Ahora Marvel Studios se encuentra en una de las mayores encrucijadas de su historia, intentando averiguar cómo no perder el fervor del público con el que se había vuelto a la fuerza comercial más imponente del planeta. Parte de su problema está en intentar dar con los personajes adecuados para que enganchen de cara a las próximas grandes aventuras de los Vengadores, pero incluso teniendo algunos tan potentes como 'Blade' parecen tener infinidad de problemas para dar con el enfoque correcto. Con lo sencillo que lo hace parecer la primera 'Blade'.
Raining Blood
Protagonizada por un Wesley Snipes en toda su salsa y dirigida por Stephen Norrington, la primera aventura del famoso vampiro de Marvel antes de la instauración del UCM ofrece una salvaje dosis de entretenimiento superheroico. Una película modélica que parecen tener miedo a intentar igualar desde Marvel Studios, pero que sigue funcionando estupendamente y se puede comprobar de nuevo hoy en Neox a partir de las 22 horas (también en streaming a través de HBO Max).
Con Stephen Dorff de villano queriendo instaurar una hegemonía vampírica, la película nos presenta a un justiciero atrapado entre dos mundos. Medio convertido estando en el útero de su madre, mordida por vampiros durante el embarazo, Blade ha estado combatiendo estos devoradores de sangre mientras resiste sus propios impulsos de drenar a otras personas.
Un planteamiento muy sencillo que es llevado a la práctica de manera muy espectacular, aplicando un modelo de cine noventero entretenido donde puede haber cabida para el blockbuster de superhéroes y el terror vampírico. Sin ser un stendhalazo, esta película cuenta con valores estéticos notables en su utilización del rojo sangre y en una actitud industrial y gótica muy contundente.
La película termina de ser estupenda gracias a un dúo de protagonistas impagable. Dorff se pone en modo goblin para darnos un villano deliciosamente exagerado y sin necesidad de aristas, mientras que Snipes captura perfectamente la esencia del personaje con presencia y ese carisma que le hacían una de las mejores estrellas de cine de los noventa. Su rendimiento en las secuencias de acción también es de lo más destacado.
Es posible que 'Blade' no sea una maravilla, pero logra aterrizar todo de una manera que se siente sencilla y orgánica. También consigue hacer digerible una propuesta salvaje de monstruos desatados y mucha sangre, que no es fácil. Sólo ver los tumbos que está dando Marvel Studios para poder resucitar al personaje muestra cómo de complicado es conseguir la efectiva alquimia de esta película.
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