'Monster Trucks' no es mala, es peor

'Monster Trucks' no es mala, es peor

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'Monster Trucks' no es mala, es peor

Está claro que en Hollywood invierten grandes cantidades de dinero para hacer ciertas películas con el objetivo de arrasar en taquilla y ganar mucho más que lo gastado. A veces lo logran y esos ingresos compensan otros títulos que no funcionan demasiado bien y también aquellos que se convierten en sonados fracasos, algunas veces inmerecidos, pero en otras el desastre era tan grande que cuesta creer que alguien diera luz verde a lo que acabamos viendo.

En el caso de ‘Monster Trucks’ era sencillo ver a priori un intento de Paramount por buscar una alternativa a la saga ‘Transformers’, también de su propiedad. Sin embargo, su estreno fue aplazándose en varias ocasiones, casi dando la sensación de que la compañía no sabía qué hacer con ella. Todo se aclaró cuando apareció su lamentable tráiler y se ha confirmado al verla, ya que calificarla como horrible es quedarse corto.

Recuperando lo peor de los 90

Escena Monster Trucks

Lo primero que llama la atención de ‘Monster Trucks’ es que se haya apostado por hacer una película más propia de los años 90 que de ahora, aunque el verdadero problema es que asuma todos los errores propios de las producciones juveniles de esa época y ni una sola de sus virtudes. Las más destacadas es la tendencia al derroche sin que luzca en pantalla y, sobre todo, a la estupidez, tanto en definición de los personajes y sus relaciones como en la propia evolución de la historia.

Ya en los 90 daba la sensación de que la abrumadora mayoría de este tipo eran claramente inferiores a las de los 80, pero la mayoría aún conservaban cierto encanto que aún hoy puede reproducirse -la estimable ‘Pesadllas’ (‘Goosebumps’) lo logró el año pasado-, pero en ‘Monster Trucks’ parece que cualquier decisión creativa tomada por sus responsables fue la equivocada.

Ya el propio diseño de la “simpática” criatura provoca más rechazo que cualquier otra cosa por lo ridículo que resulta, pero es que, en líneas generales, todo es bastante absurdo en el mejor de los casos y casi da la sensación de ser algo buscado. La clave era encontrar ese puntito de equilibrio para poder extraer cierta diversión de ello, pero es que el guion de Derek Connolly es un constante ejercicio de sabotaje que solamente provoca la desesperación del espectador.

’Monster Trucks’, un desastre absoluto

Imagen Monster Trucks

Un buen ejemplo de ello lo tenemos en el personaje interpretado por Jane Levy -por desgracia, otra cosa que me recordó a los 90 fue el tener que verla doblada, así que poco puedo decir de las actuaciones-, desde la torpeza con la que muestran su interés por el protagonista hasta la facilidad con la que acepta la situación, y lo conveniente que resulta toda la ayuda que puede ofrecer -aunque al menos no llega a ser tan metido con calzador como la del otro “amigo” del protagonista-.

Cierto que nos venden que está colado por nuestro “héroe” -me niego a ponerlo sin comillas por la nula empatía que provoca y lo mal construido que está-, pero todo lo que hace resulta increíble, aunque es cierto que la incredulidad que nos provoca encaja con la de toda la película. Ese es el último clavo en la tumba de ‘Monster Trucks’, ya que Chris Wedge es incapaz de mejorar en nada todo el despropósito desde la puesta en escena, aunque justo es señalar que haría falta poco menos que un milagro para que cualquier esfuerzo que hiciera no fuera en balde.

Recopilemos: Malos personajes, diversión confundida con estupidez y ningún tipo de encanto. Nos queda entonces la posibilidad de que sus 125 millones de presupuesto sirvan al menos para convertirla en un espectáculo visual con cierto atractivo. Vuelvo a traeros malas noticias: ‘Monster Trucks’ es anodina en el mejor de los casos en ese apartado, algo incomprensible cuando está claro que es la partida en la que más dinero tiene que haberse ido -para el reparto han dejado migajas-.

En definitiva, ‘Monster Trucks’ no es mala, es peor. Un intento de recuperar el encanto del cine juvenil de los 90 que a la hora de la verdad sólo trae lo peor de esas producciones y lo eleva a la máxima potencia. Tampoco puedo decir que sea una decepción -todo apuntaba a que íbamos a encontrarnos algo así-, pero sí que estamos ante el primer gran bodrio de 2017. Espero que no haya muchos más.

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