'First Dates': un soltero de Polán se niega a besar a su cita. "Se me han quitado las ganas de seguir coqueteando"

Manuel piensa que el tamaño sí importa y Frederick suele rajarse cuando la cosa se pone seria

First Dates
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No hay que dar nada por supuesto en 'First Dates'. Todo parecía ir bien en la cita de Manuel y Frederick, hasta que el primero se negó a darle un beso al segundo y eso hizo que se esfumara en el acto cualquier interés que pudiera tener en él.

Solo un beso

Manuel tiene 23 años, es de Polán (Toledo) y estudia Humanidades. Su perdición es Shein y le encanta irse de compras. "Soy tan cabezón que perdí 30 kilos en tres meses. Cambia la percepción de la gente hacia ti, tú sigues siendo gordo por dentro" fue su reflexión.

Frederick estudia Informática, tiene 19 años y viene desde Colmenar Viejo (Madrid). Dice que una de las cosas que más miedo le dan es comprometerse al 100% con una relación. Al ver a Manuel, le pareció mono aunque le sorprendió saber que vivía "tan lejos".

Manuel confesó que tenía un problema genético con el cilantro porque le sabía a jabón y que era cariñoso. No obstante, ninguno de los dos creía haberse enamorado nunca: "El amor son procesos químicos, dopamina y oxitocina. Cuando eso se acaba, te quedas con las bondades y los defectos" describió el toledense.

Él contó que había tenido tres parejas y Frederick le reconoció que no había tenido ninguna, porque a veces no se veía capaz de ser fiel: "Cuando veo que puedo llegar a tener algo estable con alguien, me rajo". Manuel le contestó que él buscaba algo serio: "Para follar, cualquiera se puede abrir Grindr".

First Dates Decision

Hablando de sexo, Manuel explicó que solía ser activo y Frederick le dijo que era más pasivo: "Me gusta que me den caña y soy muy morboso". En cuanto a si el tamaño importa, el segundo pensaba que no y el primero creía que sí: "Aunque también hay que saber usarla. Soy una persona muy sexual".

Cuando en el reservado les salió la prueba de acariciar los labios de su cita con la lengua, Manuel se negó en redondo: "No puedes regalarte". Frederick no quiso ni darle un beso en la mejilla porque se había sentido rechazado: "Se me han quitado las ganas de seguir coqueteando". Por eso, terminó rechazando a Manuel cuando este le propuso una segunda cita. "Lo que pasa es que te ha dolido en el ego, no es problema mío" se defendió el toledense.

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