Del cine español como género a sus males

Del cine español como género a sus males
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A propósito de la consideración por parte del público español que el cine que se realiza en este país es demasiado intelectual (si lo comparamos con todas las secuelas y películas de robots mecanizados que inundan la cartelera, uno podría pensar que sí), me viene a la mente la visión que tiene la propia industria y la SGAE de dónde está el verdadero problema del cine español. ¿Es el propio público que le da la espalda a nuestro cine? ¿O es la industria la que ve enemigos donde no los hay y ataca a la descarga de películas como el verdadero mal del fracaso del cine español? Algo pasa, sin duda.

Para reflexionar sobre la primera pregunta, Nacho Vigalondo esta hablando en su blog del "Puto cine español 1" y "Puto cine español 2", reflexionando, acertadamente, sobre la forma que tiene de entender el público el cine que aquí realizamos, y lo rápido que hunden a los buenos cortometrajistas que existen, por el hecho de atreverse a realizar una película. Al final, hagan lo que hagan será calificado de cine culto o españolada, como si de un género se tratase, cuando no es un género y no se ha ganado ese calificativo

Con respecto a los males, Juan Cueto lo resume perfectamente en un párrafo de Cabreoterapia:

Por ejemplo, esta huelga de nuestras salas cinematográficas contra esas cuotas de exhibición euro-españolas y el mismo día en que los actores del cine casero reclamaban sus olvidados "derechos de creación" y la SGAE, luego de la batalla del top manta, le declaraba la guerra total a los frikis que bajan pelis en sus ordenadores por el sistema universal del P2P y sin tener en cuenta la muy subdesarrollada realidad nacional de la banda ancha. Ahí tenemos, espléndidamente embarullados en un solo día, todos los problemas del celuloide patrio: el control de las majors de Hollywood sobre nuestra salas, la indigencia comercial de nuestras producciones, a pesar de esas subvenciones que pueden financiar una película sin necesidad de su estreno, y la provinciana lucha sin cuartel contra las nuevas técnicas globales de ver pelis y series.

La lluvia de estrenos americanos, que nos hacen consumir las majors, y su, excelente,no hay que negarlo, máquina de marketing, se enfrenta con la inexistente y pobre manera de promocionar películas del cine español, basada en el nombre del cineasta, que hace que la gente no vaya a ver cine español, porque desconocen que existen o hay en cartelera esas películas. Si a eso añadimos el hecho de que todas las películas se doblen, la diferencia entre cine español y extranjero es muy pequeña. Y esos males hay que juntarlos con la guerra declarada a la piratería, que no al P2P, que no es piratería, y que en ocasiones sirve para conocer cinematografías que de otra manera sería imposible saber que existen (y ahí entra el cine español en conjunto, no como género). Si por el hecho de descargarte una película de un director del que desconoces todo porque nadie se ha molestado en decirte quién es o qué ha hecho, supone un mal para el cine español, quiero que la SGAE me demuestre que los españoles con el P2P estamos descargando tal cantidad de películas españolas, que llevan a estas al fracaso. Y si me apuran les planteo una pregunta como la prueba del algodón: ¿Cuántas películas españolas se ven en el top manta? ¿Por qué no les persiguen de la misma forma a cómo hacen con los que no piratan películas en P2P?

Es una guerra sin sentido. En vez de reconocer los males, lo fácil es mirar para otro lado, decir que nada se puede hacer contra la piratería y que ésta es una lacra. Pero claro, reconocer los propios errores no va en la cultura española.

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