'Expediente Anwar', un documento muy manido

'Expediente Anwar', un documento muy manido
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Siempre digo, cuando me preguntan, que hay un tipo de cine que me resulta particularmente difícil de valorar. 'Expediente Anwar' es la nueva película del director sudafricano Gavin Hood (que saltó a la fama con la oscarizada 'Tsotsi'), y en todo caso, entra dentro de este tipo de cine del que hablaba. Como ya he dicho que, a primera vista, es complicado elaborar una evaluación "de pasada", me parece oportuno distinguir entre dos términos fundamentales: forma y contenido.

En cuanto a la forma, no hay duda de que 'Expediente Anwar' es una película casi sobresaliente. La fotografía, a cargo de Dion Beebe, destaca por su minuciosidad en tanto que la ausencia de convencionalismos da lugar a una riqueza de colores, escenarios y matices. La dirección de Hood, aunque no se sale de lo de siempre, revela soltura y buen hacer.

El manejo de ambientes, vestuario, sonido... es impecable, y son dignas de alabar aquellas escenas en la que, en medio de Egipto, los personajes y los extras parecen moverse a ritmo de coreografía mientras descubren al espectador el caos propio de la cotidianeidad de la ciudad.

Al hablar de los actores tenemos que tener en cuenta que 'Expediente Anwar' tiene la suerte de poseer un reparto impresionante. Sin tener un protagonista claro, todos lo hacen bien, aunque unos ponen más tesón que otros en su interpretación. Jake Gyllenhaal, Peter Sarsgaard o Yigal Naor se llevan más escenas que los demás, pero los secundarios son ni más ni menos que Omar Metwally, Meryl Streep, Reese Witherspoon, Alan Arkin, J. K. Simmons o Bob Gunton. Y ciertamente, entre todos le hacen un grandísimo favor a la película, como ahora veremos.

Porque si la forma sobresale en casi todos sus aspectos, la película no es ni mucho menos redonda por culpa de su contenido. Veamos. 'Expediente Anwar' habla de un atentado suicida en Egipto, y con esto como base, se muestran las siguientes historias: un ingeniero químico egipcio pero residente en EEUU que es apresado y torturado por considerársele culpable de dicho atentado; la mujer del detenido, que acude a un antiguo novio para que mueva hilos y encontrar a su marido; un jefe de policía egipcio, que es el encargado de torturar al ingeniero, mientras su hija mayor se va de casa con un fundamentalista.

La película es, pues, una historia coral al puro estilo de las pretenciosas 'Babel' o 'Crash', y no vemos rastro alguno de innovación respecto a lo que podemos ver en las noticias o hemos visto en otras películas. 'Expediente Anwar' se mueve permanentemente en torno al topicazo, sin alcanzarlo casi en ningún momento. La historia peca de una falta de desarrollo enorme, y sólo la primera media hora, en la que se produce el atentado y se detiene al ingeniero, despierta algo de curiosidad. A partir de la segunda mitad de la película, sin embargo, la trama va a la deriva sin la menor intención de contarnos algo de verdadero interés.

'Expediente Anwar' se mueve, por tanto, en un pretendido análisis de la tortura que ya hemos visto en, por ejemplo 'En el nombre del padre', pero sobretodo, la serie de acción '24'. Porque precisamente la película puede verse como un capítulo de '24', mejor dirigido pero mucho peor desarrollado. Cuando parece que la película ya se ha decidido a dejarse llevar hasta el final, SPOILER en el último cuarto de hora nos encontramos con una estructura narrativa tipo in medias res (el final y el principio convergen para unirse en el nudo de la historia). En otras circunstancias, habría funcionado, pero resulta a la sazón un artificioso caprichoso FIN SPOILER.

La película es, en resumidas cuentas, un flojo intento de desarrollar una historia que determina el mundo actual. Un drama político lastrado por su exasperante redundancia, su larga duración, que ni siquiera la fuerte presencia de Jake Gyllenhaal o Peter Sarsgaard consiguen salvar.

Más información en Blogdecine sobre 'Expediente Anwar' y Jake Gyllenhaal.

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