'Estoy pensando en dejarlo': una fascinante y desconcertante pesadilla de Charlie Kaufman para Netflix

'Estoy pensando en dejarlo': una fascinante y desconcertante pesadilla de Charlie Kaufman para Netflix

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Escena Estoy Pensando En Dejarlo

Netflix tiene previsto estrenar en septiembre varias películas que despiertan como mínimo la curiosidad. Desde ese curioso spin-off titulado ‘Enola Holmes’ hasta la adaptación de ‘El diablo a todas horas’ con un reparto potentísimo, pero la primera en llegar este mismo viernes día 4 será ‘Estoy pensando en dejarlo’, el tercer largometraje dirigido por Charlie Kaufman.

Kaufman saltó a la fama como guionista de títulos tan celebrados como ‘Cómo ser John Malkovich’, ‘Adaptation (El ladrón de orquídeas)’ u ‘Olvídate de mí’, pero lleva ya más de una década sin firmar el libreto de una película cuya puesta en escena corra también a su cargo, lo cual también significa que no hemos visto nada suyo desde ‘Anomalisa’, estrenada en el ya lejano 2015. Ahora vuelve con una película muy en la línea de sus obsesiones creativas que consigue atraparte con un fascinante relato con tintes pesadillescos.

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Imagen Pensando Dejarlo

Un hombre y una mujer charlando mientras viajan en un coche. Eso es algo que podría resumir la mayor parte de ‘Estoy pensando en dejarlo’ si lo redujésemos todo a su mínima expresión y también un material que sobre el papel no parece demasiado estimulante. Por suerte, lo que realmente importa siempre no son las situaciones, sino cómo los responsables de una película las llenan y ahí es donde Kaufman saca a relucir su talento, empezando por un brillante manejo de la voz en off, un recurso tan sugestivo como muchas veces mal utilizado.

Apenas pasan unos instantes de metraje cuando descubrimos que el personaje interpretado por Jessie Buckley está pensando en dejar a su pareja en la ficción con el rostro de Jesse Plemons pese a que actualmente está yendo a conocer a los padres de él. Es una situación peculiar que podría girar perfectamente en multitud de direcciones, desde lo incómodo a lo cómico, pero Kaufman prefiere apostar por un enfoque algo más realista que poco a poco va dando pie a situaciones extrañas, sobre todo a partir de la llegada a su destino. Una sensación de encierro que el propio formato de pantalla potencia desde el primer momento.

Pensando Dejarlo Escena

Sin embargo, antes de que eso ocurra podemos conocerla mejor a ella a través de las reflexiones que va realizando, donde no se busca tanto la exposición de su situación actual como los vaivenes emocionales para determinar si quiere o no cortar con él. Por ello, el contraste entre lo que dice y piensa llega a ser notable en ciertos momentos, permitiendo a Buckley lucirse desde la sencillez. Sus pensamientos van de lo cálido y certero a lo distante y confuso, situación que seguramente alcance su techo durante estos primeros minutos cuando recita algo que no ha escrito atribuyéndose su autoría.

‘Estoy pensando en dejarlo’ perfectamente podría haber descarrillado durante esos primeros minutos, pero Kaufman sabe muy bien qué ingredientes potenciar de la novela original de Ian Reid para llevar el material a su terreno. Primero para profundizar en la psique de su protagonista y luego para ir enrareciendo cada vez la peculiar cena con sus padres. Al principio uno puede pensar en una incomodidad en la línea de lo esperable en una situación así, pero a Kaufman no le interesa lo meramente superficial y todo va resultando cada vez más chocante, tanto para ella como para nosotros.

Complicándolo todo cada vez más

Escena Pensando Dejarlo

Ya sea a través de pequeños detalles o con cambios mucho más obvios y evidentes -todo ello sabiamente equilibrado a través del preciso montaje de Robert Frazen y la exquisita fotografía de Lucasz Zal-, es en este tramo de la película donde ‘Estoy pensando en dejarlo’ resulta especialmente subyugante, captando a la perfección el sentimiento colindante con la angustia de ella por poder salir de allí para que la tormenta de nieve no les obligue a pasar la noche allí.

También entonces es cuando queda claro que no debemos fiarnos de la literalidad de lo que la película nos está contando. Ya previamente había algunas pistas que obligaban a replanteárnoslo y Kaufman juega con ella en todo momento a partir de entonces de forma cada vez más pronunciada hasta llegar a un desenlace en la que opta por una solución más críptica en lugar de apostar por un explicación en la línea del libro, más clara para no dejar con dudas al espectador, aunque a lo largo del metraje haya varias pistas que apuntan claramente en esa dirección.

Es también en ese tramo final cuando ‘Estoy pensando en dejarlo’ fluye narrativamente más en la línea de ‘Synecdoche, New York’, su primer trabajo tras las cámaras, pero Kaufman ha progresado como director desde entonces para que sus juegos narrativos encajen mejor, incluso cuando alguna de sus decisiones desde el guion puede resultar como mínimo chocantes. No voy a exagerar y decir que todas dan en la diana, pero sí que hay una trabajada conexión entre ellas y las excelentes interpretaciones de Buckley y Plemons ayudan a ello, aunque justo sea reconocer que la película brilla más cuando casi todo el peso recae sobre ella.

En resumidas cuentas

‘Estoy pensando en dejarlo’ es una película muy a tener en cuenta siempre y cuando no tengas problemas con las propuestas diferentes que quizá llevan un poco más allá de lo necesario el juego que plantea tanto con los personajes como con el espectador. Por mi parte, pocas veces recuerdo durante los últimos tiempos que una cinta me enganchase tanto como ésta durante su primera hora, teniendo ya algunos peros después, pero ninguno tan importante como para que pudiese destruir todo lo conseguido hasta entonces.

Puedes ver 'Estoy pensando en dejarlo' en Netflix a partir del 4 de septiembre.
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