'The Messengers', the mierdengers

'The Messengers', the mierdengers
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Los hermanos Pang consiguieron cierto éxito internacional hace unos cinco años con su inquietante, aunque sobrevalorada, 'The Eye', de la que por cierto realizaron dos secuelas más de las que prácticamente ni se ha hablado (yo vi la primera de esas secuelas y es un bodrio impresionante). El hecho de que dicha película esté siendo objeto de un remake americano hacía pensar que tarde o temprano los dos hermanos terminarían debutando en el mercado hollywoodiense. 'The Messengers' ha sido el proyecto con mejor pinta que han podido encontrar. Dios mío ¿cómo serían los demás?

'The Messengers' cuenta la historia de una familia con problemas (y por problemas entiéndase que los padres no pueden comunicarse con su hija adolescente) que emigra al campo para intentar arreglar las cosas. Una vez allí llenarán de luz, vida y color una vieja casa... uy, ¿he dicho vieja casa? sí, vieja casa, pues ya sabéis lo que toca ¿no? Ruidos por todos lados, cosas que se mueven, puertas que no se abren salvo en determinados momentos, espíritus torcidos, bla, bla, bla.

Estamos ante la ocho mil millones versión sobre casa encantada, con secreto oculto, y familia que llega con la mejor de la intenciones, sufre la maldición que anda por el lugar, porque claro, en todos estos años no ha pasado nunca nada raro desde que los habitantes de dicha casa desaparecieran, no. A los espíritus les da por salir ahora que hay extraños, y tienen que hacerse notar. Decir que todos los tópicos conocidos y por concoer se dan cita en esta película es quedarse corto, y aún así, aunque esto estuviera bien expuesto, pues aquí no pasaba nada, a disfrutar de un buen film de terror y todos tan contentos. Pero no, el aburrimiento enseguida se adueña de la función, la cual no contiene ni un sólo susto conseguido en una historia que no interesa lo más mínimo, por estar mal narrada y vulgarmente expuesta.

Para colmo, los hermanos Pang se permiten el lujazo de homenajear a Hitchock con un par de cosas bien evidentes. Por un lado la casa de las narices es parecidísima a la de 'Psicosis', y por otro hay varias escenas con unos cuervos que tienen muy mala leche y que remiten directamente a una de las grandes obras maestras de don Alfredo. El caso es que ambos elementos están muy mal utilizados, la casa no provoca ni el más mínimo temor a pesar de que en su interior hay unas presencias que se las traen. Y el tema de los cuervos está muy cogido por los pelos, ya que sirven únicamente para confundir al espectador pero de una forma totalmente desvergonzada, con una secuencia que se supone de terror (cuando atacan a un personaje fundamental en la trama) y no es más que para sacarse de la manga uno de esos giros de guión totalmente forzados e increíbles.

No voy a hablar de los diálogos de besugo que tiene la película, no voy a hablar sobre la supuesta calidad de la puesta en escena de los Pang con sus típicos planos en los que un personaje se da de narices contra el límite del plano, mientras que en el resto tarda en aparecer algo. Y no voy a hablar de las lamentables interpretaciones de todo su reparto, aunque sí me voy a parar en la de su protagonista principal, Kristen Stewart, quien realiza una de las peores performances que se hayan visto en mucho tiempo, y mira que en un film de estas características es verdaderamente difícil. La tía se pasa con cara de mosqueo todo el rato, porque debe ser la única cara que sabe poner.

Un bodrio de proporciones gigantescas que hace temer lo peor por la carrera de los hermanos Pang en los USA, que como sigan por este camino mal vamos todos. El público no se merece este tipo de películas.

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