‘The Empty Man’: la primera gran película de horror adulto del año es una extraordinaria pesadilla metafísica

‘The Empty Man’: la primera gran película de horror adulto del año es una extraordinaria pesadilla metafísica

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‘The Empty Man’: la primera gran película de horror adulto del año es una extraordinaria pesadilla metafísica

Se estrena por fin en España ‘The Empty Man’, adaptación de la novela gráfica homónima de Boom Studios ilustrada por Vanesa Del Rey y escrita por Cullen Bunn, tras un estreno sorpresa y casi suicida en medio de la pandemia, con apenas un tráiler para anunciar la salida del film tan solo una semana antes del lanzamiento. En el caso de España, la historia se repite con un estreno emboscada, sin ningún tráiler previo, directamente en Movistar+ el 26 de febrero.

El maltrato por parte de la distribuidora puede hacer creer que el film carece de valores y no merece la pena, más con un tráiler que hace pensar que estamos ante otra ‘Slenderman’ (2018), pero nada más lejos de la realidad. ‘The Empty Man’ es un film de terror a fuego lento y con raíces literarias, radical en su inviabilidad comercial y un testamento al riesgo de los grandes estudios de cine. Es un caso similar al de ‘La cura del bienestar’ (The Cure For Wellness, 2017), con la diferencia de que no tiene un nombre como Gore Verbinski detrás.

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El destino de este film viene marcado, como el de otras películas como ‘Los nuevos mutantes’ (The New Mutants, 2020), por el accidentado proceso de compra de 20th Century Fox por parte de Disney, siendo, probablemente, el canto del cisne del célebre estudio, a menos que Dinsey tenga escondidos otros films en la recámara. Pero es improbable y este caso es tan flagrante que ni siquiera se han molestado en quitarle la entradilla de Fox a esta para cambiarla por Searchlight.

Una mirada apócrifa a Thomas Ligotti y Chambers

‘The Empty Man’ es una película desahuciada por el gran estudio, pero en realidad se produjo con intención de estrenarse en 2018, por lo que tiene ya al menos tres años y no es un dato baladí, puesto que en algunos aspectos se asemeja a la película de terror que más ha dado que hablar en los últimos años, ‘Hereditary’ (2018) de Ari Aster, sin embargo, la dilación del estreno la coloca en una posición de “imitadora” que de haber sido estrenada en ese mismo año habría resultado una convergencia sorprendente.

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Pero en realidad, la película de David Prior no tiene demasiado que ver con la de Aster, sino que conecta más con el terreno filosófico que surfea la línea entre el horror y la ciencia ficción cósmica, con la anatomía de autores como H.P. Lovecraft, Robert Chambers o Thomas Ligotti, siendo la visión en pantalla más precisa de los axiomas de este último que ha dado nunca el cine. Pero probablemente esto no diga mucho al espectador al que van dirigidos los tráilers, un repaso por los tropos del hombre del saco cinematográfico con los que nada tiene que ver.

Ni tiene que ver con ‘Nunca digas su nombre’ (The Bye Bye Man, 2017) o 'Candyman' (1992), ni es otra copia de ‘The Ring’ (2002), pese a que tenga algunos puntos en común en la presentación de la historia, pero que precisamente trata de subvertir la idea a través de un viaje personal con más que ver con ‘El corazón del Ángel’ (Angel’s Heart, 1987) o ‘La escalera de Jacob’ (Jacob’s Ladder, 1990), con la diferencia de que el aspecto de ciencia ficción y cultos soliptistas lo lleva a un terreno distinto, que además conecta estupendamente con el celebrado mediometraje de Pryor, ‘AM1200’ (2008), perteneciendo casi al mismo universo.

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Un film que no busca generar ni responder expectativas

Además, lejos de parecer un debut, a la puesta en escena de Prior se le nota su trabajo junto a David Fincher en unas cuantas películas, con lo que nos encontramos con un uso del panorámico (en la versiones que no han cortado, con el formato 2:39:1 correcto) poco común en el cine de terror actual, una fotografía de oscuros profundos y azulados ricos y un desarrollo de la historia que no se toma prisas y hace un buen uso de sus 135 minutos, que han sido objeto de crítica adicional para tratar de restar valores a un film que no se trata de postrar ante lo que los espectadores y críticos quieren que sea.

The Empty Man’ funciona como un reloj porque tiene claro su itinerario desde el principio (esa conexión final con lo visto en la cabaña). Su premisa de tulpas –algo nunca adaptado en el cine de terror– y sus conceptos existencialistas pueden hacerse demasiado abstractos, pero ser una obra densa no la convierte en algo inferior, sino diferente a las expectativas, que ya se encarga de romper con ese fastuoso prólogo de 22 minutos en paisajes sublimes de Bhutan, casi una película dentro de la primera, que parece un remake sobrio de ‘La máscara del demonio’ (La maschera del demonio, 1989), la revisión de Lamberto Bava del clásico de su padre.

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Sorprende que el film de Prior no haya sido, al menos, un estreno de honor para estrenar la plataforma ‘Star’, dado que el origen de la producción abría esa posibilidad. Sin embargo, tenemos que en España se estrenará por tiempo limitado en Movistar+, y como pasa con muchos otros filmes que pasan por allí, desaparecerá de la plataforma a los tres meses para quedar en un limbo que los hacen inencontrables, por lo que hace que su relevancia no coja oxígeno y no funciona con el boca a oreja durante los años siguientes.

Un gran producción en tiempos de cine hecho para pantalla de tablet

El caso de ‘The Empty Man’ es especialmente penoso, puesto que es un film que permite teorías, debate y discusión y largos hilos de Reddit, no responde a esa etiqueta de película larga y aburrida con la que parece que hasta su propia distribuidora ha acabado trabajando al no saber qué hacer bien con ella. No ayuda tampoco la absoluta ausencia de entrevistas al director o un póster limitado al título en blanco sobre negro, o que tome sus propias decisiones frente a la (bastante inferior) novela gráfica, pero, como el film de Verbinski, acabará teniendo una vida prolongada.

The Empty Man’ no es la nueva chuchería de A24 destinada a la promoción con memes y ediciones de Blu Ray con libreto cuqui, ni un espectáculo de sustos del universo Warren con ecos de James Wan, es una de esas rarezas con las que los grandes estudios podían sorprendernos cuando las casualidades conseguían esquivar la correa de las tendencias. En una época más esclavizada que nunca por algoritmos e hiperdependencia del análisis big data, la aparición del insondable debut de Prior parece un acto punk, un dedo anular al aire frente a las expectativas que sabe que su público la convertirá en un film de culto si hace falta, pese a estar rodada como una lujosa producción de terror.

Presupuesto para rodar en grandes localizaciones, un diseño de sonido cuidado al detalle, acompañando la gran banda sonora nada menos que de Christopher Young, respeto por la inteligencia del espectador y texto complejo, con momentos de terror redondos, como ese cónclave alrededor de la hoguera o los vídeos que el protagonista, un excelente James Badge Dale, encuentra en su viaje hacia las tinieblas. Todo lo que ofrece ‘The Empty Man’ es un motivo de celebración para el fan del fantástico dispuesto a dejarse atrapar por un film que exige, sí, pero que deja espacio para las revisiones periódicas y merece más que un estreno oscuro en plataformas sin ningún mimo (ni interés) por lo que incluyen en su catálogo.

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