Solo han bastado tres semanas para que ‘Gran Hermano’ imponga su ley los lunes por la noche. La nueva guerra por la audiencia, que se estableció ese día tras el arranque de ‘El número uno’ y el cambio de emisión de las galas del reality, está provocando una de las más jugosas batallas televisivas de la presente temporada, no solo por saber quién se hace finalmente con la audiencia, sino por conocer qué armas se van utilizando a medida que pasan las semanas.
Hasta ahora, ‘El número uno‘ se ha mantenido fiel a lo que mostró en su primera gala, en la que se observaron aspectos a mejorar que, tres semanas después, siguen sin terminar de pulirse. Esa puede ser una de las causas que haya provocado el descenso de audiencia del talent show presentado por Paula Vázquez, que se une a la explotación del morbo en estado puro que, una vez más, tan bien ha sabido reproducir ‘Gran Hermano‘ en su edición 12+1. La guerra entre las dos cadenas está servida y, después de que ‘Gran Hermano’ consiguiera alcanzar a ‘El número uno’ en su tercera gala, la expectación por lo que ocurrirá la semana que viene crece por momentos.
El prime time de Antena 3 pierde 900.000 espectadores
‘El número uno’ logró superar los tres millones y medio en su primera gala rozando el 21% de share, algo que demostró una vez más la expectación que había levantado el nuevo programa de Antena 3. Una semana más tarde medio millón de espectadores se desligaron de ‘El número uno’ y su share medio bajó del 20%. Y, en su tercera gala, el talent show siguió descendiendo en número de seguidores, obteniendo 2.749.000 espectadores y un 18,1%. Los datos alcanzados en su tercera semana han sido suficientes para que ‘Gran Hermano’ supere al programa de Antena 3, que volvió a demostrar la fidelidad de su audiencia tras alcanzar los datos que hizo en su última gala emitida en jueves: más de 2.800.000 espectadores y cerca del 20% de share.
Aunque suele ser lo habitual, no es bueno que un programa de televisión descienda en audiencia en su segundo día de emisión, algo mucho más peligroso si la tendencia descendiente se repite en su tercera jornada. En la actualidad, desconocemos cuál será el número mínimo de espectadores que ‘El número uno’ consiga transformar de curiosos a fieles, para que no abandonen el barco a la primera de cambio. Lo que hoy sabemos es que el talent show de Antena 3 tiene ya muy difícil convertirse en ese programa revolucionario con audiencias mayoritarias y tiene por delante una guerra que tras el primer día de emisión parecía más fácil de ganar.
Una vez más, Telecinco ha jugado muy bien sus cartas. Ha contraprogramado y ha comenzado la tendencia de explotar al máximo su reality de turno pero la audiencia ha dado su consentimiento de nuevo, coronando al programa de Mercedes Milá como el rey de los realities y como uno de los rivales más temidos para compartir día de emisión. Por su parte, una vez que Telecinco colocó las galas del reality el lunes por la noche, ‘Gran Hermano 12+1’ sabía el difícil reto que tenía por delante, por lo que no dudó en preparar galas cargadas de morbo dirigidas a despertar la curiosidad de la audiencia. Con la última de esas galas, el reality dio en el clavo después de producirse la expulsión de uno de esos concursantes convertidos en el malo malísimo de España y con la visita especial de Kiko Rivera, uno de los personajes que ya se ha paseado por casi todos los programas de la cadena.
En esta batalla no podemos olvidar al cine de La 1, lo más visto en la noche del lunes en la tercera semana que ‘Gran Hermano’ y ‘El número uno’ se enfrentaron, algo que confirma que realmente ningún programa consigue lograr las altas audiencias que se lograban en el pasado con la emisión de cualquiera de estos formatos.
‘El número uno’, mucho que mejorar, todavía

Tras tres galas, ‘El número uno’ ya nos ha respondido a la pregunta que todos nos hacíamos antes de su estreno. Y la respuesta ha sido un rotuno no. El programa de Paula Vázquez no ha sabido diferenciarse de ‘Operación Triunfo’, el principal programa con el que podríamos comparar ‘El número uno’, que fue retirado de la parrilla de Telecinco prematuramente hace un año, entre otras cosas, por el desgaste que había sufrido el formato. Hoy en día, podemos decir que ‘El número uno’ se parece peligrosamente a ‘Operación Triunfo’, por mucho que los concursantes se suban a un cartel en vez de cruzar la pasarela tras ser blindados por el jurado, ese sinónimo televisivo que ‘El número uno’ se ha sacado de la manga.
