Nueva Ley del Cine para los grandes productores

Nueva Ley del Cine para los grandes productores

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Nueva Ley del Cine para los grandes productores

Hace tan sólo unos días os hablaba de algunas películas que habrían sido dignas merecedoras de entrar en las nominaciones de los Goya 2016 pero que su status de cine independiente y otras razones de las que no voy a hablar aquí, no lo estuvieron. Y es que aunque algunos aleguen que es porque las películas no son lo suficientemente buenas o aptas para públicos amplios, lo cierto es que cada vez existe más diferencia entre el cine más industrial y/o comercial y el cine con carácter más independiente, cultural o autoral. Ahora, con la nueva Ley de Financiación del Cine esa diferencia será más que un abismo.

Y es que, esta nueva Ley, que entrará en vigor el próximo 1 de enero, no hará que esa diferencia se agrande, sino que directamente desaparezca este segundo tipo de cine. Con una partida presupuestaria bajísima de 30 millones de euros, el baremo se hará ahora por puntos, será de carácter anticipado para intentar evitar los fraudes conocidos por todos y sólo serán otorgadas a productoras con amplia experiencia y una recaudación mínima con anteriores trabajos. ¿Nuevas medidas para que aquéllos que compraban entradas ya no tengan que hacerlo porque recibirán el dinero antes? ¿Se cierra la puerta por completo a las productoras primerizas y/o independientes? Parece que sí.

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Los nuevos criterios de financiación

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Era necesario un cambio urgente en la Ley del Cine, pero esta revisión no hace más que favorecer el cine comercial y a las televisiones, que ya que tienen que invertir por ley en el cine español, lo hacen en productos que sean rentables en sus cadenas, tal y como dicen desde la Unión de Cineastas: “El resultado significa un grave retroceso en los principios de proporcionalidad y excepción cultural, ya muy mermados, y redundará en un empobrecimiento del cine y de su diversidad temática y narrativa. Es una apuesta firme en defensa de las grandes productoras y en particular a las vinculadas a las televisiones privadas”.

Uno de los cambios más significativos es el momento en el que se otorga la ayuda: mientras en la actualidad se trata de ayudas de amortización, que se entregan después del estreno, ahora se entregarán antes de rodarse, lo que hará que los productores ya necesiten unos requisitos mínimos de experiencia y presupuesto, por lo que no les quedará más remedio que acudir a la financiación de la televisión para alcanzarlo. Y es que así, se establecen dos tipos de ayudas: las generales, en las que la película deberá tener un coste mínimo de 1,3 millones de euros, mientras que para las películas documentales el mínimo será de 400.000 euros.

Pero, ¿cómo se hará el baremo? Los solicitantes, para recibir el 100% de la subvención, deberán conseguir 80 puntos que alcanzarán si cumplen los siguientes requisitos: la solvencia del productor o gestor del proyecto (hasta 22 puntos), la viabilidad económica y financiera del proyecto -que se medirá en relación al contrato previamente firmado con la distribuidora y que esta tenga una recaudación mínima anual de 500.000 euros, así como también se tendrá en cuenta el contrato previo con las televisiones-, y el impacto socioeconómico y de la inversión en España e innovación (hasta 32 puntos).

Adiós a los nuevos productores y al cine pequeño

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Se puede sacar una conclusión muy clara de esta nueva Orden: los nuevos productores, los dedicados al cine independiente y de bajo presupuesto van a tenerlo todavía más díficil para poder rodar y sacar adelante sus proyectos. Y es que estos nuevos requisitos no hacen más que favorecer, por un lado, a los productores experimentados y por otro, a los que han conseguido más de 700.000 espectadores con anteriores trabajos en los últimos cuatro años. Características que sólo poseen aquellos ya establecidos en la industria cinematográfica española.

Lo que quiere decir, y sin irnos muy lejos en el tiempo es que películas como 'La Novia' de Paula Ortiz, de un ajustado presupuesto de 1,5 millones de euros, probablemente no se hubiera podido hacer si no hubiera contado con el apoyo de TVE y Euroimages y sin duda, títulos como 'Techo y Comida' de Juan Miguel del Castillo, 'B' de David Ilundaín o 'Amama' de Asier Altuna, nunca podrían haberse hecho, por lo hablar de que los siguientes proyectos que quieran sacar adelante sus responsables no podrán hacerse posible.

Esta nueva Ley de Financiación va a servir para que desaparezca un tipo de cine muy necesario en nuestra industria, el de carácter cultural y que viaja por todos los festivales del mundo. Va a dejar huérfanos a los amantes de un cine diferente, y más arriesgado que el orientado al gran público. Va a conseguir que exista un único tipo de cine y que éste termine convirtiéndose en un producto con un patrón muy marcado y realizado única y exclusivamente para vender y llenar las salas, eliminando cualquier ápice de carácter cultural, original y educativo que pueda quedar en él. Por suerte, a la gente del cine les gusta contar historias y seguirán luchando por sacarlas adelante.

Vía | eldiario.es

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