El increíble caso de David Manning: cuando Hollywood se inventó un crítico de cine para promocionar sus películas

El increíble caso de David Manning: cuando Hollywood se inventó un crítico de cine para promocionar sus películas

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Anton Ego

Los estudios de Hollywood prestan mucha más atención a la opinión de los críticos de cine de lo que muchas personas creen y hubo una época en la que incluso dio pie a que Sony se inventase a uno para poder incluir frases laudatorias para algunos de los estrenos de Columbia Pictures. El “crítico” en cuestión se llamaba David Manning y hay que remontarse a verano del año 2.000 para conocer lo sucedido.

Un plan aparentemente perfecto

Fue entonces cuando un ejecutivo de Sony cuya identidad se desconoce decidió inventar a David Manning del periódico The Ridgefield Press. El nombre era el de un conocido suyo, mientras que eligió esa pequeña publicación porque el ejecutivo en cuestión se había criado en esa pequeña localidad del estado de Connecticut. Todo estaba calculado y la primera película en verse afectada por ello fue ‘El patriota’, estrenada en Estados Unidos el 30 de junio del año 2.000.

Hombre Sombra

La jugada le salió bien y decidió seguir utilizando a Manning para promocionar títulos como ‘El hombre sin sombra’, ‘Límite vertical’, ‘Los malditos: Vampiros del desierto’, ‘Destino de caballero’ y ‘Estoy hecho un animal’. Parecía que nadie iba a darse cuenta de lo sucedido, pero la cosa cambió el de 1 de junio de 2001.

Se destapa la verdad

El periodista John Horn llevaba tiempo trabajando en un artículo sobre las prácticas de algunos estudios de invitar con todos los gastos pagados a críticos de publicaciones muy pequeñas para que valorasen algunos de sus próximos lanzamientos. Normalmente de ahí salían citas suficientes para destacarlas como poco menos que la segunda venida de Cristo, pero ese artículo llevó a Horn a contactar con The Ridgefield Press para poder hablar con Manning y fue entonces cuando se descubrió la verdad.

Desde The Ridgefield Press avisaron a Horn de que el tal David Manning no existía, lo cual llevó a Horn a publicar un artículo en Newsweek destapando la mala práctica realizada por Sony. Desde la compañía no dudaron en reconocerlo, achacándolo a la decisión en solitario de un único ejecutivo y emitiendo el siguiente comunicado:

Fue una decisión increíblemente estúpidas y estamos horrorizados. Estamos investigándolo y tomaremos las medidas necesarias.
Animal

El escándalo saltó coincidiendo con el estreno de ‘Estoy hecho un animal’, por lo que rápidamente hubo que hacer cambios en la campaña promocional de la película con Rob Schneider. Sin embargo, algunos llegaron a lanzarse con la frase de Manning destacada en lo más alto del cartel: “Los productores de ‘Un papá genial” han entregado otro triunfo”. A fin de cuentas, si puedes elegir qué destacar, siempre será mejor la que puedas diseñar a tu gusto.

Los problemas no tardaron en acumulársele a Sony, ya que apenas unos días después salía a la luz que el estudio había usado empleados propios como espectadores de ‘El patriota’ para spots televisivos, los cuales la definían como la película perfecta para una cita. El estudio reconoció haber hecho algo similar meses después con ‘Snatch: Cerdos y diamantes’, señalando que se había cambiado de equipo de marketing y que prácticas así habían quedado desterradas para siempre.

Sony no tardó en retirar los carteles e insistió en que fue una decisión tomada en solitario por ese ejecutivo anónimo, pero se resistió a admitir responsabilidades, echando de la libertad de expresión como justificación. No les funcionó, ya que varios espectadores demandaron a la compañía por estafa.

Las consecuencias legales

Patriota

Como era de esperar, Sony intentó que se anulase la decisión que la justicia tomó en su contra, sin conseguirlo aunque de forma ajustada, ya que uno de los tres magistrados de la Corte de Apelación de California sí dictó a su favor, apuntando que era “el caso más frívolo” de su carrera y que las frases de Manning no engañarían a ningún espectador.

Finalmente, Sony optó por llegar a un acuerdo extrajudicial en agosto de 2005 por el cual a cambio de no asumir ningún tipo de responsabilidad, aceptaba pagar 5 dólares a quienes hubiesen visto algunos de los seis títulos en cuestión hasta una cantidad máxima de 1,5 millones de dólares. Además, en el caso de que no se llegase a esa cantidad, la cifra restante sería donada a la caridad. 

De esta forma, quedó zanjado el caso de David Manning, aunque muchos seguro que agradecerían saber en algún momento qué fue lo que hizo sentir a alguien de Sony la necesidad de inventarse a un crítico de cine. Me temo que eso nunca lo sabremos.

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