Es difícil hoy en día que un personaje de ficción rompa esa barrera y pase a formar parte del imaginario colectivo, habida cuenta la amplia oferta de productos audiovisuales. Uno de los últimos que ha logrado alcanzar el estatus de icono es 'Ladybug', la superheroína que arrasa entre el público infantil y cuya serie cuenta también con un fandom más adulto.
Una chica normal, con una vida normal
'Miraculous: las aventuras de Ladybug' (o 'Ladybug' a secas, para los amigos) nos cuenta el día a día de Marinette, una adolescente aparentemente normal hasta que el peligro amenaza las calles de París. Es entonces cuando se transforma en la superheroína Ladybug que, con la ayuda de Cat Noir, se enfrenta a los humanos convertidos en monstruos por Lepidóptero, el supervillano por excelencia.
La serie conquista al público infantil gracias a su sencillez, ya que este esquema se repite en la práctica totalidad de los capítulos, facilitando que se puedan enganchar viendo capítulos sueltos, ya que son autoconclusivos. Este recurso funciona muy bien en este tipo de público pero, ¿qué tiene que ofrecer a uno más adulto?
Para empezar, tiene un sabor clásico que recupera el espíritu aventurero de series como 'Scooby Doo' (con su "monstruo de la semana") o 'Sailor Moon' (con aquello de "guerreras mágicas contra el mal"). La serie no solo no esconde sus referentes sino que los abraza y los homenajea abiertamente, sin por ello perder su propia singularidad. Es decir, los guiños son un valor añadido, no la razón de ser de la serie.
Viene a vencer
La serie no tendría por qué ir más allá de esa estructura episódica, teniendo en cuenta que funciona a las mil maravillas con el target al que va dirigida. Y, sin embargo, lo hace: a partir de un determinado momento, 'Ladybug' sube las apuestas y se convierte en un festival de: "¿Qué pasaría si...?": ¿Y si X personaje tuviera un prodigio? ¿Y si metemos viajes en el tiempo? ¿Y si consiguen nuevos poderes?
Hay que reconocer el mérito que tiene el ser capaz de mantener un mismo esquema durante tanto tiempo y al mismo tiempo ser innovador. La serie explora todas sus posibilidades, permitiéndose jugar dentro del género y crecer a su manera (aunque haya temas que se sigan atascando indefinidamente, como el eterno amor platónico entre Marinette-Adrien).
No nos vamos a engañar, quien entre en 'Ladybug' ha de tener ganas de venir a jugar, porque es muy fácil sacarle defectos si la medimos con los baremos equivocados. No es una serie que pretenda ser el no va más de la originalidad, ni hacer que nos replanteemos nuestra existencia sino que aspira a divertirse y reinventarse dentro de su sencilla y desenfadada propuesta de aventuras superheroicas.
'Miraculous Ladybug' acaba de concluir la emisión de su temporada 4 en Disney Channel y es el momento perfecto para recuperar sus temporadas anteriores, disponibles en Disney+ y Netflix.
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