Esta película de catástrofes, a medio camino entre el cine de los 90 y el disparate absoluto, está en HBO Max y es un plan fantástico para el verano

Esta película de catástrofes, a medio camino entre el cine de los 90 y el disparate absoluto, está en HBO Max y es un plan fantástico para el verano

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Geostorm

Año 2019. El cambio climático ha acabado con muchísimas vidas en la Tierra. En Madrid, sin ir más lejos, murieron dos millones de personas en un solo día. Ni siquiera la libertad pudo salvarles. Por suerte, todos los países del mundo se aliaron para crear una barrera espacial que impidiera las catástrofes naturales, y, por supuesto, lo lideró un estadounidense. Ahora, la barrera está volviendo a fallar. Esto es 'Geostorm', una película absolutamente delirante de 2017 que acaba de llegar a HBO Max y que no os podéis perder.

Cantando bajo la lluvia

Detrás de 'Geostorm' está Dean Devlin, un nombre que quizá os suene más si os digo que es el guionista de 'Independence day', 'Godzilla' o 'Stargate'. Se hizo un nombre en los años 90 y no está dispuesto a bajarse de esa ola ni siquiera ya bien metidos en el siglo XXI. Y es que esta película es de hace solo cinco años, pero parece hecha hace veinticinco: el guion es un viaje de nostalgia inesperado a los modos y maneras de una época ya pasada, para lo bueno y lo malo.

'Geostorm' juega a todo: la catástrofe natural, la acción en el espacio, el drama padre-hija, las traiciones inesperadas. Y no se puede decir que el puzzle funcione, pero sí es cierto que la sucesión de absurdos y disparates es imbatiblemente divertida. Tan pronto una ola gigante cubre Dubai como la estación espacial internacional entra en una cuenta atrás para la autodestrucción o un científico mete claves secretas en un vídeo absolutamente imposibles de descifrar. Un delirio.

Geostorm

Si lo que estás buscando es seriedad, coherencia científica, personajes bien desarrollados y una historia que critique al presente para poder vivir mejor en el futuro, quizá te sorprenda, pero no lo vas a encontrar en 'Geostorm'. De hecho es posible que en un momento dado pienses que la trama la ha escrito alguien de trece años, pero eso solo es porque es literalmente lo que pasó.

Diversión adolescente sin complejos

Cuando Dean Devlin le explicaba a su hija Hannah cómo se producía el cambio climático, ella le preguntó por qué no se podía construir una máquina para pararlo. Cualquier padre lo escribiría en Twitter en plan "Qué cosas tiene mi zagala" esperando un tuit viral, pero Devlin lo convirtió en una película de más de 100 millones de dólares que, por cierto, funcionó tan mal en los primeros pases de prueba que tuvieron que volver a rodar escenas por otros 15 milloncejos del ala con Jerry Bruckheimer supervisándolo.

Esta película es pura diversión para unos adolescentes que ya no existen y que elude cualquier tipo de responsabilidad humana en el cambio climático a cambio de las explosiones, los huracanes y las olas de cien metros. Si estás dispuesto a poner el cerebro en modo de espera y no plantearte lo que está pasando (algo para lo que, no lo neguemos, se creó el verano), estás ante un viaje divertidísimo.

'Geostorm' es un absoluto disparate, y lo digo de la manera más positiva posible. Los giros al estilo '24' (incluso vadean uno de los más conocidos de la serie de Jack Bauer), las escenas de acción imposibles, una voz en off que no viene a cuento de nada... es como si el cine de catástrofes de los 90 e inicios de los 00 se materializara de nuevo.

No es tan espectacular como 'El día de mañana', ni tan entretenida como 'Armageddon', pero bien vale un par de horas de vuestro tiempo en esos momentos en los que el cerebro te pide ver exactamente lo contrario que una película sesuda: es tan divertida y palomitera como olvidable y absurda. A veces todos necesitamos un 'Geostorm' en nuestra vida.

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