'El Rey de la Montaña', le persiguen, te entretienes

'El Rey de la Montaña', le persiguen, te entretienes
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El cine español está comprendiendo poco a poco una serie de realidades. Y una de ellas, es que el cine de EEUU no es tan malo y no está mal aprender ciertas técnicas, detalles o géneros y aplicarlos aquí, para poder ofrecer resultados interesantes. En cuanto al thriller, es cierto que se está asentando en nuestro país, cada vez más, y por ejemplo considero que 'La caja 507' es una gran precursora de la corriente que se empieza a dar en España. Porque 'El rey de la montaña' no es más que un desarrollo que toma ciertas influencias formales de algunos títulos hollywoodienses, y los adapta sin "españolizarlas" demasiado.

'El Rey de la Montaña' presenta sin preámbulos a Quim (Leonardo Sbaraglia), un joven que busca reencontrarse con su ex-novia para recuperarla, y que tras tener un incidente en una gasolinera con la misteriosa Bea (María Valverde), persigue a ésta por carreteras secundarias y termina perdiéndose. En esto, que de repente empieza a ser perseguido por un misterioso cazador y un perro, y sin saber cómo ni por qué, debe huir para sobrevivir.

Es una interesante premisa, que acompañada de una fotografía pulcra y un escenario campestre, invernal y lleno de belleza diversa, la película da señales de ser una pequeña obra maestra al menos al principio. Pero verdaderamente, la escena inicial entre Quim y Bea es muy inverosímil, y eso es un gran escollo para aliviar el escepticismo que desde un primer momento puede sentir el espectador. Tenemos un argumento que se divide claramente en tres actos: el primero, que dura hasta que, no se sabe de qué manera, aparece la Guardia Civil para intentar resolver el misterio y ¿ayudar? a los dos protagonistas; el segundo, la persecución incansable que resulta bastante efectiva porque ofrece la tensión suficiente para mantener el interés; y el tercero, donde se revela la identidad del cazador, y la película da un giro mayúsculo, cambiando totalmente de registro.

Leonardo Sbaraglia demuestra ser un buen actor, porque además tiene un papel que le permite hacer lo que le da la gana, en el que puede expresar su miedo, su desesperación, paranoia, ira, incertidumbre y todo lo que pueda sentir un hombre perseguido sin saber por qué. No así, María Valverde, que hace gala de su inexpresividad en la mayor parte del metraje, y está más concentrada en mantener su rol de sex-symbol (que personalmente considero dudoso) que en aportar una interpretación convincente. No hay muchos más actores, y es que 'El rey de la montaña' maneja un argumento minimalista y un reparto de tan sólo 7 personajes, lo que demuestra que probablemente esta película no es más que un cortometraje provechosamente alargado.

La tensión, como ya he dicho, funciona, pero no siempre es creíble, y a veces da la sensación de que estamos ante una especie de reality-show donde los concursantes son perseguidos, antes que viendo una película (recuerda incluso a 'Perseguido', la película basada en una obra de Stephen King y que protagoniza Schwarzenegger). Aún así, Sbaraglia sabe levantar el film cuando hay que hacerlo, y la película pasa delante de nuestros ojos como un suspiro, sin que apenas se noten los 90 minutos que dura. El gran riesgo, y desgraciadamente el gran error que comete Javier Gullón, el guionista, es introducir un final lleno de moralina insinuada, con altas pretensiones, y que desentonan muchísimo con el espíritu de todo lo anterior.

SPOILER Cuando se revela que los cazadores (finalmente son dos) son dos niños que juegan a matar a los pobres protagonistas, todo pierde sentido. Se hace evidente que el mensaje es el potencial daño que hacen los videojuegos. La película se centra entonces exclusivamente en eso. Se utiliza un pueblo fantasma de los que hay a puñados en Castilla y León, para recrear una partida de 'Doom', 'Medal of Honor', 'Call of Duty' y demás videojuegos de shoot 'em up en primera persona con aliciente estratégico. Incluso algunos planos y la iluminación se enfoca en ¿homenajear? a esos videojuegos. Y claro, así cuadra el título, 'El rey de la montaña', una habitual modalidad de partida en este tipo de videojuegos. Además, tenemos una reminiscencia clara de 'Funny Games', la película de Michael Haneke que también cuenta con dos jóvenes psicópatas que parecen no tener casa, ni comer ni dormir, y una situación surrealista. Hay quien puede ver también aspectos de 'El diablo sobre ruedas', la ópera prima de Steven Spielberg. FIN SPOILER.

No obstante, el tramposo final no se carga necesariamente la película, y no desmerece totalmente sus virtudes. 'El rey de la montaña' es un título interesante, con una atmósfera asfixiante bastante lograda, y que representa un buen intento de tomar la tensión de los thrillers foráneos para realizar un film digno, con 90 minutos que se pasan volando, con Sbaraglia en su salsa y una buena dirección de Gonzalo López-Gallego.

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