Vos sois como el Viento y yo como el León. Vos formáis la tempestad. La arena hiere mis ojos y el suelo está requemado. Yo rujo en desafío pero vos no me oís. Pero hay entre nosotros una diferencia. Yo, como el León, debo permanecer en mi puesto mientras que vos como el Viento nunca sabréis el vuestro.
También fue el mejor James Bond, atreviéndose a decir nunca jamás; la única razón para aguantar una película como 'Los inmortales' ('Highlander', Russell Mulcahy, 1986); ayudó a Marnie a librarse de sus fantasmas pasados; un sheriff sólo ante el peligro en una estación espacial; una especie de Sherlock Holmes en la edad media; ayudó a Eliot Ness a combatir el crimen; el padre de Indiana Jones; un oficial ruso desertando en un submarino nuclear; prácticamente voló sobre árboles amazónicos al son de Jerry Goldsmith; salió y volvió a entrar en Alcatraz; y por culpa de Stephen Norrington dejó el cine.
Pero jamás olvidaremos a Raisuli, ni las aventuras, escritas por Kipling, al lado de Michael Caine, y sobre todo, esa flecha lanzada que señalaría el lugar dónde enterrarían a Robin y Marian.
Felices 85, gentleman.
Ver 23 comentarios