
Qué difícil resulta decir que una película te ha encantado. Por un lado se corre el peligro de crear expectativas demasiado altas y provocar en los siguientes espectadores precisamente que no les guste. Por otro, siempre puede haber alguien que se dedique a sacarle fallos para llevarte la contraria. Y, por último: sé que mi opinión no tiene por qué ser compartida y el excesivo entusiasmo a veces no parece ecuánime. Sin embargo, es lo único que puedo decir sobre 'Más extraño que la ficción’ (‘Stranger than Fiction’). Tuve la oportunidad de verla el año pasado y, en mi fuero interno, se lanzó directamente al puesto número uno de la lista de mis películas favoritas. Si no la puse en el ranking que publiqué fue porque nos ceñíamos a las que se estrenaron en 2006.
El guión es un constante juego metalingüístico, muy difícil de crear, pero llevado con impresionante maestría. A la vez que te cuenta una historia sencilla, pero deliciosa y con un humor fino, aunque totalmente hilarante; logra todo un estudio sobre el cine y sobre la literatura. Por lo tanto, funciona en dos niveles de lectura unidos de forma impecable.
En mi opinión, ésta es la película que llega a donde ‘Olvídate de mí’ (‘The Eternal Sunshine of the Spotless Mind’) —sobre la que podéis leer aquí mi opinión— no alcanza. Aunque está muy en el estilo de Gondry y Kaufman, el guionista Zach Helm hace un trabajo mucho más logrado, pero es probable que, precisamente porque ‘Stranger than Fiction’ resulta más perfecta que las de estos autores, sus seguidores la rechacen o la consideren inferior, pues parece que está más dirigida a cualquier tipo de público.
El director alemán criado en Suiza Marc Forster, es autor de la cursi ‘Descubriendo Nunca Jamás’ (‘Finding Neverland’), con Johnny Depp y Kate Winslet, y de ‘Tránsito’ (‘Stay’), que protagonizaron Naomi Watts e Ewan McGregor. Su obra más conocida es ‘Monster's Ball’, con Halle Berry, que era un buen film, pero demasiado dramático. ‘Más extraño que la ficción’ resulta muy diferente a sus anteriores films, en cuanto a su realización. Y creo que también supone un avance enorme en su carrera, que espero que sea reconocido como tal. La dirección artística y los encuadres están muy cuidados, con lo que Forster despliega una serie de planos compuestos de forma muy estética y limpia, muy actual, casi publicitaria, pero que no se pone por encima de la narración, como ocurre a veces con directores demasiado preocupados por lucirse. Su compromiso con la historia es grande y la transmite de maravilla con un ritmo perfecto y logrando una enorme implicación emocional en el espectador.
Después de repasar todos los aspectos de la película y decir que me han parecido magníficos no es difícil sacar una conclusión, además de que ya la había adelantado al principio de la crítica. Pero no tengo ningún problema en repetirla: una delicia, una obra maestra. Lo mejor que vi el año pasdo y no me extrañaría que se convirtiese en la mejor película estrenada en 2007, según mi opinión, aunque quizá este año se le presenten más competidoras de las que le salieron durante el flojito 2006.
Aquí podéis ver un trailer de la película, sobre la que adelantábamos información aquí, aunque repito que es preferible verla sin saber nada de ella y dejarse sorprender, como sin duda ocurrirá, a cada momento.