Lo peor de todo es que el programa tiene muchas posibilidades, que no han sido explotadas todavía y que puede que sea demasiado tarde cuando se intente poner remedio. Algunas de ellas ya quedaron en evidencia en la tercera gala, en la que algunos miembros del jurado mostraron su iniciativa de cantar con algunos de los concursantes. El principal diamante que no ha sabido pulir el programa se centra en el papel que juega su jurado, que puede y debe tener una participación más activa dentro de la mecánica de ‘El número uno’. Cantar con los concursantes es solo una de las buenas ideas que se pueden realizar en cada gala, que seguro que serviría para crear expectación y, si no es demasiado tarde, atraer a parte de la audiencia perdida.
Parte de la clave del despertar que le hace falta a ‘El número uno’ está en su jurado, sobre todo si tenemos en cuenta que su esencia se pierde si todas las actuaciones que ofrece el programa son más que decentes, algo normal si valoramos la calidad del cásting con la que cuenta. Los espectadores quieren ver algo más, algo que no se haya mostrado todavía y que sea diferente a unas simples valoraciones que no aporten nada nuevo.
Centrándonos en los concursantes, grandes voces muy bien seleccionadas (qué habría sido de la última edición de ‘Operación Triunfo’ con un cásting así), los responsables de ‘El número uno’ deben tener presente que sus actuaciones pueden llegar a cansar, sobre todo si se mantienen en su línea habitual, centradas en un estilo ya definido, y si se muestran idénticas a lo que ya han ofrecido en anteriores galas. Uno de los aciertos de algunas actuaciones que ya hemos visto son las versiones que son capaces de realizar algunos concursantes, por lo que no estaría mal tirar por esta línea, sobre todo para conseguir sorprender a una audiencia que puede cambiar de canal muy fácilmente si la actuación que está viendo cree haberla visto la semana anterior.
Ofrecer un menor número de actuaciones en cada gala también puede ser un punto a mejorar. En sus primeras emisiones ‘El número uno’ ha ofrecido más números musicales de los que muchos espectadores podemos llegar a soportar, por lo que volver a ofrecer actuaciones en parejas (una vez más recurriendo a técnicas de ‘Operación Triunfo’) no sería una idea descabellada.
‘Gran Hermano’, ¿qué le queda por ofrecer?

Podemos pensar que en ‘Gran Hermano’ ya está todo visto y que el reality de Telecinco no tiene nada nuevo que ofrecer a la audiencia, pero si algo han demostrado los espectadores del programa es esa fidelidad que mantienen edición tras edición. Como si de una ficción se tratara, la audiencia sigue la vida en la casa pese a que esta se muestre influenciada por los creadores del programa, siguiendo el guión que más expectación pueda causar en cada momento. Eso fue lo que ocurrió el lunes pasado por la salida de Sergio, una expectación que ‘Gran Hermano’ no consigue mantener todas las semanas. Aún así, al reality todavía le queda poner contra las cuerdas a algunos concursantes, lo que puede hacer subir su audiencia considerablemente.
La única ventaja con la que cuenta ‘El número uno’ es la saturación a la que puede verse sometido el espectador con ‘Gran Hermano’, que volverá a emitir una gala este jueves, según palabras de Mercedes Milá debido a que “hay hambre de ‘Gran Hermano’”. Observando la programación de la cadena vemos como esta táctica se debe a otro tipo de hambre, en concreto, la que tiene Telecinco por contenidos que funcionen en su prime time. ‘Gran Hermano’ es uno de esos programas que siempre funcionan bien y solo cuando muestre signos de aburrimiento en alguna gala puede ser aprovechado por ‘El número uno’ para ganar puntos de share, eso sí, para entonces el talent show de Antena 3 tiene que hacer correctamente todos sus deberes.
En ¡Vaya tele! | ‘El número uno’, todo por la música
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408294
Y vuelta a el típico si ves GH es que eres tonto. Veo magnifícas series americanas, veo películas geniales, leo todo lo que puedo y se me puede considerar una gafapasta en toda regla. Entonces que hago viendo Gran Hermano según vosotros?
Veo GH por que es una no ficción sin guión en la que, sobretodo este año, puedes contemplar como reacciona gente normal ante un encierro y que relaciones se producen y que en muchas ocasiones supera en algunas tramas a genialidades de guionista. (La realidad supera siempre la ficción no?)
Me encanta observar el comportamiento humano y por más que el programa influya en lo que finalmente ves no hay cosa más real que este programa.
Por contra el número uno es un talent show del montón, con jurado del montón y concursantes del montón que no ofrece absolutamente nada nuevo.
Por mucho que odiéis GH el espectador nunca sabe que va a pasar y eso no lo ofrece nada partiendo desde un punto de vista de la no ficción.
Mucho criticáis a telecinco pero más quisieran el resto de cadenas ofrecer lo que quieren ofrecer con la calidad que lo hacen ellos. Independientemente de lo que sea ese contenido.
