Si has leído mi crítica de ‘28 años después’ (si no lo has hecho aún y no tienes muy claro qué esperar de la película, ya tardas) sabrás que la nueva locura de Danny Boyle y Alex Garland me ha fascinado por no pocos motivos, pero hoy vamos a centrarnos en uno muy concreto, que es el calculado equilibrio entre el terror más puro, violento y visceral y un inesperado componente emocional que hace gala de una intensidad arrolladora.
28 lágrimas después
He de confesar que no fueron pocos los elementos que me pillaron con la guardia baja en esta secuela legado de ‘28 años después’, y todos ellos me ayudan a comprender aún mejor el modo en que ha llegado a polarizar al público hasta llegar a descartar el término medio de la ecuación para sólo dejar dos opciones: el amor o el odio. Un par de extremos que se han dado especialmente entre los amantes más puristas del género,
Durante una entrevista con The Independent, el propio Danny Boyle confesó que el fandom del terror dio a los ejecutivos del estudio algún que otro dolor de cabeza. El motivo no fue otro que la preocupación por las críticas que calificaban el largometraje de “drama conmovedor” pudiesen mermar el impacto en taquilla.
“Obviamente, el público principal es el del cine de terror, y les preocupa que demasiadas críticas la califiquen de lacrimógena… Pero la primera película también era muy emotiva. Así que [ocultar el componente emocional de la historia] nace de un instinto correcto. Solo que están un poco preocupados [por cómo venderla de ese modo]”.
Además, en una conversación con Variety, el cineasta, que se sacó de la manga una tagline espectacular para vender ‘28 años después’ (“Llorarás de terror”), celebró el aumento del público femenino en la demografía del cine de terror, comentando que “las mujeres ahora forman una parte importante del público del cine de terror” y reivindicando su insistencia en que este sector se interesaría en ‘28 días después’ cuando trataban de dar mayor protagonismo al personaje de Naomie Harris.
“[En el estudio] desestimaban la idea de que las mujeres vieran películas de terror. Eso ha cambiado, y me parece que es algo muy positivo, evidentemente”.
Desde luego, el cariz emocional de ‘28 años después’ no ha impedido que haya igualado su presupuesto de 75 millones en la taquilla internacional durante su primer fin de semana. Un logro más que merecido para una obra casi suicida que grita libertad y riesgo en cada una de sus escenas.
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En Espinof | Danny Boyle, director de '28 años después': "Queríamos hacer una obra más original y no una simple secuela"
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Ku21
SPOILER SPOILER SPOILER SPOILER
Desde que el chaval abandona la aldea la pelicula va cuesta abajo y sin frenos. La madre matando al zombie mientras duermen, que este muy loca cuando esta en casa y que de repente esté tranquila cuando salen, la zombie embarazada, la zombie dando a luz, el niño que por un deux ex machina sale sin infectar y sobrevive a base de agua y sin llorar, el medico que sobrevive 28 años solo y casualmente si no es por el niño muere de forma bastante tonta, los alfas “semi indestructibles” pero a los que no les disparan ni una sola vez a la cabeza, el hecho de querer presentar como emotivo y catartico que maten a su madre y segundos despues la desuellen y te den su craneo aun humedo, o los macarras saltimbanquis del final… Ademas de ser obvio el camino de las dos siguientes peliculas, con el hijo pasandose al lado “malo”, el padre yendo a recuperarlo, la niña creciendo y teniendo la cura al ser “hibrida”… Deberian haberlo dejado en la trilogia inicial y ya