Rara es la semana en la que no se estrene alguna comedia romántica. Nos llegan demasiadas, como si fuera una fórmula que convence rápidamente a productores y distribuidores, pero supongo que resultan rentables. El problema, al igual que en cualquier otro género, es el abuso de los recursos habituales, de los tópicos, los personajes clónicos, la repetición de esquemas. No abundan las historias singulares que se atrevan a adentrarse en sendas pocos transitadas, la mayoría acaba tomando la misma dirección. El tráiler de ‘La delicadeza’ (‘La délicatesse’, David Foenkinos y Stéphane Foenkinos, 2011) no me inspiraba mucha confianza pero aun así quise darle una oportunidad —era eso, la cuarta entrega de ‘Ice Age’ o volver a ver la última de Batman—. Tal como esperaba, no es un film especialmente logrado pero al menos busca ser original, ofrecer algo diferente.
‘La delicadeza’ adapta a la gran pantalla el best seller escrito por David Foenkinos, quien se ha encargado del guion y la puesta en escena, con la ayuda de su hermano Stéphane —ambos debutan como directores de largometraje, previamente realizaron el corto ‘Une histoire de pieds’—. La trama de la película gira en torno a joven llamada Nathalie, personaje encarnado por una de las estrellas del cine francés, la versátil y encantadora Audrey Tautou. Nathalie está casada con François (Pio Marmaï), ambos están tan enamorados como el primer día y planean ser padres, pero un accidente los separa. La mujer se aísla del mundo y el trabajo ocupa toda su vida, hasta que un día entra en su despacho uno de sus compañeros, Markus (François Damiens), al que besa impulsiva y apasionadamente. Este hecho, fruto de un arrebato inexplicable, conecta a esas dos personas ante la sorpresa y el rechazo de (casi) todos los que le rodean.

¿Y dónde está la singularidad de este relato?, preguntaréis. Fundamentalmente, en que Markus es feo. O quizá sería más acertado decir que es el personaje está construido para resultar lo menos atractivo posible —de ahí que tras el beso de Nathalie queda un primer plano de Markus con esa desagradable baba en un extremo de la boca—, para ser lo opuesto a François, que es más convencionalmente guapo. En la gran mayoría de comedias románticas, Markus sería el típico amigo friki, nunca el interés amoroso de la chica. Se presenta físicamente muy descuidado, tiene cara de bobo, es tímido e inseguro, solitario, un tipo mediocre y prácticamente invisible. Por eso los compañeros y amigos de Nathalie no comprenden que se haya fijado en este hombre tan poco agraciado para sustituir a François. Hay varios momentos donde se nos aclaran e incluso subrayan los porqués de esta atracción, pero la clave es, por supuesto, ir más allá de la superficie.
La misma Nathalie es definida por su jefe (Bruno Todeschini) como “esa clase de mujeres que eclipsan a todas las demás“, cuando en la misma empresa hay otras chicas de físico más llamativo. Lo que cautiva a este personaje, a François y luego a Markus, es la persona, Nathalie al completo, con todas sus virtudes y sus defectos. Es muy certero el plano a cámara lenta en el que Markus se queda embobado mirando la nuca de Nathalie, cualquiera que se haya enamorado se sentirá identificado; saber que podrías mirar a esa persona durante horas, encontrar maravillosos gestos sencillos (como mojar el pan hasta acabar con la última gota de salsa…), ansiar su presencia, las miradas de complicidad… Nathalie no siente inicialmente la misma atracción por Markus pero le presta atención, lo observa de verdad, y descubre a alguien bondadoso, sensible y divertido, que puede ayudarle a recuperar la felicidad. De nuevo, el personaje del jefe sirve para recalcar esto cuando queda con Markus para entender por qué Nathalie se ha fijado en él, llegando a soltar: “¡Y además es amable!”.

Lo mejor de ‘La delicadeza’ es sin duda el estupendo trabajo de los actores, todos cumplen con sus papeles y la extraña pareja formada por Tautou y Damiens desprende la química necesaria para hacer creíble que puedan estar juntos —de hecho, la actriz se compenetra mejor con él que con Marmaï aunque éste se supone que da vida a su gran amor—. La puesta en escena de los hermanos Foenkinos es efectiva, aciertan retratando momentos íntimos pero no están inspirados con el ritmo ni con situaciones cómicas que deberían provocar la carcajada y se quedan en una simple sonrisa. No he leído el libro, por lo que no puedo decir si es una adaptación fiel o no, pero sí que chirría algún momento con voz en off que es el recurso más habitual y peligroso cuando se traslada al cine una obra literaria, cayendo en la tentación de repetir frases cuando deberían primar las imágenes.
Está teniendo cierto éxito en España considerando su formato de cine adulto y europeo, resiste entre los diez títulos más taquilleros un mes después del estreno, por lo que imagino que todavía podréis encontrarla en la cartelera si tras leer este artículo ahora sentís curiosidad por la película. No aparecerá entre las mejores del año pero entretiene y se agradece que intente ser diferente.

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9 comentarios
Isart
Buena crítica, me has empujado un poco a ver la película algún día de estos, y es que aunque sigo sin estar entusiasmado seguro que cumple bien y se deja ver. Más que nada por Audrey Tautou, sí que me interesa un mínimo.
damianalvarado
Spider-man hace un cameo en la delicadeza?
lunares
Pues sí, muy de acuerdo con la crítica. Sobre todo con eso de que no acierta con algunas escenas que deberían haber sido muy cómicas y se quedan en sonrisas nada más. Tautou está magnífica como siempre, es lo mejor de la película sin duda.
fresh14
El final de esta pelicula me puso los pelos de punta es simplemente sublime. Por lo demas no es una gran pelicula.
azul
A mí la película me gustó un poco menos. En algunos momentos me resultó aburrida, con escenas supuestamente cómicas que tan sólo provocan una leve sonrisa, y un conjunto previsible y tópico.
Como aspectos positivos, destacaría la notable interpretación de los actores, mención especial para Audrey Tautou, y la "delicadeza" de la historia, bonita y sugerente.
Creo que a la película le falta ritmo, y le sobran escenas incomprensibles que lastran la credibilidad de la historia que nos están contando. Dos ejemplos: la escena del beso y la huida de Markus del puente; ambas a cuál más absurdas. La huída repentina de Nathalie de una reunión trascendental tampoco parece muy coherente con la psicología del personaje.
En cuanto a la pareja protagonista, pienso que el problema de Markus no es que sea feo (la mitad lo somos), sino que sea bobo (ninguno creemos serlo, eso sí). Este rasgo, subrayado, le resta credibilidad a la atracción amorosa que pueda sentir por él Nathalie, una mujer bella, inteligente y admirada por todos. No es que sea imposible, pero hay que insinuarlo mucho mejor.
Admiro la comedia francesa, pero disfruté mucho más con películas como 'Potiche', 'Intocable' o 'Pequeñas mentiras sin importancia' que con "esta delicadeza". De todos modos, hay que seguir intentándolo.
damianalvarado
"Pero supongo que resultan rentables."
Se gasta poco, y se gana mucho. Aparte que la mayoria de la gente va al cine solo a pasar un buen rato.
zara
Muy buena critica Juan Luis, yo creo que voy a optar por verla, ya que no hay muchas mas opciones en el cine en las ultimas semanas y me encanta Audrey Tautou...