Por qué recomiendo ver 'Doctor en Alaska' en pleno 2023

Por qué recomiendo ver 'Doctor en Alaska' en pleno 2023

Retrocedemos a los 90 para redescubrir un viaje existencial y generacional que sigue vigente

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Doctor en Alaska

A principios de los años noventa, cuando La 2 comenzó su emisión, yo apenas llegaba a los tres o cuatro. Recuerdo una sensación desasosegada al despertarme a las tantas con el sonido de la melodía inconfundible de esos títulos de crédito. A decir verdad, esa armónica atronadora siempre me ha resultado un poco inquietante, y aun así, por alguna razón, la música de 'Doctor en Alaska' ('Northern Exposure') entonces me transmitía tranquilidad, un sentimiento de familiaridad, de que todo está bien.

En realidad, nunca he sabido muy bien de qué iba todo eso, La 2, fiel a su costumbre de programar sus mejores bazas a última hora del día, no daba mucho margen a una niña de esa edad a asomarse y echar un vistazo. Aprovechaba cualquier excusa que me hiciera despertar para mirar la tele de reojo al pasar por delante de la puerta entreabierta del salón, con la curiosidad de estar ante un evento destacado de la semana. Nunca se me ocurrió preguntarle a mi madre qué era ese programa de la tele que nunca se perdía, o quizá sí lo hice y no le di demasiada importancia, pero sea como sea, sorprendentemente, esa melodía se quedó conmigo y me ha acompañado hasta hoy.

Aprovechando que Filmin ha rescatado esta obra generacional algo así como 30 años después, movida por una curiosidad que intuyo compartida con otros niños españoles de los noventa, finalmente me dispongo a desempolvar ese recuerdo, con el respeto de todo lo que viene envuelto en una frágil capa de nostalgia.

Más que nostalgia

Sería absurdo negar el factor nostalgia para empezar una serie como 'Doctor en Alaska' en 2023. Es más, casi parecería el motivo único por el que una serie desarrollada sobre una premisa fuertemente vinculada a la forma de vida y mentalidad de los noventa podría tener todavía interés tras la revolución tecnológica del nuevo milenio, especialmente si consideramos la evolución brutal de las comunicaciones y la movilidad de la última década.

Sin embargo, aun con sus 30 pesados años encima, la serie conserva una prodigiosa vigencia que conecta asombrosamente la generación de nuestros padres con la nuestra. Una muestra de que nuestras preocupaciones no distan tanto de las de nuestros antecesores y que nuestra juventud en realidad no es tan diferente de la que vivieron nuestros padres.

Aun en los tiempos de mayor conexión de la historia, el vagar, el buscarse y encontrarse, descubrirse perdido y añorando otro momento y otro lugar siguen siendo nuestras constantes. Y nuestro nomadismo actual en busca de las mejores experiencias y oportunidades de trabajo no es tan diferente a ese exilio medio forzado del doctor Fleischman (Rob Morrow) en la naturaleza alaskeña.

Un viaje existencial a la América profunda

Un recién graduado médico neoyorquino aterriza en medio de una zona rural de Alaska, totalmente despoblada pero en pleno deseo de progreso, mientras que sigue aferrada a las costumbres ancestrales propias de la tierra, con el orgullo de lo autóctono. Él, acomodado y algo soberbio aunque con buen fondo, arrastra la mirada altiva de esa juventud cosmopolita que vive a la última y choca descaradamente con el nuevo medio, aparentemente inhóspito.

Doctor En Alaska

Atrapado en una comunidad cerrada de rutinas marcadas y aparentes pocas vías de escape, mucho antes de acuñar el concepto de vuelos low cost y siempre en busca de un teléfono público, el Doctor Fleischman representa un protagonista con muchas capas dentro de una serie clásica en su género.

Con un tratamiento más próximo al cine indie americano, más extendido en la ficción televisiva actual que en sus series coetáneas, el personaje atraviesa su propio viaje existencial en forma de introspección canalizada por medio de las circunstancias que le han tocado y de las que tan amargamente se queja desde una posición más cómoda de lo que podría parecer.

El anhelo y la contradicción, la abstracción de las ideas y la raíces, el estar presente y el desear estar en otro lugar y por encima de todo ello, la construcción de la sensación del hogar, forman parte del viaje interior de un personaje que representa la adaptación al cambio y la evolución.

'Doctor en Alaska', una serie generacional atemporal

La idea de un agente externo que sacude la cotidianidad, frente a la opresión silenciosa de un pueblo pequeño, representado de forma canónica como personaje colectivo con ciertos rasgos comunes, es una fórmula que probablemente no inventó 'Doctor en Alaska' (más pertinente en su título original 'Northern Exposure'). Sin embargo, su propuesta más que vigente en 2023 confirma la nueva ola de dramas rurales como una revisión de la anterior y la expresión de esa necesidad colectiva de vuelta a los orígenes tras la pérdida del arraigo.

Doctor Alaska (Northern Exposure)

Plagada de referencias culturales poco trilladas a pesar de los lugares comunes y, dejando pasar la obsolescencia de ciertos usos de los noventa, 'Doctor en Alaska' reaviva la reflexión sobre temas universales de nuevo puestos en cuestión como el ecologismo o la identidad racial. El viejo debate entre campo y ciudad reabierto tras el hartazgo de la pandemia, constituye la base de una narrativa que treinta años atrás ya transitaba los clichés sobre la modernidad y las posibilidades de desarrollo personal frente a la esencia de lo natural y la plenitud del alma.

Temas recurrentes que confirman la vigencia de esta serie, que nos hace cuestionar de nuevo el mundo lleno de posibilidades de hoy en día. Y sí, con la mirada del paso de los años, encontramos un fragmento de vida generacional producto de los hábitos de su tiempo, pero su apelación a nuestra propia actualidad puesta en perspectiva da vértigo.

Quizá Fleischman no podía hacer una videollamada en medio del bosque, ni habría soñado con la posibilidad de subir a Instagram la vista desde lo alto de la caseta del guarda forestal de Cicely, pero más allá de testigo de un estilo de vida, 'Doctor en Alaska' se consolida como obra atemporal de cualquier generación de treintañeros, nosotros redescubriéndola ahora, nuestros padres frente a la tele entonces y posiblemente también dentro de unos años los tiktokers de hoy.

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