Festival de San Sebastián 2021 | Los actores se lucen en 'Maixabel', sobre las heridas del terrorismo, y en 'Competencia oficial', sobre los egos en el cine

Festival de San Sebastián 2021 | Los actores se lucen en 'Maixabel', sobre las heridas del terrorismo, y en 'Competencia oficial', sobre los egos en el cine

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Festival de San Sebastián 2021 | Los actores se lucen en 'Maixabel', sobre las heridas del terrorismo, y en 'Competencia oficial', sobre los egos en el cine

En un certamen de cine internacional como el de San Sebastián, esperas encontrar obras relevantes, autores de mirada única, nuevas perspectivas sobre el estado del mundo, esfuerzos por transformar al público... y cuando aparece una película que apuesta por tomarse las cosas de manera menos seria, como 'Competencia oficial', se disfruta mucho. Igualmente, ante un drama que que recurre a herramientas convencionales, como 'Maixabel', parece que el tiempo se ralentiza.

Todo esto para decir que, pese a procurar no tener expectativas y apreciar cada película con sus particularidades, hay circunstancias que siempre condicionan un visionado, y por tanto, la opinión correspondiente. Digo esto porque las críticas que publicamos en festivales conviene tomarlas con pinzas, pues quizá con el tiempo o tras un revisionado, las valoraciones pueden ser diferentes. Pero así es el juego.

'Maixabel'

Sinceramente, esperaba más de 'Maixabel'. O mejor dicho, de un trabajo de Icíar Bollaín sobre un tema tan delicado que compite en Sección Oficial. Sospechamos que, a veces, los festivales tienen cineastas predilectos que tienen garantizada la carrera por el premio gordo; parece pasar en todas partes, como si fuese un desprecio a un autor consagrado incluirle en otra sección que no sea la más importante. Quizá Bollaín merece pelear por la Concha de Oro, me queda mucho por ver, pero no he encontrado una gran película, solamente una eficaz.

La película arranca en el año 2000 con un montaje paralelo que cuenta el asesinato de Juan María Jáuregui; seguimos a los terroristas que logran huir y cómo el crimen destroza a familiares y amigos del político vasco. La narración de este prólogo está plagado de lugares comunes y creo que es innecesario, un trámite mal contado y expositivo, pero después empieza la auténtica película y la sensibilidad de Bollaín unida a las sensacionales interpretaciones de Blanca Portillo y Luis Tosar consiguen escenas muy emocionantes.

Por el tema tan grave que toca, y la atmósfera opresiva en la que te envuelve la película, tienen lugar momentos realmente duros y asfixiantes, no es desde luego una película agradable. Sí puede decirse, quizá, que es importante y necesaria, pues adopta una posición incómoda al abordar el terrorismo de ETA y sus consecuencias, buscando entender a todos, víctimas y verdugos. En este sentido, lo más estimulante y logrado son las escenas de entrevistas a los asesinos, convirtiéndose 'Maixabel' en una especie de 'Mindhunter' española, más íntima, modesta y triste.

A falta de comprobar el impacto de la película en la sociedad española (se estrena en cines el próximo día 24), cabe adelantar que Bollaín firma una obra controvertida pues ya antes de que el público pueda tener una opinión se ha creado una fuerte polémica en torno a unas declaraciones de Tosar. "No podía evitar pensar que, si yo hubiera nacido donde Ibon [Etxezarreta, "Potxolo"] nació, igual estaban las tornas cambiadas", ha dicho el actor. Unas palabras honestas de un actorazo que se transforma en un personaje, un criminal, y esto es lo que cabe esperar en una ficción. Tosar y Portillo bordan sus trabajos, están muy creíbles. Solo por ellos merece la pena experimentar este intenso drama.

'Competencia oficial'

Entre tanto sufrimiento, que aparezca una comedia tan despiadada e ingeniosa como 'Competencia oficial' sienta de maravilla. La película de Gastón Duprat y Mariano Cohny explora la lucha de egos que se produce durante el proceso de creación de una película desde una perspectiva paródica, y cuenta con un excelente trío protagonista: Penélope Cruz, Óscar Martínez y Antonio Banderas.

Es un placer verles juntos en una obra tan divertida, encarnando unos personajes que conocen a la perfección, donde habrán vertido, con toda seguridad, experiencias y pensamientos que habrán tenido a lo largo de su carrera. Son tres artistas carismáticos y con química, funcionan muy bien juntos, y los tres tienen oportunidades para lucirse y brillar. No obstante, creo que Banderas está espectacular y se convierte en el rey del show, tiene las réplicas más hilarantes y la escena más emocionante de la película.

"Soy un hijo de puta, pero evidentemente también soy un gran actor", dice su personaje en cierto momento, y dan ganas de aplaudir, sobre todo por lo que hace Banderas. Sientes que está en su salsa, y que hace fácil lo difícil. Es posible que en su madurez esté atravesando su mejor etapa como actor y espero que se le reconozca el mérito de su trabajo aquí también, a pesar de ser una comedia, que por lo general se valora poco.

Es una comedia con mala leche que se ríe del proceso creativo de directores y actores, de las adaptaciones y del arte, de los negocios y de los premios, de todo lo que rodea a una producción cinematográfica, y que en ciertos momentos llega a enturbiarse y volverse desagradable. Y es que el mundo del cine puede ser bastante feo. 'Competencia oficial' no tiene problema en dejar las risas a un lado para mostrar esa faceta menos graciosa y llevarla al extremo. No os la perdáis.

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