'Person of Interest' sigue siendo la mejor

'Person of Interest' sigue siendo la mejor

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'Person of Interest' sigue siendo la mejor

Muchos seriéfilos optamos por ignorar durante mucho tiempo la existencia de 'Person of Interest' por dos motivos principales: Su protagonista y su aparente naturaleza de mero procedimental al uso. No obstante, los que se animaron a verla no dejaban de hablar bien de ella y de lo mucho que había mejorado, por lo que a principios del año pasado me decidí a darle una oportunidad y apenas pasaron unas semanas hasta que me puse al día, quedando tan encantado con su tercera temporada que no dudé en elegirla como lo mejor del pasado curso televisivo.

Llegados a este punto no tenía la más mínima duda sobre el gran nivel que podía esperar de 'Person of Interest' -no es casualidad que ocupase también un lugar de privilegio en la lista de las mejores series de la temporada pasada que realizamos los editores de ¡Vaya Tele!-, pues contaban con una trama con infinitas posibilidades y la química entre sus protagonistas ha alcanzando tal nivel que me podría pasar los cuarenta minutos de cada episodio viendo simplemente cómo charlan entre ellos. Dicho esto, el regreso de 'Person of Interest' está siendo, como no podía de ser otra manera, estupendo.

La nueva vida de los protagonistas

Fusco y Reese

El final de la tercera temporada marcó un nuevo comienzo en la vida de los protagonistas y una de las primeras cosas que 'Person of Interest' tenía que hacer en su regreso es establecerla para luego poder retorcerlo todo a su antojo. Los que sigan la serie son ya conscientes de que puede tomarse las cosas con toda la seriedad del mundo, pero eso no supone obviar la utilización de la comedia para aprovecharse de la química entre los actores -el reencuentro de Root y Shaw en la season premiere fue magnífico- o de lo cómodos que estos están en la piel de sus personajes.

También se ha aprovechado para integrar en su nueva vida a personajes que iba a echar mucho de menos si perdían presencia o incluso desaparecían, ya que a priori Fusco no termina de encajar cuando el lado más tecnológico gana protagonismo. Lo mismo sucedía con Elias, que desapareció de escena hace muchos episodios y cuyo regreso, aunque seguramente sea algo esporádico, no podría haberme alegrado más, tanto por lo genial que está Enrico Colantoni como por el hecho de que complica todo más al verse obligados nuestros héroes a recurrir a la ayuda de alguien con unos métodos tan particulares como los suyos.

De todas formas, lo realmente importante no es el reencuentro con unos personajes que hemos acabado adorando, sino la necesidad de marcar los nuevos métodos de los protagonistas -lógico que apenas hayan tardado dos capítulos en encontrar un nuevo cuartel general, aunque sea justo reconocer que se pueda ver como una solución argumental ligeramente tramposa- y los peligros a los que van a tener que ir enfrentándose -la misteriosa chica que protagonizó el arranque de la season premiere o la joven con muchas similitudes con Harold del segundo-.

El futuro de 'Person of Interest'

Imagen de la cuarta temporada de

Sí que esperaba que la serie se alejase un poco de su lado más procedimental, porque Samaritan podría acabar con ellos en un abrir y cerrar de ojos si siguen ejerciendo como héroes en la sombra. Sin embargo, los guionistas siguen demostrando su pericia para que todo funcione dentro de un plan global y que no sean casos para salir del caso y apelar a esa parte del público que solamente quiere ver un episodio de algo sin tener la necesidad de atar cabos con cosas que sucedieron con anterioridad. 'Person of Interest' hace ya mucho que dejó de ser ese tipo de serie.

Una cosa que he echado en falta por ahora son los flashbacks, un recurso narrativo que la serie ha sabido manejar de forma magistral hasta ahora para desvelarnos información relevante del pasado de los protagonistas que juega un papel esencial en su presente. Imagino que reaparecerán en los próximos episodios, ya que el primer capítulo funcionó a modo de reencuentro y el segundo para recordar los peligros a los que van a enfrentarse los protagonistas y para que Harold regrese con el equipo.

La serie ya jugó con una trama parecida en el caso de Reese en la segunda temporada -estupendo el capítulo a bordo de un avión en el que no le quedó otra que ser el héroe del momento-, por lo que todos sabíamos que Harold iba a volver con los suyos, pero lo realmente importante es que se ha hecho de una forma orgánica, sin forzar la situación de forma innecesaria y estableciendo un vínculo emocional con alguien que seguramente vuelva a cruzarse en su camino en breve. Imposible quejarse por muy previsible que haya podido ser.

Además, la serie sigue conservando su gran talento para un cóctel de géneros que saldría mal 99 de cada 100 veces, sigue siendo trascendente sin resultar cansina en ningún momento y aún nos da esa diversión algo más elemental como los momentos en los que toca repartir estopa y de paso soltar alguna línea de diálogo tan carismática como contundente.

Nunca hay que echar las campanas al vuelo tras la emisión de apenas dos episodios, pero la brillantez de 'Person of Interest' no es algo que nos pille de nuevas y con tan poco ha sido suficiente para mostrarnos que aún hay mucho margen de mejora y que están plantando las primeras semillas de lo que podría ser otra temporada sobresaliente. Mi único miedo ahora es: ¿Tendrán aún suficientes ideas en la manga para que la serie no tenga que finalizar por todo lo alto cuando se resuelva la inevitable confrontación con Samaritan?

En ¡Vaya Tele! | 'Person of Interest' ha sido la mejor serie de esta temporada

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