'La chica en la niebla', un efectivo thriller con un final innecesariamente sobrecargado

'La chica en la niebla', un efectivo thriller con un final innecesariamente sobrecargado

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'La chica en la niebla', un efectivo thriller con un final innecesariamente sobrecargado

Se han hecho ya tantas películas -y series- alrededor de la investigación de uno o varios asesinatos que lo suyo sería que ya nos hubiésemos cansado de ese tipo de relatos. Sin embargo, tienen algo que nos seduce, ya ser por las pesquisas para resolverlo, la rivalidad entre policía o criminal o la posibilidad de jugar con una atmósfera opresiva y/o enfermiza que transmita bien al espectador la desazón de las personas conectadas con las víctimas.

En ‘La chica en la niebla’ (‘La Ragazza Nella Nebbia’) hay un poco de todo eso, ya que Donato Carrisi opta por adaptar su novela de tal forma que presta atención a todos los frentes posibles. Eso se traduce en un thriller un tanto peculiar que va atrapándote pese a ciertos deslices por el camino pero que acaba desfalleciendo en un desenlace en el que se abusan de los giros de forma innecesaria.

Una investigación diferente

Chica Niebla Toni Servillo

Lo más habitual en este tipo de propuestas es que se nos presente una acción ejemplar por parte de la policía, donde la búsqueda de la verdad y la necesidad de las pruebas son las dos grandes bases de su investigación. En ‘La chica en la niebla’ se huye a menudo de ese ideal para mostrarnos a un veterano detective que parece dejarse llevar por lo que parece que ha sucedido, haciendo lo indecible para salirse con la suya.

Toni Servillo, al que muchos recordaréis por su trabajo en ‘La gran belleza’ (‘La Grande Bellezza’), tiene con ese personaje un material de primera para lucirse, ya que es más rico en matices de lo habitual en estos casos. Eso permite a Carrisi explorar tanto su peculiar relación con la prensa, donde las alianzas van cambiando con rapidez pero de forma creíble, como sus métodos alejados de los cauces habituales, en los cuales impera vender que alguien es el culpable. Las pruebas ya llegarán.

No obstante, eso también podría acabar cansando, por lo que Carrisi también presta una notable atención al principal sospechoso del crimen, tanto que durante los primeros minutos en los que todo se centra en el profesor interpretado por un muy convincente Alessio Boni uno puede llegar a pensar que a dónde nos está intentando llevar la película. No es habitual tomarse con tanta calma este punto cuando ya se había empezado a construir una atmósfera vinculada al caso que aparentemente se rompe sin motivo.

‘La chica en la niebla’ se equivoca sobrecargando el final

Alessio Chica Niebla

Lo curioso es que ese pequeño paso atrás es lo que realmente necesita la película para llegar a diferenciarse de multitud de propuestas similares. De hecho, ‘La chica en la niebla’ juega muy bien con la posibilidad de que sea un falso culpable y que el policía interpretado por Servillo simplemente esté obsesionado con colgarle el muerto. Se crea ahí una dinámica que nos mantiene atentos a la historia que nos cuenta el agente de la ley, ya que desde el principio se nos remarca que prácticamente todo lo que vemos se trata de una sucesión de flashbacks.

Carrisi añade a eso una evolución convincente de la investigación que incluye un recurso que por un momento me hizo pensar que la película podría acabar bebiendo algo de los giallo, pero no, aquí todo lo relacionado con la muerte nunca pasa a primer plano, ni siquiera cuando tiene una oportunidad de oro para ello. Por mi parte, no quería que eso sucediera, pero es partir de ahí cuando ‘La chica en la niebla’ deja de lado el jugar al despiste y la necesidad de crear un efectivo clima de suspense -hay varios momentos con una gran fuerza visual- para dejar paso a los giros con los que impactar al espectador.

Ahí Carrisi se complica demasiado sin necesidad jugando al más difícil todavía sin ofrecer nada más al público que una sobrecarga de sorpresas que tampoco lo son tanto si uno ha visto muchas de estas películas y tiene el cerebro activado para intentar pensar qué escenarios son viables en su final. Por mi parte se me ocurrieron varios y, por desgracia, utiliza una de ellos que pensaba que sería un buen ejemplo de golpe de efecto gratuito. Una pena.

En definitiva, ‘La chica en la niebla’ es un thriller bastante eficaz durante la mayor parte de su metraje y que logra diferenciarse lo suficiente de otras propuestas similares para que uno nunca lo perciba como rutina bien presentada. El problema es que al final se pasa de vueltas y deja con un sabor de boca un tanto agridulce. Pese a ello, su visionado no es tiempo mal empleado.

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