Una de las decisiones que se toman en la temporada 2 de 'The Bear', que estrena hoy miércoles Disney+, es el cambiar (ligeramente) el caos de los fogones por la pesadilla de una reforma. Una nueva situación para los personajes liderados por Carmy (Jeremy Allen White) que ya avisa de que no quieren repetir la jugada.
Algo que ha sido todo un acierto que hace evolucionar y crecer a la que fue una de las grandísimas sorpresas de 2022. Si bien siguen teniendo el caos, cierto estrés traumático y ansiedades como señas de identidad, el regreso de la serie trae energías renovadas y un soplo de aire fresco.
En lo que vamos viendo los primeros episodios de esta temporada 2 se nos va desvelando el plan de Christopher Storer, creador de la serie: desperdigar de algún modo a nuestros protagonistas para que cada uno tenga su propio viaje alejado (algunos más, otros menos) del pequeño proyecto de restaurante.
Un menú de platos personales
Por ejemplo, en un episodio dirigido por Ramy Youssef ('Ramy') vemos a Marcus (Lionel Boyce) aprendiendo repostería con Luca (Wil Poulter), antiguo compañero de Carmy, en Dinamarca; a un escéptico Richie (Ebon Moss-Bachrach) teniendo un periodo de aprendizaje en uno de los restaurantes más top de la ciudad; o a Sydney (Ayo Edebiri) pateándose todos los restaurantes intentando reclutar personal.
También tenemos un episodio especial, de flashback, en el que asistimos a una caótica cena de navidad en el hogar de los Berzatto. Una casa llena de estrellas invitadas desde Jamie Lee Curtis hasta Sarah Paulson pasando por Bob Odenkirk o John Mulaney, entre otros.
Más allá de lo anecdótico de la lluvia de estrellas invitadas, este episodio refuerza que, si bien el Carmy de Jeremy Allan White sigue siendo el cabeza de cartel de la serie, 'The Bear' no es sobre él. Es sobre la familia. Ya sea literal o la laboral. Y sobre lo que nos da vida y nos mata. Sobre los lazos, lo que retiene y los traumas y circunstancias que mueven al plantel de personajes.
De esta manera, cada personaje tiene su hueco para su viaje personal, para afrontar sus demonios, sus dudas y esperanzas en lo que persiguen saber a qué están llamados dentro de este mundo tan estresante y en apariencia poco gratificante. Así, como si de un drama deportivo se tratase, el acto final de la temporada es ese momento clave y por el que han estado luchando y naufragando durante meses: la apertura del The Bear.
Un final de infarto
Evidentemente, no voy a ponerme a hablar de qué pasa en ese intenso episodio final (con un primer acto rodado en falso plano secuencia) pero tampoco es nada que no nos esperemos a esas alturas. Donde puede haber fallos, los hay y durante cuarenta minutos de infarto vemos a los personajes al límite del colapso.
Joanna Calo y Christopher Storer toman el consejo que da en un momento dado Carmy a Syd sobre lo que implica ir a por una estrella Michelín y lo aplican a la serie preocupándose hasta del detalle más nimio. Bajo su espíritu de serie independiente de la casa FX/Hulu se esconde algo mucho más ambicioso y con una ejecución precisa y con un control del equilibrio entre el drama y la comedia (sí, es muy cómica) sobresaliente.
Gran parte de la temporada 1 de 'The Bear' se construía en torno al trauma y el conflicto. Si bien sigue teniendo esto como temática, la serie evoluciona (o, más bien, profundiza) en ello con las ramificaciones y las raíces de ello mientras que, por otro lado, arrojan una luz mucho más optimista y de poner el énfasis en la superación y, en definitiva, en buscar la felicidad dentro del caos.
En definitiva, 'The Bear' vuelve a demostrar que es una de las mejores series (y, sí, mejores comedias) que tiene en su catálogo Disney+. La pesadilla en la cocina protagonizada por White crece en lo que abraza al coro de personajes y da un paso (gigante) adelante.
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