se encerraba durante horas a fumar marihuana sin rodar nada. Incluso se le acusa de empeñarse en hacer el efecto práctico de un plano durante diez horas en lugar de hacerlo digitalmente (esto no es algo negativo, conste) y un miembro del reparto califica su empeño en rodar con pantalla verde como "hacer una película de Marvel".
De momento, la cinta no tiene distribución en Estados Unidos, pero sí en varios países (incluyendo España). Tendremos que esperar a la reacción de crítica y público, porque nunca antes había sido tan importante Cannes a la hora de elevar una película o mandarla a los infiernos del streaming. Habrá que esperar a ver si es la obra maestra del genio visionario que lleva cuatro décadas marrullando o, como dice un miembro de su equipo, "un final realmente triste a su carrera".
Foto | Getty Images
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