'Mentes poderosas': floja introducción a un mundo de superhéroes donde no apetece quedarse

'Mentes poderosas': floja introducción a un mundo de superhéroes donde no apetece quedarse

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'Mentes poderosas': floja introducción a un mundo de superhéroes donde no apetece quedarse

Hollywood ha recurrido a menudo a sagas literarias juveniles de éxito durante los últimos años, aunque luego solamente los casos de ‘Crepúsculo’ y ‘Los juegos del hambre’ se pueden calificar de éxitos económicos indiscutibles, y en otros casos ni siquiera llegaron a adaptar todos los libros, incluso aunque solamente faltase una película para completar la franquicia como sucedió en el caso de La serie Divergente.

Eso no quita para que los productores sigan buscando su nueva gallina de los huevos de oro. En el caso de Fox conviene destacar que se quedó hace bien poco sin ‘El corredor del laberinto’ y ahora apuestan por ‘Mentes poderosas’ como el posible inicio para su nueva saga juvenil con orígenes literarios. En Estados Unidos el público no ha mostrado especial interés en ella y no les culpo, ya que sabe a mera introducción para una historia que tampoco deja con ganas de más.

Desaprovecha sus cartas

Escena Mentes Poderosas

El inicio de ‘Mentes poderosas’ plantea un mundo en el que la gran mayoría de menores de 18 años ha muerto por culpa de una pandemia, mientras que los escasos supervivientes han desarrollado superpoderes y el gobierno ha lidiado con ellos exterminando a lo más peligrosos y encerrando en campos de concentración a los que son más fáciles de manejar. Como punto de partida no suena mal, pero es algo que hay que saber desarrollar y en ‘Mentes poderosas’ todo tiende a la superficialidad.

Me da que algunos asumirán ahora que eso es lo habitual en propuestas de este tipo, pero aquí me gustaría incidir en ello porque resulta especialmente destacable. Es verdad que el guionista Chad Hodge tenía que incluir varios elementos de la mitología de este universo, pero a duras penas sabemos que el gobierno es muy malo, que hay una especie de pequeño oasis para la gente con superpoderes y una organización que no se sabe hasta qué punto puede ser de ayuda a la protagonista o no.

Daba por sentado que en ‘Mentes poderosas’ iba a haber una especie de triángulo amoroso en un momento u otro y que las ideas que plantea se iban a estirar todo lo posible para alargar la resolución de la historia. De esta forma se hereda lo peor de dos mundos, quedándose con la exagerada tendencia a dejar cosas para resolver más delante de la novela y también pasando por algo cualquier intento de profundizar en algún detalle del libro para que todo encaje en 100 minutos de fast food cinematográfico para adolescentes.

‘Mentes poderosas’ tiene muy poco que aportar

Imagen Mentes Poderosas

Incluso el gran drama personal de la protagonista con su familia, que es lo que realmente motiva sus acciones -el hecho de estar en constante peligro está tratado de forma bastante irregular, prefiriendo mostrarla cómo sienta las bases de la relación con sus nuevos amigos y dejando la amenaza exterior como algo puntual-, queda algo desteñido, recurriendo a él de forma interesada en lugar de ser algo que realmente deje huella en ella de forma constante.

A su favor cuenta con que existe cierta química entre los cuatro protagonistas, aunque justamente la menos fluida de todas ellas sea la que hay entre Amandla Stenberg y Harris Dickinson cuando es ahí donde está una subtrama romántica muy poco estimulante. Más allá de eso conviene destacar que la directora Jennifer Yuh consigue que el ritmo sea bastante fluido y uno no llegue a aburrirse del todo pese a tener muy poco a lo que hincarle el diente si no eres el tipo de espectador al que va dirigida ‘Mentes poderosas’.

Visualmente tampoco tiene nada especialmente llamativo, aunque el ajustado presupuesto -apenas 34 millones de dólares- tampoco invita a realizar grandes dispendios en ese apartado. Lo que queda es la promesa de indagar un poco más en los detalles de su argumento que pueden haberte llamado la atención, pero no sé hasta qué punto lo harán realmente cuando hay otras cuatro novelas publicadas de la saga más allá de la que aquí se adapta.

En definitiva, ‘Mentes poderosas’ no es un horror de película equiparable a ‘Crepúsculo’, pero tampoco juega bien sus cartas y deja más con la sensación de ser el piloto de una serie que probablemente no seguirías viendo que el inicio de una franquicia que te vaya a llevar de vuelta al cine en más ocasiones. De hecho, es más para ver y olvidarte rápidamente de ella porque más que hacer las cosas mal, las haces todas regular.

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