'El rey de la polca', una simpática y excéntrica comedia que no está a la altura de sus actores

'El rey de la polca', una simpática y excéntrica comedia que no está a la altura de sus actores

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'El rey de la polca', una simpática y excéntrica comedia que no está a la altura de sus actores

Hace unos meses Netflix se planteó como objetivo estrenar 80 películas originales a lo largo de 2018, entre las cuales habrá propuestas para todos los gustos. El objetivo de la compañía es terminar de afianzar una apuesta por el séptimo arte que al fin empieza a dar los réditos esperados. Ahora la cuestión es que el enorme éxito de ‘Bright’ siga teniendo continuidad en lugar de que la mayoría de sus estrenos pasen más o menos desapercibidos.

La primera en llegar en este 2018 ha sido ‘El rey de la polca’ (‘The Polka King’), una comedia basada en una llamativa historial real que pudo verse durante el Festival de Sundance de 2017. Prácticamente un año ha tardado en ponerla a disposición de sus clientes y eso incitaba a tener ciertas dudas sobre el resultado final. Por suerte, el balance final es positivo pese a que sus responsables demuestren querer demasiado a su personaje protagonista.

El encanto del estafador

Rey Polca

Jan Lewan quiso crear un imperio y para ello estafó a multitud de personas. Ahí ‘El rey de la polca’ tenía dos opciones, centrarse en la personalidad de su protagonista y cómo eso fue imprescindible para ir conquistando a todos a su alrededor o incidir en que engañó a todo el mundo valiéndose de su encanto. Maya Forbes y Wallace Wolodarsky, guionistas de la película -y ella también directora-, coquetean con ambas, pero la dominante acaba siendo la primera.

No sé hasta qué punto influyó en ello la presencia de Jack Black, quien de esta forma tiene a su disposición un personaje que le permite lucirse de varias maneras, empezando por el singular acento empleado, siguiendo por su innegable vis cómica -otra cosa es que su estilo de humor sea del gusto de todos- y acabando por la necesidad de mostrar los claroscuros de Jan Lewan sin posicionarse de una forma clara sobre su actividad ilegal.

Este último punto resulta esencial para entender qué tipo de película es ‘El rey de la polca’, ya que Forbes y Wolodarsky optan por un tratamiento ligero en el que vamos viendo cómo su protagonista logra ir esquivando todos los problemas que podrían acabar con su tinglado valiéndose de su capacidad para seducir a los demás con sus artimañas. En todo momento camina por la cuerda floja y es ahí donde surge cierta irregularidad en el interés.

‘El rey de la polca’ entretiene pero daba para más

Jack Black

Y es que es curioso ver cómo se suceden situaciones como el viaje a Roma con visita “incluida” al Papa, pero uno nunca llega a ver una evolución real en su protagonista, ni siquiera cuando su esposa -muy efectiva Jenny Slate- quiere empezar a destacar por sí misma en lugar de seguir bajo su sombra. Puede que sea una decisión premeditada para que vayamos viendo cómo va perdiendo el control poco a poco de algo que surgió de una imperiosa necesidad, pero queda más la sensación de que simplemente miman demasiado a Black.

La primera consecuencia de ello es tener que asumir que la práctica totalidad de personajes a su alrededor son demasiado inocentes, rozando en ocasiones la estupidez por seguir confiando ciegamente en Lewan. Esto es algo que se compensa por el talento de los actores en el caso de aquellos que tienen más peso en la trama -además de en Slate pienso también en Jason Schwarztman- y por lo medidamente excéntrica que resulta, pero le falta ese toque de convicción necesario para ser algo más que un simple pasatiempo.

Y es que la gran pega de ‘El rey de la polca’ es que contaba una historia tan extraordinaria que acaba resultando una pena que el resultado se acerque más a ser una comedia absurda que no sobresale demasiado y que enmascara en exceso su lado más dramático -incluso los estafados son pintados como codiciosos que debieron haberlo visto venir-, el cual apenas se aborda con claridad en una escena en la que todo el peso recae sobre Slate.

En definitiva, ‘El rey de la poca’ es un agradable pasatiempo en el que destaca el buen hacer de su reparto. Sin embargo, no exprime como es debido la historia real y prefiere apostarlo todo a ser un poquito más excéntrica de lo habitual. No os va cambiar la vida y seguramente os olvidéis de ella al de unos días, pero no es mala opción si estáis aburridos en casa, os apetece ver algo y no tenéis mucho tiempo.

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