'Lambs of God': un interesante thriller sobre Iglesia, fe y religiosidad en el que la historia pierde fuelle

'Lambs of God': un interesante thriller sobre Iglesia, fe y religiosidad en el que la historia pierde fuelle

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Aunque no se prodiguen mucho fuera del continente, de vez en cuando Australia produce series bastante interesantes como, por ejemplo, 'The Slap' o 'Secret City'. Series de premisas interesantes y desarrolladas de manera solvente. Personalmente tenía bastante curiosidad por 'Lambs of God', la nueva producción australiana que ha traído HBO España.

Y me llamaba la atención por contar en su reparto principal con Ann Dowd (Tía Lydia en 'El cuento de la criada'), Essie Davies ('The Babadook'), Sam Reid ('Prime Suspect 1973') y Jessica Barden ('The End of the F***ing World'). Nombres que, aunque no sean ultraconocidos, sí que han logrado llamar la atención en su filmografía.

Basada en la novela homónima de Marele Day, en 'Lambs of God' nos encontramos con la historia de tres monjas, de diferentes edades, de la orden de Santa Inés (Inés equivale a Agnes que significa cordero, acentuando todavía más el simbolismo) que llevan años aisladas en un ruinoso y remoto convento.

Su tranquilidad y extraña rutina será rota cuando aparezca un joven sacerdote (Reid), quien ha venido a inspeccionar el convento con intenciones ocultas. El obispo parece haber decidido que es el lugar idóneo para construir un resort y las tres únicas hermanas de Santa Inés lucharán por seguir en un islote en el que llevan décadas olvidadas.

Un debate en clave femenina

Bajo una premisa que pese a ser bastante vista puede dar bastante de sí, 'Lambs of God' no logra sobrevivir a sus interesantes ideas. Está claro que es un thriller: el padre Ignatius no es para nada bienvenido, y ya desde el primer momento es consciente de que está en territorio completamente hostil. Su vida estará, casi desde el principio, en peligro. 

Por un lado es una historia sobre la vida monástica (y austera) frente a la ambición de la jerarquía eclesiástica. Pero también es la del "mal que hacen los hombres" y que se ve reflejado en el modo de contar cuentos de este trío de hermana como expresión de sus propias experiencias. La Bella y la Bestia y Caperucita Roja siempre han escondido advertencias fuertes sobre los peligros que nos rodean y son usados aquí para darnos a conocer el por qué actúan como actúan las protagonistas.

En este sentido, 'Lambs of God' no deja de resaltar la metamorfosis que han ido sufriendo cuentos, mitologías y creencias a lo largo de la historia. Los bellísimos paisajes de las Montañas azules nos transportan a otro tiempo y lugar (esa isla británica ficticia), uno en el que la madre naturaleza ha vencido a la mano del hombre (esa capilla y estatua de la virgen completamente invadida por ramas) y en el que lo cristiano y lo pagano se funden y se hace indistinguible.

Lambs God

Lo que podríamos considerar el cuarteto protagonista (con un muy buen reparto) no es, en el fondo, muy distinto entre sus partes. Ignatius es un hombre recto, temeroso de Dios pero no exento de tentación; Margarita (Dowd), al igual que la Tía Lydia, parece la voz de la conciencia, el temor del castigo divino si no se cumplen los votos. Hay, en todo momento, una sombra de religiosidad supersticiosa: las cosas irán bien si hacemos las cosas bien.

Fe, magia, superstición y religiosidad se dan la mano en una serie que se hace algo cuesta arriba con su historia. Ahí creo que Sarah Lambert, como guionista de la serie, no termina de acertar a la hora de presentar tanto los acontecimientos como a los personajes. Se ve claramente qué se quiere contar y de qué se está hablando pero el guion no logra ejecutar todo lo bien que podría ser.

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