Antonio Lobato, ¿apoyo español o fanatismo exagerado?

Antonio Lobato, ¿apoyo español o fanatismo exagerado?
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Mañana domingo termina la temporada 2010 de Fórmula 1, y con éste son ya siete años los que Antonio Lobato lleva encabezando las retransmisiones a nivel nacional para nuestro país, cinco en Telecinco y dos en laSexta. Lobato es un símbolo de este deporte, y su imagen está asociada a la de Fernando Alonso por múltiples causas, tanto en lo deportivo como en lo personal, donde ambos mantienen una amistad demostrada en muchas ocasiones (suya fue la exclusiva del fichaje por Ferrari y a él le concedió la primera entrevista tras el anuncio). Ahora bien, ¿es Antonio Lobato un comentarista de calidad?

A este lado de la pantalla, su figura despierta muchos odios entre los llamados “expertos” de la Fórmula 1. ¿Por qué? Los argumentos que se lanzan en su contra son, sobre todo, el exagerado partidismo hacia Fernando Alonso, su radicalidad a la hora de opinar o los fallos que comete cuando retransmite las carreras. Mucha gente opina que sus comentarios y los del equipo deberían ser neutrales, pero yo me pregunto: ¿Acaso existe alguna retransmisión televisiva de un deporte de masas en la que sus comentaristas sean neutrales?

Fútbol, tenis, baloncesto, rallies… ¿Alguien se imagina la final del pasado Mundial de Fútbol narrada de forma neutral? ¿O una retransmisión de la final del Roland Garros sin que el comentarista diga aquello de: “Vamos Rafa“? Antonio Lobato (y el resto de comentaristas, Jacobo Vega y Marc Gené) no hacen más que tirar para su campo, como hacen todas las televisiones de todos los países en todos los deportes que uno se pueda imaginar. Es lo que el espectador espera y lo que da audiencia, y por tanto me parece lógico y perfecto que opten por comentar de esa manera.

A este lado de la tele la mayoría no somos “expertos” de la Fórmula 1, sino espectadores en busca de diversión y de vivir intensamente los logros del deporte español; muchos no conocen el significado de las palabras “pole”, “pit lane” o “graining” y cuando se sientan en el sofá esperan una narración intensa y cercana que les permita meterse en el juego, no unos comentarios monótonos llenos de jerga. Y de igual forma, esperan que se apoye y se hable de los deportistas españoles, que al fin y al cabo son los que atraen masivamente a la audiencia.

Por tanto, ¿podemos reprocharle algo a Antonio Lobato y a su equipo de comentaristas? En mi opinión personal, a grandes rasgos hacen un trabajo excelente de cara al espectador medio, y sólo puedo animarles a que sigan narrando, retransmitiendo y viviendo con tantísima pasión las carreras de Fórmula 1. El resto, la minoría ofendida por la parcialidad y el forofismo de sus palabras, que le quite el sonido a la televisión o se ponga la radio como en los partidos de fútbol.

Mañana domingo llega la última carrera del año, y en caso de que Alonso salga victorioso de cara al Mundial habrá gritos, abrazos, elogios y todo un sinfin de emociones por parte de Lobato y los suyos. Los tuvimos en la final del Mundial de Futbol, los tenemos cada vez que Rafa Nadal se hace con un torneo de tenis, y es lógico que también los tengamos en la Fórmula 1.

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