Los miércoles de junio (y parte de julio) se han convertido en miércoles de Star Wars con la emisión de 'The Acolyte'. La serie protagonizada por Amandla Stenberg supera su ecuador con un quinto episodio que tiene que ya se preveía como uno con bastante acción. Y ha cumplido de sobra.
A partir de aquí, spoilers de 'Noche', el episodio 1x05 de 'The Acolyte'.
Tras el cliffhanger de 'Día' (sigue por tanto la dualidad de los títulos), vemos a Osha (Stenberg) recuperar el conocimiento para encontrarse con un panorama desolado. Un jedi muerto en el lugar y ruidos de combate en el bosque. Acercándose, se encuentra a Yord (Charlie Barnett) y al resto (menos Sol y Jecki) combatiendo al villano. Van cayendo uno tras otro.
Meterse en la mente
Cuando parecía todo perdido para Yord, Osha irrumpe en el escenario... momento en el que también aparece Sol (Lee Jun-jae) con la orden tajante de "a la nave". En lo que estos obedecen, el jedi se enfrenta con el misterioso villano, que empieza con sus juegos mentales (y de despiste), preguntando si no le reconoce («percibo algo familiar», responde el jedi).
No será la única conversación que tengan. Sol le pregunta que por qué oculta su verdadero rostro a su discípulo, a lo que este le responde que «dímelo tú». Parece bastante claro que conoce "los secretos" del jedi y que no hace falta una máscara para ocultar el quien somos. Nuevamente, los ecos de la tragedia de Brendok vienen a la mente. También cuando Yord asegura que este villano no actúa según una estructura clara, según normas de combate... y se mete en la mente de los demás.
Mientras, en la casa del fallecido Kelnacca, Jecki (Dafne Keen) se enfrenta a Mae para arrestarla por los asesinatos de los tres maestros fallecidos en episodios anteriores. Siendo percibida por su maestro, el villano aparece con un «deberías aprender de esta padawan», haciendo referencia a la lealtad del personaje de Keen en contraposición a la "traidora" de la acólita. Está claro que Mae va a pagar por su traición.
Y, cuando menos lo esperamos, la tragedia llega. Sí, ya habíamos visto a los jedi "carne de cañón" cumplir su función de morir en combate pero no nos esperábamos que después de un combate espléndido, el malo (que parece tener un extraño material capaz de cortocircuitar y soportar sablazos de luz) se carga a Jecki en lo que esta logra desenmascararle.
Se resuelve el no tan misterioso misterio
Llegó el momento revelación... y el misterio peor escondido de Star Wars sale a la luz y resulta que el maestro de Mae no es otro que Qimir (Manny Jacinto). Si bien una parte de mí deseaba que fuera la madre de las gemelas —algo que se descartó cuando quiso matarlas—, hay que decir que la evidencia del giro no quita el que tengamos un personajazo entre manos, uno que infunde temor, que es insidioso.
Y, por fin, se pronuncia la palabra sith (o al menos Qimir se define como que los jedis le llamarían de esta manera). Pero antes de que empecemos a clamar una "ruptura de canon", Qimir deja claro que nadie puede saber de su existencia y, de ahí, la política de tolerancia cero de testigos. Por cierto, apenas nos hemos recuperado de la muerte de Jecki cuando el malo le rompe el cuello a Yord. Una muerte, además, ausente de toda la nobleza que esperaríamos con este personaje.
Cuando parece todo perdido, el ingenio de Osha aparece: sacrifica a Pip activándole la linterna y pegándole en la espada de Qimir, intenta quitársela pero una bandada de bichos gigantes voladores se lo llevan de escena en una escena que, quizás, peca un poco de as sacado de la manga para dar un respiro a los protagonistas. A continuación, cuando Osha empieza a interrogar a Sol sobre de qué va todo lo que estaba soltando Qimir, Mae aturde al jedi.
El final del episodio es otra cosa que evidentemente tenía que pasar cuando estamos hablando de gemelas. Viendo que no logra convencer a Osha de estar con ella, Mae la deja sin conocimiento, se corta el pelo y se pone el traje de su hermana. Busca a Sol, quien al principio parece desorientado sin saber quién es en realidad (no está demasiado fino el hombre)... y se van del planeta.
Qimir reaparece y cubre a la inconsciente Osha (suponemos que sabrá que es ella por el tatuaje), despidiendo el episodio con una misteriosa frase: «Incluso al revelar nuestro triunfo dejamos ver nuestra desesperación.» ¿El maestro ha encontrado a su verdadera acólita?, ¿qué plan tiene Mae?, ¿Bazil será el héroe que todos necesitamos? Tendremos que esperar una semana para saberlo.
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