'Expertos en crisis', cómo ganar unas elecciones

'Expertos en crisis', cómo ganar unas elecciones

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'Expertos en crisis', cómo ganar unas elecciones

-Todas las cabezas pensantes le votarán a usted.

-No me llega señora, necesito mayoría.

Es uno de los diálogos citados, a modo de anécdota compartida entre colegas, que desfilan por ‘Expertos en crisis’ (‘Our Brand is Crisis’, 2015), el nuevo trabajo del peculiar David Gordon Green, que lo mismo firma una comedia como ‘Caballeros, princesas y otras bestias’ (‘Your Highness’, 2011) o le arranca la mejor interpretación a Nicolas Cage de los últimos diez años en ‘Joe’ (íd., 2013).

La película es un remake de un documental realizado para Netflix, y el guión sobre la adaptación ha estado circulando por los despachos de Hollywood en busca de productores, protagonistas y director. El tema es un poco incendiario, las artimañas de la más diversa índole que realizan los jefes de las campañas políticas para que el partido al que representan gane, a cualquier precio, las elecciones. Una realidad muy palpable en estos momentos en nuestro país, paraíso de la pandereta cuando se va de ritmo.

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Tambaleante comedia

Sandra Bullock y George Clooney, tras verse las caras en la imprescindible ‘Gravity’ (íd., Alfonso Cuarón, 2013), se asociaron, por primera vez, como productores para el presente film, que a punto estuvo de co-protagonizar Clooney, siendo sustituido por Billy Bob Thornton, dando vida al rival de Bullock. Curiosamente, la interpretación del actor, aquí en modo automático, es de lo más flojo del film.

‘Expertos en crisis’ da comienzo como si de una de las típicas comedias protagonizadas por Bullock se tratase. De hecho, los golpes de humor del film dejan bastante que desear. No sabemos bien si estamos asistiendo a una parodia, con personajes muy enrollados, todos al servicio de un político boliviano, muy bien matizado por Joaquim de Almeida, o una mezcla de comedia y drama, metiendo el dedo en la llaga de un trabajo que debe estar a la cima de los más estresantes.

Mientras el personaje central —muy bien interpretado por Bullock en uno de sus mejores trabajos, salvo cuando tiene que tirar de los tics de siempre— lucha constantemente por levantar el fervor popular hacia un partido político que está entre los últimos en las encuestas, Gordon Green parece dudar entre ofrecer un sencillo retrato de un modo de vida, o repartir hostias de toda índole hacia una de las grandes falacias de la historia de la humanidad: que los ciudadanos de a pie puedan confiar ciegamente en un político que dice cubrirá sus necesidades.

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Drama punzante

Donde destaca la película, que en muy pocas palabras viene a demostrar que para ganar una campaña política sólo hay que mentir, prometer y atacar al contrario sin piedad, es en su tramo final. Con el trabajo ya desempeñado, con la mentira o falsa ilusión como armas para alcanzar el poder, y la dura realidad delante de las narices, David Gordon Green va un paso más allá. De hecho, ‘Expertos en crisis’ transcurre en flashback, en el que se explica el cambio en la forma de “mirar” de Jane (Bullock).

Realizando muy acertadas alegorías sobre el hecho de no tomar partido —“es como ver la vida desde un tío vivo”—, o la mentira de las votaciones —“si votar cambiase algo, ellos lo harían ilegal”— ‘Expertos en crisis’ demuestra una inusitada fuerza, sobre todo moral, en sus últimos compases, en los que la protagonista que ha ayudado a un político mentiroso —sí, es una redundancia— ve de cerca el mundo que han creado. El de la batalla diaria de a pie, el del hambre y la necesidad.

No es de extrañar que las últimas secuencias del film sean las más atrevidas, aquellas en las que después de la farsa vivida en tiempo de elecciones, la realidad golpea en la cara. Y una vez más, antidisturbios y pueblo, como máximos representantes de dos bandos, se dan de hostias, defendiendo unos intereses que convierten en reyes a otros que jamás se mancharán.

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