'Destino final': 20 años esquivando a la muerte con más imaginación que cabeza

'Destino final': 20 años esquivando a la muerte con más imaginación que cabeza

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Cartel Destino Final

‘Destino final’ es una de las sagas de terror más interesantes de los últimos años pese a que no suele ser reconocida como tal. Todo empezó el 17 de marzo del año 2000 con el estreno en Estados Unidos de ‘Destino final’, una película que inyectó una energía diferente en el cine de terror juvenil, muy acaparado durante los años anteriores por el breve resurgir que tuvo el slasher gracias al éxito de ‘Scream, vigila quién llama’.

La película dirigida por James Wong se convirtió de forma instantánea en un éxito de taquilla que acabó dando pie hasta cuatro secuelas -y actualmente está en marcha un reboot que ya veremos cuándo se concreta-. Se da la casualidad de que es una de esas pocas sagas con varias secuelas mejores a la primera entrega, pero eso no quita para que ‘Destino final’ sea una propuesta estimable, en buena medida por la estimulante premisa del guion firmado por Jeffrey Reddick, James Wong y Glen Morgan.

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Todo pasa por Expediente X

Fbi Destino Final

Los orígenes de la saga los encontramos en un guion escrito por Reddick para la serie ‘Expediente X’ pero nunca presentado para la serie creada por Chris Carter. El motivo de que nunca existiera esa posibilidad fue que un ejecutivo de New Line tuvo el suficiente buen ojo como para ver el potencial de la historia que manejaba Reddick y le convenció para convertirlo en un largometraje.

Fue poco después cuando el libreto fue descubierto por James Wong y Glen Morgan, dos guionistas que justamente habían trabajado en ‘Expediente X’ desde 1993 a 1997 y que lo vieron como una oportunidad de oro para dar el salto a la gran pantalla. Ambos corrigieron el guion de Reddick para adaptarlo a sus inquietudes con Wong ocupando de la puesta en escena en la que era su primera experiencia como realizador -posteriormente se ocuparía, entre otras, de la odiaba ‘Dragonball Evolution’-.

Las particularidades de ‘Destino final’

Escena Destino Final

Una diferencia muy importante del slasher norteamericano de mediados y finales de los años 90 respecto a su gran boom en los años 80 estaba en la reducción del gore hasta límites más digeribles por parte del público. Personalmente creo que ese fue uno de los motivos de que su popularidad decayese con notable rapidez y que ni siquiera sagas como ‘Sé lo que hicisteis el último verano’ o ‘Leyenda urbana’ tuviesen más recorrido.

La abundancia de malos guiones tampoco ayudaba y ese es uno de los detalles que permitieron a ‘Destino final’ diferenciarse, ya que en él se manejan una serie de conceptos muy jugosos, tal y como el propio Morgan apuntó en su momento: “‘Destino final’ bien podría suceder en la Edad Media o la mitología griega. No es sobre si es terror, sino sobre la inevitabilidad de la muerte. Todo lo que hagas, sea hacer algo o no, está encaminado hacia algo que es inevitable.

Eso ayuda a Wong a dotar a ‘Destino final’ de una energía diferente desde el arranque, sin importar tanto el número de víctimas como el hecho de que los personajes estaban enfrentándose a un enemigo imbatible ya que simplemente no hay nadie al otro lado. El uso de la premonición con el personaje interpretado por Devon Sawa es una maniobra inteligente para situarnos ante la gran pregunta que se plantea: ¿realmente es posible burlar a la muerte?

Un difícil equilibrio

Muerte Destino Final

El problema al que tiene que hacer frente entonces la película es cómo manejar una premisa así sin olvidarse de que no dejamos de estar ante un pasatiempo orientado al público adolescente. Ahí es donde la película sufre a la hora de retratar a sus protagonistas, pues sus comportamientos a veces son imposibles de entender, como si se estuviese llevando al límite lo que define sus personalidades pero sin haberse preocupado antes de asentar bien lo que define a cada uno de ellos.

De esta forma, es Sawa el que sale mejor parado al ser el único con una introducción real. Desde detalles curioso como tener un cartel de ‘Pecker’ decorando su habitación hasta los planos en lo que se nos muestra fijándose en diferentes detalles en el avión, es sin duda el más observador y reposado del grupo, algo que se mantendrá de forma constante a lo largo de los poco más de 90 minutos de metraje.

Tony Todd Destino Final

Lo curioso es que esa indefinición de los personajes también se aplica a los personajes adultos, aunque en esos casos es más por omisión, echando mano de ellos solamente cuando es necesario o para potenciar esos guiños al cine de terror clásico ya presentes en los apellidos de todos los personajes principales como esa breve aparición de Tony Todd, el inolvidable Candyman.

Una vez abandonado el sentido común en todo momento -lo del protagonista cogiendo un cuchillo ensangrentando del cuerpo de alguien es un clásico de la estupidez-, se opta por el plan de acción contra la muerte y ahí la película opta por presentar una de las grandes señas de identidad: lo imaginativas que son las muertes.

Grandes ideas con una ejecución mejorable

Imagen Destino Final

Ahí es donde se produce un fuerte contraste entre premisa y ejecución, ya que lo normal es que no sean el resultado de un momento de intensidad puntual, sino que se vayan trabajando para ir alimentando el clima de suspense en el espectador. A cambio no tengo muy claro que Wong fuese el indicado para exprimirlas a fondo, ya que hay momentos que rozan el ridículo. Y el presupuesto tampoco era tan reducido como para achacarlo a no tener mejor efectos visuales.

En ese sentido, ‘Destino final 2’ pierde el factor sorpresa, pero a cambio hay un gran equilibrio entre muertes bien planeadas con una ejecución a la altura, de ahí que al menos para mí siga siendo la mejor de la franquicia, seguida de cerca por la quinta. Sin duda se salió ganando con el cambio tras las cámaras de Wong a David R. Ellis, también responsable de la entretenida ‘Cellular’ y de la muy comentada en su momento ‘Serpientes en el avión’.

Pese a esas limitaciones, lo que sí tiene ‘Destino final’ es un clima de suspense resuelto con solvencia y que ayuda a que uno las pase por alto y se centre en el particular juego que se establece entre el protagonista y la muerte. Sawa, que se había dado a conocer poco antes con la divertida ‘El diablo metió la mano’, demuestra saber cómo soportar el peso dramático de la película y servir de eje en su viaje para el espectador.

En resumidas cuentas

Al final lo que ofrece ‘Destino final’ es un pasatiempo original pero irregular cuyas virtudes han ido atenuándose un poco por el paso del tiempo, mientras que sus errores seguramente resulten más evidentes a día de hoy que en su momento. Sin embargo, es una propuesta que te sigue atrapando y dejándote con ganas de más, aunque en parte sea por no sacarle todo el partido.

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