Belén Prieto
EditoraJesús Bonilla ha sido durante años (y lo sigue siendo) uno de los rostros más reconocibles y queridos de la televisión española. Muchos lo recordamos con especial cariño por su papel de Santiago en 'Los Serrano', una serie que marcó a toda una generación y que consolidó su estatus como un actor imprescindible de la pequeña pantalla. Pero su carisma le convirtió en una figura recurrente tanto en la comedia como en el drama televisivo
El actor supo conectar con el público desde el principio gracias a su talento y a su versatilidad, y también brilló en títulos como 'Pepa y Pepe', '¡Ay, Señor, Señor!', 'Periodistas' o 'El chiringuito de Pepe'. Además, dirigió y protagonizó 'El oro de Moscú', una comedia de principios de los 2000.
Sin embargo, aunque parezca mentira tratándose de alguien que ha estado tan presente en el panorama audiovisual durante años, llegó un día en el que Jesús Bonilla desapareció del foco mediático. Un cúmulo de circunstancias personales, financieras y de salud lo alejaron del trabajo y lo empujaron a llevar una vida mucho más discreta.
Un golpe difícil de encajar
Aunque al principio tenía pensado estudiar Química, la vida llevó a este actor por un camino completamente distinto. Sus andanzas empezaron sobre las tablas en el mundo del teatro, pero pronto dio el salto a la televisión con series como las mencionadas 'Periodistas' o la icónica 'Los Serrano', donde dio vida a Santiago, el hermano mayor del personaje de Antonio Resines.
Y curiosamente, su llegada a esta última serie fue algo inesperada. Según contaba en un especial de la cadena Cuatro, fue el propio actor quien convenció a Resines para sumarse al proyecto.
Globomedia no se atrevía a llamarle a él directamente, así que me llamaron a mí, por si le podía convencer para tener una reunión. A mí me interesaba porque me iban a pagar el doble casi si le convencía.
El resto es historia, aunque según vio en una entrevista con El Mundo, 'Los Serrano' tenía una premisa muy sencilla que conectó rápidamente con el público.
La clave de 'Los Serrano' era que los hombres siempre perdíamos. Las mujeres nos ganaban en todo. Nos pintaban de torpes y a ellas de listas, y el público se sentía identificado
Así fue como arrancó una etapa muy fructífera de la televisión, que acabaría llevando a Bonilla también al cine, con su debut como director en el cine y a otras ficciones como 'El chiringuito de Pepe', que se emitió durante dos temporadas.
Sin embargo, la vida del actor también estuvo marcada por algunos momentos muy duros. En 2008, apenas dos años después de su etapa más mediática, se arruinó a raíz de la quiebra del banco Lehman Brothers, un episodio que, como él mismo contó en el mismo especial, marcó un antes y un después, recordando que “fue un punto de inflexión en mi vida profesional, personal y psíquica”.
A raíz de esa pérdida (que según medios como El Televisero llegó a alcanzar los 400.000 euros), comenzó a padecer un trastorno depresivo que arrastró durante años, admitiendo que encadenó “visitas a psiquiatras, medicación, y así hasta ahora”.
Más adelante, en una revisión rutinaria, le detectaron un aneurisma de aorta que le obligó a alejarse durante un tiempo del foco mediático. Desde entonces, se ha convertido en un firme defensor del autocuidado, y así lo explicó: “Quiero advertir a la gente que tiene antecedentes familiares que, a partir de los 50, se haga una ecografía”.
Desde entonces, Bonilla lleva una vida más tranquila, alejada del foco mediático, mientras se recupera y disfruta de su vida personal. Este septiembre cumplirá 70 años, y aunque su figura se haya vuelto más discreta, su legado en la televisión sigue intacto.
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