‘Six Dreams’ es un entusiasta retrato del mundo del fútbol, pero que interesará solo a los forofos

‘Six Dreams’ es un entusiasta retrato del mundo del fútbol, pero que interesará solo a los forofos

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‘Six Dreams’ es un entusiasta retrato del mundo del fútbol, pero que interesará solo a los forofos

Vaya por delante el disclaimer: no me interesa lo más mínimo el fútbol. Es decir, en teoría no soy el público objetivo de la primera serie de Amazon Studios para España, pero por otra parte, nadie mejor que un espectador a quien este deporte le deja frío para juzgar determinados aspectos de la propuesta: ¿es una serie solo apropiada para devotos del fútbol o tiene interés si, como me pasa a mí, se desconoce absolutamente todo acerca de fichajes, copas y ligas conquistadas, pero le interesa el estudio de un fenómeno que mueve a las masas?

'Six Dreams' tiene un planteamiento no demasiado original de partida, pero que desde luego está abierto a infinitas posibilidades: seguir seis carreras relacionadas con la Liga española, tres jugadores y tres profesionales al otro lado del banquillo. Son Saúl (Atlético de Madrid), Guardado (Betis), Williams (Athletic de Bilbao), Berizzo (extécnico del Sevilla, ahora en el Athletic), Quique Cárcel (director deportivo del Girona) y Amaia Gorostiza (la única mujer del sexteto, presidenta del Eibar).

El primer gesto que adopta abiertamente la serie es el de no prestar más atención de la necesaria a los dos grandes monstruos de la Liga, el Real Madrid y el FC Barcelona. En 'Six Dreams' se contempla a esos dos gigantes como rivales imbatibles (o no, como se verá), que están ahí al fondo, con sus superestrellas, casi jugando en una liga propia. Por supuesto, todos estos equipos no tienen más remedio que chocar con los dos grandes, pero 'Six Dreams' acierta contemplando a Messi, Ronaldo (obviamente, aún jugador del Madrid) y compañía a lo lejos, casi como símbolos de un fútbol para multimillonarios que no incumbe a estos clubs más modestos.

En ese sentido, el primer episodio vive como un momento catárquico la victoria 2-1 que el Girona encajó al Real Madrid, un triunfo del que no tardaría en resarcirse el equipo blanco muy pocas semanas después, pero que aquí se muestra en todo su modesto esplendor. La alegría de técnicos y jugadores ante dos goles que no terminan de creerse no solo es importante para uno de los protagonistas de la serie, Cárcel, sino que sirve para posicionar con claridad el punto de vista de la producción.

'Six Dreams': predicando para conversos

Otro aspecto interesante de 'Six Dreams' es su interés en atraer al espectador internacional, ya que las características de la Liga españolam sus fichajes internacionales y la calidad de su juego así lo propician. De ese modo, cada nuevo salto en el tiempo y espacio viene acompañado de localizaciones en mapas y breves descripciones de los clubs, que ponen en situación: por ejemplo, que el Athletic solo usa jugadores de cantera, o el tiempo que uno u otro club llevan en primera.

Es atractivo para el público internacional, pero también útil para el profano, que por extraño que suene en frío, alguno quedamos. Con ánimo divulgador, la serie hace perfectamente su trabajo de no dejar a nadie fuera: las descripciones son concisas y reveladoras, la forma en la que se muestra la evolución de la tabla de clasificación muy clara, y los resúmenes de los partidos centrados más en la experiencia del que los vive dentro que de los resultados coyunturales. Desde esa perspectiva, 'Six Dreams' cumple con su función de enganchar al recién llegado, pero desde luego, también de cautivar al experto en patadas al balón.

Sixdreams2

Sin embargo, y pese a todo ello, 'Six Dreams' no adquiere riesgos en su desarrollo: su narrativa abraza las convenciones del retrato documental, y su realización es plana hasta rozar lo televisivo. Salvo sorpresas en capítulos posteriores, da la impresión de que los jugadores (precisamente los jugadores) van a generar narrativas de menos interés: solo Williams llama la atención debido a su desparpajo nato, pero tanto Saúl como Guardado parecen tener menos potencial.

Se aprecia cierta voluntad de marcar la diferencia con una información deportiva al uso cuando, por ejemplo, se escapa de la dialéctica crispada y cargante de las retransmisiones de partidos. Pero ni siquiera en esos casos 'Six Dreams' escapa de la tentación, y cuando vemos resúmenes de enfrentamientos en el campo, oímos también la sempiterna voz del locutor de turno, que recuerda a cientos, miles de partidos que ya hemos visto. Contar los partidos también desde el punto de vista de los testigos a pie de campo, o dejando que las imágenes hablaran por sí solas habría tenido más interés por lo diferente. Pero 'Six Dreams', posiblemente, no persiga eso, sino más bien agradar con trucos ya vistos al público que tenía a su favor de salida. Muy comprensible, pero a su manera, una pena.

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