En Nochebuena de 1925, el periódico londinense Evening News publicó la primera historia de Winnie the Pooh escrita por A. A. Milne, basada en un peluche que le compró a su hijo, Christopher Robin. Años después, las aventuras de Winnie y sus amigos pasaron de la literatura a la pantalla cuando Walt Disney hizo su propia versión en el corto de 1966 'Winnie the Pooh y el árbol de la miel', que se convirtió, a posteriori, en el último producido por el magnate antes de morir. Su diseño se convirtió en canónico: todo el mundo reconoce a Winnie. Y eso no es algo positivo para todos.
A comer miel
A lo largo de las décadas, Disney ha lanzado seis series y catorce películas de la franquicia (además de 'Christopher Robin'), que sigue más viva que nunca en la mayoría de países del mundo. Sin embargo, en China su representación está absolutamente prohibida desde julio de 2017. Para entender el motivo tenemos que irnos hasta cinco años antes, el 15 de noviembre de 2012, cuando Xi Jinping asumió el puesto de secretario general del partido comunista chino.
Si habéis estado en China, ya sabréis que su uso de Internet es particular: redes sociales como Twitter o Meta están absolutamente prohibidas, pero en su lugar tienen otras como WeChat, Sina Weibo o Youku, además de su propia versión de TikTok que solo funciona con vídeos locales. Y claro, los memes locales corren como la pólvora. Hace una década, uno de los más populares comparaba fotos de Xi Jinping con dibujos de Winnie the Pooh, especialmente desde su visita a Barack Obama en Estados Unidos.
Las autoridades, que no tienen precisamente manga ancha al respecto, acabaron condenando a Winnie y reprendiendo a todos los que lo utilizaran, lo que ha servido para dar un icono a sus opositores: Winnie the Pooh es símbolo de lucha contra el sistema en China (por ejemplo, uno de los restaurantes chinos más populares en Madrid, el Xiongzai, tiene al oso como logotipo). Los censores prohibieron el estreno de 'Christopher Robin', los memes se borran de Internet regularmente e incluso HBO sufrió un bloqueo en su app china después de que John Oliver se hiciera eco del chiste en 'Last week tonight'.
Pero no solo HBO ha sufrido las consecuencias de comparar a Xi Jinping con el oso: también 'South Park' fue prohibido en el país después de que en la temporada 23 Randy Marsh acabara matando a Winnie por consejo de Mickey Mouse para poder lanzar su negocio de marihuana en China. Ah, sí, y en el videojuego 'Kingdom Hearts III' su efigie aparecía con un manchón blanco encima cuando llegabas a su mundo: podías interactuar con Pooh, pero no verle la cara.
Hay una paradoja: sí que siguen vendiéndose libros y juguetes del personaje, e incluso hay dos atracciones en el Disneyland de Shanghai, donde el personaje también sale a hacerse fotos con los niños, así que podemos deducir que la censura es tan solo para adultos, especialmente en Internet. Los expertos creen -con razón- que si Jinping lo hubiera dejado correr ahora todo el mundo se habría olvidado, pero después de la pataleta es imposible. ¿Algún día podrán volver al Bosque de los Mil Acres? No tiene ninguna pinta.
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