Al que es culto y listo de verdad no le hace falta darse golpes de pecho con los típicos "fútbol = 11 tíos corriendo en calzoncillos" o "GH = 11 tíos en un sofá". Con ese tipo de comentarios se retrata el que los hace. Limitados mentales o acomplejados, la opción que os resulte más cómoda.
miguel.curtidorosado
Por favor que 'El número uno' empiece con una actuación del jurado cada semana diferente. Es verdad que se parece mucho a OT y además cansa tanta valoración perfecta en la primera ronda y después otra valoración al final. Se hace muy pesado. Deberían jugar más con la edición de las imágenes previas a las actuaciones para hacerlo más ágil y fácil de ver. Gran hermano por muy morboso que sea sigue al pie del cañón, consigue enganchar al espectador, entre otras por su gran conductura, Mercedes Milá y el montaje de sus vídeos.
adrironda
nunca entendere que le atrae a la gente de mirar a 10 subnormales copulando
boone
Soy seguidor de GH, pero lo que se sacaron esta semana por la audiencia me pareció PATÉTICO. Primero meten a Kiko Rivera como Dj "estrella" en la casa ¿De verdad DJ estrella? ¿Ha pinchado en el extranjero es mundialmente conocido, y nacionalmente es conocido por su "trabajo"? Y lo segundo y MÁS PATÉTICO fue lo de inventarse y sacar de sitio una historia de malos tratos. el tema me parece muy serio para que se frivolizase de ese modo; el coger imágenes de un tio borracho hablando a su novia diciéndola que le da vergüenza de que vaya enseñando las bragas...
Espero que con la vuelta anunciada de GH a los jueves, vuelva la "cordura"
mktrefe
La fórmula de OT era muy buena, la original, no las últimas. Si le hubieran hecho caso al tan criticado Risto, seguramente OT no hubiera acabado o no hubiera acabado tan mal. Porque hasta yo canto mejor que los de la última edición de OT. http://www.youtube.com/watch?v=lH1xUjhIqQA
victoree95
Yo solo puedo decir que la gala de ayer fue, para mi gusto, un poco petarda...
petersonz
Menuda vergüenza de espectadores que siguen aupando a Gran Hermano. Tenemos la televisión que nos merecemos, sin duda.
womak87
Lamentable que una contraprogramación con tan poca imaginación gane a un concurso que con sus fallos, al menos hay buena música alejada de lo comercial, no como en OT (Carlos Baute, Marta Sanchez... y toda esa mierda).
GH siempre he defendido como telebasura buena en pequeñas dosis. Pero 13 años ya?y además cada vez todo mas forzado? Dime que televisión ves y te diré quien eres!
El Señor Lechero
Yo creo que el motivo principal del hastío hacia cosas como GH viene dado por la explotación masiva de un formato que sale barato y no requiere más elementos que un puñado de personas cuya combinación genere los oportunos conflictos (y a ser posible que no tengan demasiadas luces) y el trabajo de cortar, pegar y montar el material que generan veinticuatro horas de contacto humano. Telecinco ha supeditado su programación a la promoción de las andanzas de los pasados y presentes concursantes, convirtiéndoles en ejemplo cuando por regla general solo dan vergüenza ajena (p. ej. en Fuerteventura son conocidas las borracheras de Amor y sus alaridos telefónicos al 112 cuando ha montado alguna en la discoteca de turno). La Milá está cada vez más y más insoportable, pero pareciéndome basura, creo que no es lo más penoso que puede uno encontrarse en la cadena amiga. Más repugnante es lo de lo del timo la estampita de la vidente.
Que la alternativa sea otra versión de OT tampoco me da muchas alegrías. En su momento, el original creó la falacia de que versionando (generalmente mal) canciones podías llegar a convertirte en una estrella de la canción o, al menos, en un profesional de la música. La invasión de productos discográficos de las dos primeras ediciones (después de todo era la fabricación de un elemento mediático) fue una auténtica putada para los músicos que llevaban años pateándose las carreteras y pasando las de caín. Ver a un puñado de artistas que vieron tiempos mejores jaleando a unos concursantes ilusionados no me parece la mejor manera de hacer carrera musical.
Chupamel Piene
¿La verdad? No es que odie Gran Hermano ni nada por el estilo, pero prefiero pasarme tres horas en silencio mirando a la pared. Jamás entenderé lo que le ven a este programa.
296485
Pues yo que pensaba que ya habia cerrado la etapa de los programas musicales de la tele y voy y me engancho a El número uno. Me entretiene muchísimo, la verdad es que han hecho un magnífico casting y aunque haya muchas actuaciones, da gusto verlas porque todos cantan más que bien y en estilos bien distintos. Quizá lo que cojea un poco es la mecánica del concurso que no la tienen muy segura que digamos, parece que improvisen un poco sobre la marcha. Ah y no más protagonismo para el jurado, el que tienen está bien, que se les nota que les gustaría tener más!
norep
El problema mayor del número uno fue empezar 40 minutos más tarde que gran hermano y encima depues de la basura del hormiguero.