Qué lleva a los cineastas a explorar el pasado y los eventos históricos. Es una pregunta que está volviéndose de actualidad por 'Napoleón', que está recibiendo críticas de historiadores por sus inexactitudes. Unas que Ridley Scott desecha sin romper a sudar, porque no se está metiendo en ese fregado para intentar hacer recreación histórica, sino para buscar retratar el poder.
Porque Napoleón Bonaparte era mucho más que una persona a la que le pasaron unas cosas que se pueden resumir en una página de Wikipedia. Su impacto era global, su figura entrañaba consecuencias de diferentes tipos en varios lugares del mundo. Retratar en cine esas consecuencias de manera dramática no persigue acercarnos a cómo era la vida entonces, sino explorar cosas que nos preocupan en el presente. Ya sea el poder o algo completamente diferente, como la camaradería que refleja una gran película como 'Master and Commander: Al otro lado del mundo'.
Honor y adversidad en alta mar
Con un título que avanza una posible franquicia que, por desgracia, no recibimos, esta inmensa película de Peter Weir es una de las mejores películas de aventuras de este siglo y cumple 20 años desde su estreno en salas de cine. Un Russell Crowe imperial es acompañado de otros grandes intérpretes como Paul Bettany y James D'Arcy, consolidando una gran experiencia que se puede ver en streaming a través de Disney+.
Con una sencilla pero sugestiva cartela se nos informa que nos van a transportar a plenas guerras napoleónicas, en el año 1805, donde Inglaterra es uno de los bastiones que resiste por su potente flota naval. El mar se convierte en un peculiar terreno de batalla que azotará al capitán Jack Aubrey (Crowe) y su tripulación, siendo atacados por un buque francés por sorpresa. Aubrey intentará reflotar la embarcación y el animo de su equipo para librar una batalla donde hay mucho en juego.
Aunque Aubrey sea una construcción del novelista Patrick O'Brian, cuya serie de novelas son la base de esta película, sus historias vienen de las vividas por la Armada Real Británica durante ese periodo, especialmente de Thomas Cochrane, el Marqués de Maranhão. Esto hace que, aunque sea una obra de ficción, siga teniendo un poso histórico que Weir explora para hacer un retrato de la resistencia del ser humano ante la adversidad, el honor y también de la camaradería masculina.
'Master and Commander: Al otro lado del mundo': épica humana
Es por ello que, incluso con su aire de cine de aventuras para todo los públicos, la película se haya convertido en un clásico del cine para padres, ese entretenimiento adulto con fachada sofisticada y factura trepidante. La escala es épica, pero Weir dedica buena parte del tiempo a explorar el drama humano, a crear intimidad entre sus personajes.
Pasan los años y sigue siendo objeto de fascinación para cualquiera que se aproxime a ella. Su completa experiencia es capaz de conmover, de comentar inquietudes que siguen siendo relevantes y de extasiar con su acción. Su desmesurado presupuesto le impidió ser un éxito comercial, que habría supuesto los cimientos para seguir como saga cinematográfica, pero también le permite resistir al paso del tiempo como una película asombrosa.
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