Con motivo de la presentación de la película 'Aritmética emocional' ('Emotional Arithmetic'), de Paolo Barzman, en la que Susan Sarandon comparte cartel con Gabriel Byrne, Christopher Plummer y Max Von Sydow, la actriz visitó nuestro país y concedió una rueda de prensa en la que habló tanto de cine como de política.
Os diré que encontré mucho más interesante la charla con esta enorme actriz, que demostró ser muy inteligente y tener muy claras sus ideas, que el visionado de 'Aritmética emocional' y el mensaje que la película pueda transmitir, pues incluso éste, matizado por Sarandon, cobraba más entidad.
En esta primera entrega, os transmito lo que opinó sobre el cine en general, sobre 'Aritmética emocional' en particular y sobre otras películas de su carrera, como 'En el valle de Elah', 'The Rocky Horror Picture Show', 'Pena de muerte', etc… En esta otra entrada se incluyen sus opiniones sobre la política estadounidense y en concreto sobre Barak Obama y Hillary Clinton. Si encontráis declaraciones en otros medios quizá sean algo diferentes, ya que la traductora que se encargó de trasladar lo que Sarandon decía al español es una mujer muy divertida y con enorme chispa, pero también un poco creativa. Ya que el tema de la película era sobre la decisión de olvidar o el aferrarse a recordar, a Sarandon le preguntaron qué prefería ella. Contestó que quiere recordar y cree que "es importante, siempre que sepas perdonar".
"Cuando se elige el reparto, a veces los productores piensan en lo que "vale" monetariamente un actor [lo que obtendrá en taquilla su presencia en el cartel]. Me parece una mala forma de elegir el reparto. Se dan papeles a gente errónea para el personaje". Por ello, no es la fama de sus compañeros de elenco lo que hace que decida o no aceptar el papel, sino quizá todo lo contrario: "a lo mejor serían más famosos, pero poco adecuados". El ver a quién han elegido le da la idea de lo que quiere el director o la directora hacer con la película.
Sarandon continuó contando el proceso por el que decidió apuntarse a 'Aritmética emocional': "cuando me reuní con el director y vi que estaba tan conectado con el guión, me gustó eso. A veces también está bien cobrar [ríe]. Aunque también trabajo sin cobrar, si me lleva poco tiempo y si el proyecto es interesante. Si fuesen tres meses, no". Nos contó que va a rodar una película con Pierce Brosnan sin cobrar. Por último, lo importante a la hora de elegir hacer o no un papel es el personaje que le toca a ella. "Me tiene que gustar el personaje, incluso si es una persona horrible, lo cual es más divertido".
Otra de las preguntas se refería a su preparación para hacer el papel de una persona que ha estado en un campo de concentración. Sarandon nos contó que "he leído libros sobre el holocausto, como todo el mundo, supongo. Pero para mí la película era sobre cómo la gente lidia con la pérdida y el dolor, no sobre ese hecho en concreto. Cómo te enfrentas a la vida y sigues adelante. Cuando alguien pierde a un hijo, por ejemplo, la madre quizá no quiere avanzar, pero el padre, sí. ¿Cómo mantienes vivo el recuerdo de esa persona y el respeto hacia ella, pero aún así sigues viviendo? Muy a menudo ves la energía que pone la gente para salvar al hijo de otra persona cuando pierde al suyo. Transforma su dolor en otra cosa. Eso es lo que hace mi personaje: quiere asegurarse de que no vuelva a ocurrir el holocausto, aunque sea a costa de su marido y de su hijo".
Y ya dentro del rodaje de 'Aritmética emocional' en concreto, se preguntó si habían improvisado diálogos y también si el director les había dado información extra sobre los personajes para que pudiesen trabajar los papeles. Sarandon contestó que "toda la información sobre los personajes que necesitábamos estaba en el guión. Paolo estaba muy preparado y nos proporcionó un buen ambiente y mucha seguridad. Fue un rodaje corto. El director tenía la suficiente confianza como para cambiar cosas sobre la marcha. Por ejemplo, llovió de verdad durante la secuencia de la cena y las cosas se hicieron de otra manera, pero no se cambiaron los diálogos, sólo la situación. Se rodaron en interiores muchas cosas que se iban a rodar en exteriores. Y Paolo fue muy flexible para estos cambios, otros directores no lo son tanto. Me cayó muy bien y el equipo franco-canadiense fue estupendo y estuvo muy a gusto con él, a pesar de los contratiempos". Como curiosidad nos contó que "Paolo se sienta en un cajón en lugar de en una silla de director y le construimos una caja con un tambor y baquetas y pusimos una foto que firmamos todos".
Había quien no podía comprender al personaje de Sarandon en 'Aritmética emocional', Melanie, ya que vive en una hermosa casa y tiene a tres hombres "maravillosos que la quieren". La actriz respondió: "yo también me deprimo. Es muy difícil vivir con alguien. Yo llevo veinte años con Tim [Robbins] Cuando das a alguien por sentado, tus sentimientos y tu comportamiento cambian. Mis hijos son muy divertidos. Ahora están creciendo y las cosas que hacemos juntos y los problemas que tienen son otros. Mi hija ha terminado la facultad y quiere ser actriz y por fin se ha dado cuenta d que sé algo sobre interpretación. Ahora ves a tus hijos como gente adulta, no como niños. Cuando empezaron a crecer, dejé de llevarlos a manifestaciones. Antes, les explicaba lo que me podría pasar. Por ejemplo, si me iban a detener. Ahora ellos tienen sus propias ideas y son muy pro-Obama".
Sobre la situación actual de Hollywood, Susan Sarandon dijo "yo no estoy en Hollywood, vivo en Nueva York. Pero si todos los que tiene la capacidad de dar luz verde a proyectos eligiesen historias que les interesan en lugar de pensar en el dinero, se haría mejor cine. Hay muchas películas buenas, pero es muy difícil encontrar distribución. Ahora los cines son todos de grandes empresas. Antes sí había salas independientes. Aunque se haga una película barata que vaya a festivales, gane premios y guste, no se distribuye". Esta descripción de la situación del cine independiente norteamericano recuerda mucho a la situación del cine español: el problema está en la falta de promoción y la mala distribución, entre otras cosas.
Se le preguntó si era consciente de la repercusión de 'The Rocky Horror Picture Show', que aún se sigue proyectando y los fans siguen interpretándola. Su respuesta rápida fue una frase del film: "No sueñes con serlo, selo". Intentó reflexionar sobre por qué sería tan importante: "habla a un tipo de público. Pusimos mucha energía en ella y me alegro de haberla hecho. Algo tendrá si lleva tanto tiempo por ahí. Acabará siendo mi legado, ¿no sería extraño?"
Más información en Blogdecine sobre Susan Sarandon y sobre 'Aritmética emocional'.
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