88 minutos de soberano aburrimiento

88 minutos de soberano aburrimiento
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'88 Minutos' es una película realizada en el 2006, y su primer estreno se realizó en Brasil, nada más y nada menos que en Febrero del 2007, donde salió directamente editada en dvd. Un simple dato que resulta de lo más curioso. ¿Por qué en muchos países, incluyendo los USA, un film perteneciente al género del thriller y protagonizado por una estrella del calibre de Al Pacino, tarda tanto en estrenarse? ¿Habrá tenido algo que ver que ahora su director, el otrora interesante Jon Avnet, ha terminado el rodaje de 'Righteous Kill' reuniendo a Pacino y Robert De Niro en lo que promete ser una reunión explosiva?

A veces este tipo de preguntas no tienen respuesta posible, aunque para la primera de ambas, después de haber visto la película, se me antoja que puede ser porque '88 Minutos' es indescriptiblemente mala. Uno de esos films que producen una sensación de alucinación en el espectador, quien se pregunta a lo largo de la proyección si lo que está viendo es real, si no le habrán tomado descaradamente el pelo. En verdad inaudito, y en cierto aspecto incomprensible.

SPOILERS

'88 Minutos' narra la historia de Jack Gramm, un profesor de Universidad que al mismo tiempo trabaja como psiquiatra forense para el FBI, que un día recibe una llamada en su móvil advirtiéndole que le quedan 88 minutos de vida. Gramm intentará averiguar quien está detrás de todo esto, y empezará a sospechar de todo el mundo, mientras él también se convierte en el objetivo no sólo de un despiadado asesino, sino de la policía.

La película bebe bastante de las ultramodernas series de televisión, estilo '24', en las que se juega en mayor o menos medida con el tiempo real, pero en vez de aprovecharlo a su favor, esto juega en su contra. Para empezar, la película dura casi dos horas, componiendo su metraje una presentación inicial y larga, de personajes, y después, los presumibles 88 minutos que se supone le quedan de vida al protagonista. La sensación de amenaza o de peligro, no existe en ningún momento, el uso del suspense en ese aspecto es poco menos que ridículo, y el jugar con el espectador de cara a saber quien es el asesino, no provoca ni la más mínima duda, ya que bastan haber visto unos cuantos thrillers, y telefilms de sobremesa, para darse cuenta de quien mueve los hilos en la nada complicada trama. Obsérvese que muchos de los secundarios están de adorno, no tienen peso, y sólo aquél que realiza una incongruencia en cierto momento, puede ser el asesino. Para colmo de los colmos, es éste quien le da todas las pistas a nuestro protagonista, ya que éste por sí solo es incapaz de averiguar nada, así que termina llamándole por teléfono para citarlo y verse las caras. De juzgado de Guardia, vamos.

Por el camino asistimos a un montón de vanos intentos por captar nuestro interés. Ya sea, desfilando esos citados personajes secundarios que simplemente abultan, o dando falso protagonismo a un sospechoso motorista con una cara de mosqueo increíble, y cuya presencia es de vergüenza ajena, o con ridículas escenas de acción que se limitan a ser un par de caídas de Pacino al suelo para evitar que lo atropellen un par de veces, secuencias éstas filmadas sin el más mínimo sentido de la coherencia, y completamente risibles en su resolución. También nos insertan un par de momentos en los que Gramm habla con un condenado a muerte, que podría ser inocente, con las que se aprovecha para hablar, muy de pasada, de la efectividad de la pena capital para horribles asesinos (¿qué asesino no lo es?), e incluso se sugiere que si en un juicio uno miente en pos de la verdad (sí, sí, léanlo otra vez) es algo también bueno. Algo así como el personaje de Orson Welles en 'Sed de Mal', que nunca se equivocaba de sospechoso, pero lo pillaba con pruebas falsas. Dicha premisa está totalmente desaprovechada. Sólo la presencia de Al Pacino puede salvarse de este despropósito, y digo sólo presencia, porque es evidente que el actor no realiza aquí una de sus memorables interpretaciones, ni muchísimo menos, pero Pacino es un actor que ha llegado ya a un nivel en el que el aparecer en un film es más que suficiente. Su personaje está tan mal dibujado como todos los demás, y resulta divertido, cuando no sonrojante, el comprobar la cantidad de fallos de raccord que se producen con su peinado. A su lado Alicia Witt, muy mona, pero totalmente prescindible, a no ser que sea para que Pacino la sobe a la mínima de canto. El resto del reparto sigue más o menos por la misma onda, la de molestar más que contribuir con algo sustancial.

En fin, que si queréis aburriros como ostras, o dejar la mente en blanco mientras veis imágenes en una pantalla pasar sin el más mínimo respeto por el cine, y de paso por el espectador, '88 Minutos' es vuestra película. Si en algún momento decidís concentraros en lo que estáis viendo, os dará la sensación de que muchas de sus escenas parecen las pruebas de rodaje. Inaudito, viniendo de alguien como Jon Avnet, quien antaño nos ofreció la excelente 'Tomates Verdes Fritos' y la reivindicable 'The War'. ¿Os he dicho ya que '88 Minutos' me parece mala de dolor?

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