'Siete hermanas' es una torpe distopía que no saca partido al talento de la mutiplicada Noomi Rapace

'Siete hermanas' es una torpe distopía que no saca partido al talento de la mutiplicada Noomi Rapace

17 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
'Siete hermanas' es una torpe distopía que no saca partido al talento de la mutiplicada Noomi Rapace

La actriz sueca Noomi Rapace saltó a la fama gracias a dar vida a Lisbeth Salander en la adaptación europea de la saga literaria Millennium. Pronto le llegarían jugosas ofertas de Hollywood y pudimos verla en títulos como ‘Sherlock Holmes: Juego de sombras’ (‘Sherlock Holmes: A Game of Shadows’) o ‘Prometheus’, pero desde entonces ha participado en cintas de perfil más bajo que no siempre aprovechaban su talento interpretativo.

‘Siete hermanas’ (‘What Happened to Monday) parecía la película ideal no solo para solucionar eso, ya que también era su oportunidad para demostrar su versatilidad en siete papeles diferentes. Y es que ella da vida a hermanas del título en un relato distópico bastante interesante sobre el papel. Los problemas llegan cuando hay que llevar eso a la realidad y mucho me temo que estamos ante una obra torpe que ni siquiera permite lucirse del todo a Rapace.

No empieza mal

Noomi Rapace En Siete Hermanas

La premisa de ‘Siete hermanas’ es que diversos problemas han llevado a implantar al gobierno la política del hijo único y en ese escenario siete hermanas logran esquivar la muerte segura haciéndose pasar por una sola de ellas. Para hacerlo todo más fácil, cada una tiene el nombre del día de la semana en el que asume la identidad común y puede salir al exterior. Un punto de partida estimulante que nunca se desarrolla de forma satisfactoria.

Es cierto que el libreto de Max Botkin y Kerry Williamson plantea una serie de detalles interesante durante el primer acto, los cuales invitan a pensar en una cinta que deja espacio a la reflexión sobre el escenario que plantea. Por desgracia, pronto quedan de lado para convertirse en una mediocre película de acción donde prima lo superficial por encima de cualquier otra cosa.

Pronto llegan los problemas

Escena Siete Hermanas

La desaparición de Lunes es lo que provoca que el ritmo se dispare, ya que sus hermanas no van a dejar de investigar hasta dar con ella. Pronto serán conscientes de que alguien les ha tendido una trampa y es justo entonces cuando la película descarrilla. Hasta entonces habíamos ido pudiendo conocer las diferentes personalidades que tenía que abordar Rapace e incluso el uso de los flashbacks era más o menos acertado para ilustrar mejor el viaje emocional de todas ellas.

No es que Tommy Wirkola esté especialmente inspirado durante ese tramo inicial -ni en ningún momento, aunque las escenas de acción al menos no resultan confusas, uno de mis miedos-, pero lo que se cuenta te engancha lo suficiente como para querer saber qué va a suceder. Al menos lo hace hasta que se olvida de ello para convertirse en un rutinario correcalles que fracasa con estrépito siempre que hace alguna pequeña pausa para centrarse por decirlo de alguna manera, en lo emocional.

Eso también limita el alcance interpretativo para Rapace, ya que llega un punto en el que la diferencia entre las hermanas es más física que cualquier otra cosa, por lo que el hecho de que una en concreta pueda llegar a morir pierde todo impacto. A fin de cuentas, uno sabe que hay más y no están lo suficientemente bien diferenciadas pese a los esfuerzos de la actriz en dar algo de espíritu a unos diálogos tan vacíos como lo que va sucediendo delante de nuestros ojos.

'Siete hermanas' no merece la pena

Imagen Siete Hermanas

Por el camino aparecen otros personajes terriblemente desaprovechados -una lástima que la presencia de Glenn Close quede reducida a eso-, algo difícil de entender cuando la duración se dispara a unas excesivas dos horas. Ahí tenían tiempo de sobra para dar algo más de cancha a la evolución narrativa y de personajes en lugar de ir saltando de una escena de acción a otra sin ni siquiera conseguir que ninguna de ellas sea especialmente memorable.

Además, el desenlace echa mano de un giro de guion un tanto burdo con el que se busca dar otra dimensión a lo sucedido. El fracaso es estrepitoso e incluso añade una pequeña dosis de confusión a lo que sucede. Yo para entonces ya había desconectado casi por completo y solamente quería que ‘Siete hermanas’ llegase a su fin. No es que antes llegase a ser horrible, pero sí se había vuelto ya demasiado anodina para mi gusto.

En definitiva, ‘Siete hermanas’ tiene un inicio prometedor y unas esforzadas interpretaciones de Noomi Rapace, pero acaba malgastando por completo su llamativa premisa para convertirse en un vulgar correcalles en el que la ciencia-ficción queda en segundo plano en beneficio de un relato de acción poco interesante y en el que la superficialidad se adueña de la película hasta casi destruirla.

Comentarios cerrados
Inicio