Quentin Tarantino se atiborra de "spaghetti": llega a HBO Max una de sus películas más entretenidas que consolidó una nueva etapa en su carrera

Quentin Tarantino se atiborra de "spaghetti": llega a HBO Max una de sus películas más entretenidas que consolidó una nueva etapa en su carrera

El western más salvaje y descarado

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Django Desencadenado 2012 Quentin Tarantino

Dada la irreverencia que suele caracterizar su estilo y el tono de sus películas, no es extraño que a Quentin Tarantino le pueda el ponerse revisionista con la historia. Incluso como historias originales de marcado carácter de ficción, la recreación histórica se han vuelto un eje en su carrera reciente, con la excepción de 'Los odiosos ocho' que era un puro ejercicio de cámara y de género western.

Eso sí, recupera la historia para subvertirla, para deformarla de manera que gane quien considera que debe ganar, su particular forma de venganza contra aquellos villanos que prevalecieron, aunque fuese temporalmente. Una osadía que a otros no se perdonaría, pero Tarantino ha sabido edificar su cine de manera que sus películas y los mundos que describe sean observados con otros ojos. Quizá así se empieza a entender que obras como 'La mujer rey' sean machacadas por supuesta falta de rigor, pero no 'Django desencadenado'.

Pistoleros contra las cadenas

Esto no es, por supuesto, invitación a leerle la cartilla al director y a la película por tomarse libertades. De hecho, las mejores cualidades de la cinta vienen cuando más se deja llevar por la pasión revisionista y por la rabia contra temas como la esclavitud y el racismo imperante. Tarantino logra hacer con eso una película entretenidísima que ya se puede ver en HBO Max (también se puede disfrutar en Netflix).

Jamie Foxx interpreta al Django que da título a la función, un esclavo separado de su esposa que es rescatado por un estrafalario cazarrecompensas alemán al que da vida el oscarizado Christoph Waltz. Este le promete la libertad a cambio de ayuda, que aprovechará para intentar salvar a su amada de la plantación del cruel terrateniente de Leonardo DiCaprio.

La película nunca esconde sus intenciones, rezumando por sus poros desde el primer minuto el grasiento aceite del spaghetti western que tanto venera Tarantino. Se pega un verdadero atracón, haciendo una inmensa colección de referencias que da gusto pillar (dedicarse a cazarlas es casi un rato tan entretenido como ver la película) pero que no distraen de una película de acción y venganza con intención de denuncia.

'Django desencadenado': fiesta grasienta

Su revisionsimo se reduce a los cambios que decide introducir previos a la Guerra Civil Americana, donde se empieza a producir el movimiento de liberación de los esclavos negros. Tarantino deja su sello, pero siempre aparece supeditado a la exaltación del género del Oeste y a su vertiente más festiva. Eso, junto a su sentido del humor cafre, ayudan a que la película sea terriblemente divertida y no se caiga del todo ante bajones de ritmo vertiginosos.

No es normal que una película sobreviva a una estructura tan alambicada y una duración tan inflada, pero 'Django desencadenado' encuentra los puntos de ligereza adecuados para que la experiencia tenga balance positivo. Incluso sin ser de sus películas más redondas, es notable y disfrutable de ver (realmente Quentin no tiene película mala), así que esta excusa es buena para recuperarla. Una película con la que Tarantino se vio completamente validado para cambiar la historia.

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