'Veronica Mars' regresa con una estupenda temporada 4: la serie gana en madurez sin dejar de ser muy entretenida

'Veronica Mars' regresa con una estupenda temporada 4: la serie gana en madurez sin dejar de ser muy entretenida

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Cartel Veronica Mars

Pocas series han tenido un arranque tan estupendo como el de la primera temporada de ‘Veronica Mars’. Todas las virtudes de la serie estaban ahí y no hay nada en ella que funcionase mal. Luego sí hubo algún altibajo en la segunda y la tercera temporada, pero no por ello dejó de ser dolorosa la noticia de su cancelación. Ahí había material para mucho más y fue una pena que la cosa se quedase así.

Años después llegó la película financiada por los fans, una obra muy disfrutable pero que quizá prestaba demasiada atención a lo que podían esperar sus seguidores de ella. Temía que eso pudiera volver a suceder con la cuarta temporada, pero lo cierto es que me he encontrado una serie más madura pero igual de entretenida de los ocho episodios que Hulu estrenó por sorpresa este pasado viernes.

El regreso a Neptune

Escena Temporada 4

En cierta medida parece que la vida ha cambiado poco para el personaje interpretado por Kristen Bell -el mejor de toda su carrera y dudo que eso vaya a cambiar nunca-. Sigue trabajando con su padre y en una relación con Logan, ¿eso es que ya es totalmente feliz con su vida o simplemente que se ha estancado en su zona de confort?  

A lo largo de esta cuarta temporada se va incidiendo en ello, ya que las tramas personales tienen una importancia notable, recuperando además a otros viejos conocidos pero sin que se sienta como un desfile de los personajes que amamos en su momento. No, aquí lo que realmente importante es un caso especialmente complicado relacionado con un asesino que va haciendo estallar bombas en Neptune durante las vacaciones de primavera.

Ahí Rob Thomas, creador de la serie, se muestra especialmente inspirado al tener una tela de araña lo suficiente complicada para no ponerle las cosas fáciles al espectador pero también sin resultar confuso en ningún momento. Hay multitud de sospechosos y está todo muy bien hilado para que uno se enganche al caso como hilo conductor para explorar también muchas otras cosas.

Los tiempos han cambiado

Veronica Logan

Una de las más destacables es que resulta inevitable que haya cierto cambio en el tono de la serie. En las tres primeras temporadas, Veronica Mars era una detective adolescente, una especie de versión moderna de Nancy Drew que obviamente tenía unas habilidades tremendas para su trabajo, pero no por ello dejaba de mostrar signos de su edad, sobre todo en elementos de corte más cómico.  

No me entendáis mal, en la cuarta temporada sigue habiendo comedia y la protagonista es capaz de mostrar su sentido del humor incluso en situaciones comprometidas, pero es algo que se ha aligerado por motivos obvios. Su vida es mucho más complicada y eso es algo que se tiene que reflejar en su carácter, sobre todo cuando se tiene que enfrentar a situaciones difíciles para las que no vale con ser una gran detective. Algo que sin duda deberá ir a más en una hipotética quinta temporada.

Por suerte, eso es algo que se hace con tanto para no provocar un desequilibrio en estos ocho episodios y que incluso se traslada más allá de Veronica, ya que Keith no pasa precisamente por su mejor momento y él mismo llega a dudar sobre su futuro al frente de Mars Investigations. Son ingredientes que se añaden con precisión a la mezcla y que simplemente tenían que estar ahí. Una serie como ésta no podía seguir tal cual doce años después de la tercera temporada.

Encajando lo nuevo con lo ya conocido

Padre Hija

Además, ‘Veronica Mars’ tampoco se limita a confiar en los viejos conocidos, porque también hay varias adiciones al reparto que funcionan de maravilla. Pienso sobre todo en un estupendo JK Simmons, en especial en las escenas que comparte con Enrico Colantoni. En todo momento tenemos claro que se están intentando sonsacar mutuamente, pero hay una química entre los actores que hace que sus escenas funcionen especialmente bien.

En general lo mejor que puede decirse de esta cuarta temporada es que uno siente que está viendo ‘Veronica Mars’ pese a todo el tiempo que ha pasado pero la serie también es capaz de avanzar siendo fiel a sus principios. También es muy compacta, por lo que quizá no haya grandes momentos a destacar de forma individual, pero tampoco se resiente nunca pese a que los episodios son sensiblemente más largos que en las tres primeras temporadas.

En definitiva, ha estado muy bien reencontrarse con ‘Veronica Mars’ y la serie no se ha limitado a ofrecernos un caso cómodo, sabiendo además manejarlo de forma muy efectiva. Todo lo sucedido va a tener repercusiones si se decide seguir adelante en algún momento y seguro que no soy el único que estaría encantado con una quinta temporada.

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