HBO Max informa que 'Velma', su nueva serie spin-off de 'Scooby Doo' para adultos, fue su estreno animado más visto en la historia. No es un dato muy fiable, porque desde su creación no hay muchas series animadas originales bajo el sello de Max, quizá la más popular hasta ahora es 'Harley Quinn', pero el logro está ahí y no es para tomárselo a la ligera.
El dato encierra una realidad paradójica. La gente está hablando de la serie, pero de forma poco menos que devastadora. De hecho 'Velma' tiene actualmente la puntuación de público más baja en una producción de HBO en Rotten Tomatoes, un 6%, y la crítica no le da tampoco el aprobado con un 55% de reseñas positivas. Es relativamente normal que haya un bombardeo de puntuaciones en páginas abiertas al público, como imdb, en donde solo ha alcanzado un 1, 4, cuando hay un cambio drástico en un personaje, como aquí.
La hipótesis de la "basura sacrificial"
Además de aceptar la revelación de que el personaje es LGTBI+ de su última película de animación, la creadora Mindy Kaling ha convertido al personaje en una adolescente de India, cambiando también de raza a Shaggy. Algo que literalmente ha vuelto loco a los que suelen quejarse de esto, pero lo que nadie esperaba es que también enfadara a los espectadores más progresistas, que al parecer creen que la serie se ríe de ellos. Odio desde ambas partes.
Antes de entrar a analizar la situación que expone Forbes, conviene contextualizar la caída en desgracia de Kailing entre cierto sector de la población americana tras mostrar simpatías por J. K Rowling en algún tuit, lo que la asociado con la sección feminista denominada "terf". Esto ha derivado en teorías de conspiración que creen que la serie es una parodia de lo que la derecha piensa que es la comedia woke, no solo por los cambios de nuevas razas, sino por sus chistes sobre los chicos blancos, que han hecho pensar que la guionista sería secretamente conservadora y quiere ridiculizar a la izquierda para que la derecha pueda señalar la serie y se culpe de ello a la ficción con sensibilidad racial o influenciados por la justicia social.
Una locura que habla de que la serie sería "basura sacrificial" creada expresamente para inmolarse y crear una culpabilidad y más odio por razones "anti-woke". Es muy difícil que Kaling, conocida por la muy abierta 'Yo Nunca' orqueste algo así de retorcido, pero sus declaraciones sobre "hoy no se podría hacer 'The Office'" también la han puesto en el punto de mira. El problema es que aunque no sea la intención de 'Velma', lo parece, ya que está provocando todas las burlas posibles de los sectores conservadores y no está cayendo bien a los que se supone que abrazan esos cambios raciales y detalles similares.
Simplemente, chistes malos
'She-Hulk' se reía de los fans misóginos de los cómics, pero rompía la cuarta pared, y creaba una paradoja meta sobre los mismos que odiaban la serie, pero en 'Velma' muchos críticos coinciden en que "lo que falla es el enfoque meta frustrante que toma", otros su "grosera falta de sentido" y en última instancia que parece "escrita por guionistas de televisión que solo hablan con otros guionistas de televisión", lo que se resume en que es tan pobre al lanzar chistes a la Norteamérica retrógrada que quiere criticar que parece que se está autosaboteando, haciendo una involuntaria parodia woke.
Así las risas se enfocan, por ejemplo, en ridiculizar a líder de la pandilla, Fred, por ser un hombre blanco llorón al que su mamá le corta los filetes y tiene el pene corto. La falta de sutileza en sus bromas ha hecho que se refuerce el habitual "review bombing", acompañado también por teorías propias de Qanon por referencias sexuales entre adolescentes que contiene, pero en esta ocasión no tiene demasiados defensores que saquen la serie del dique, por lo que la verdadera teoría del éxito de la serie es el "hate watching", es decir, cómo la gente continúa viendo la serie por fascinación morbosa, no realmente porque le guste. Así se puede apreciar en las respuestas al triunfal tuit de Kailing.
Sea como sea, no hay muchos visos de que 'Velma' sea renovada por HBO Max, al menos hasta que se compruebe si las "visualizaciones por odio" son eso o realmente logra enganchar a los espectadores, entretanto, queda como un ejemplo que nos muestra la delirante respuesta política a las series de animación, la mentalidad conspiranoica en la que estamos envueltos y la dificultad de encontrar ficción que no esté salpicada de alguna manera por la realidad cultural de contrastes generacionales o las consecuencias de las dinámicas de marketing de grandes empresas que han usado la inclusión y diversidad como moneda para proyectar imagen de marca.
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