'First Dates': al soltero de Murcia no le asusta la familia de su cita. "Igual te saca el cuchillo jamonero"

Paula no liga demasiado en la churrería y Víctor lanza alegremente billetes al aire 

First Dates
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La primera impresión no lo es todo en 'First Dates'. A Víctor le echaron para atrás los mil y un tatuajes de Paula, pero al final le cayó lo suficientemente bien como para invitarla a la cena.

Rico y con fundamento

Paula tiene 21 años, vive en Lorca (Murcia), estudia un grado de personas dependientes y trabaja como churrera. Define su estilo como una mezcla de choni y moderna, porque le encanta lucir de cuerpo: "Para que se lo coman los gusanos, que lo disfruten los humanos". Sus padres quieren que se eche novio porque en la churrería no liga mucho.

Víctor viene desde Murcia, está opositando para ser profesor de Educación Física y tiene 23 años. Se considera una persona agradable y simpática. La primera impresión fue muy positiva para Paula, ya que le encantó que fuera alto, mientras que él reconoció que no se suele fijar en chicas con tatuajes.

Hablando de sus estudios actuales, a Paula le gustó que fuera "muy estudioso y preparado" y se le viera tan formal, pero los nervios le bloquearon un poco a la hora de sacar conversación.

Víctor le sacó a colación el tema de los tatuajes y ella reconoció que le gustaban un poco demasiado. Le fue explicando el significado de algunos, aunque lo cierto es que a él no le terminaban de gustar: "No me han convencido. Se los ha hecho durante su vida y cuando se haga mayor igual ya no le gustan".

First Dates Decision

Paula le explicó que su relación más larga duró un mes porque nadie aguantaba a su familia: "Son unos personajes". Sorprendentemente, cuando ella contó que su padre era de amenazar a sus ligues enseñándoles el cuchillo jamonero, a Víctor no le intimidó: "Ya aguanto a mi familia todos los días, no creo que sea un problema".

A la hora de pagar, Víctor insistió en invitarla y se jartó lanzando billetes sobre la mesa: "Mira, mira, propina". Paula acabó encantada con "ese punto chulesco", su rapado y sus ojos, así que le concedió una segunda cita. Él aceptó porque también lo había pasado bien.

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