Vaya por delante que no importa lo que diga en esta crítica, o en cualquier otra de un remake en acción real de una película animada: por más matices que le podamos poner, cambios a mejor o a peor, sigue siendo una obra innecesaria (excepto para llenar las arcas del estudio) que demuestra, más que ninguna otra moda en Hollywood, la decadencia absoluta de la confianza que los ejecutivos ponen en el público. En el caso de 'Cómo entrenar a tu dragón', al menos, han tenido la decencia de permitir que fuera el creador original, Dean DeBlois, el que se encargara de pergeñar este absurdo rodaje. ¿Ha salido bien? Sí, estupendamente: es, sin duda, el mejor de entre todo este grupúsculo de dislates audiovisuales. ¿Podríamos haber vivido sin verla? Francamente, por supuesto que sí.
Zaragoza, capital de Adragón
Los remakes de Disney son, desde su concepción, un mero juego de licencias para mantener los nombres vivos, el merchandising fluyendo y los personajes siendo reconocidos en los parques temáticos. Las películas, por más dinero que se hayan gastado en ellas, lucen abrumadoramente artificiales, un desfile de CGI de saldo en el que la única diferencia es el grado de hiperrealismo con el que van a tratar a sus personajes. Por suerte, el resultado aún no es lo mismo en obras tan distintas como 'El rey león', 'Aladdin' o 'Lilo y Stitch'. Sin embargo, ni siquiera los mejores remakes de la casa (con 'El libro de la selva' a la cabeza) logran ser algo más que una excusa poco disimulada para sentar a los niños dos horas en silencio y tener algo que regalarles por Navidad.
De hecho, diría que apenas hay un par de remakes en acción real que aguanten el peso como películas independientes, sin tener ya la fundada base nostálgica de la original, esa que hace que detrás de cada escena mal ejecutada haya una vocecilla en nuestra cabeza obligándonos a perdonar y recordándonos lo mucho que nos gustan sus versiones originales. Estoy bastante seguro de que al público no le gusta los remakes: le gusta la sensación de recordar tiempos mejores. Sin embargo, 'Cómo entrenar a tu dragón' sí es capaz de driblar el complicado camino de la nostalgia creando una película que valga la pena por sí misma, sin necesidad de compararla con la siempre pesada losa del pasado.
Tampoco quiero llamar a engaño, así que voy a aclararlo desde el primer momento: 'Cómo entrenar a tu dragón' es buena, sí, pero también un calco de la original que no intenta crear nuevas tramas ni cuadrar el círculo. La película original funciona a las mil maravillas, así que esta nueva versión se dedica a hacer un ejercicio formal copiándola casi plano a plano 15 años después. Sorprendentemente, la traslación a imagen real no se siente ni forzada ni dirigida por una mesa de accionistas con más conocimiento financiero que artístico: Dean DeBlois sabe perfectamente lo que está haciendo con un compromiso que probablemente no quería hacer en primer lugar, pero con el que ha acertado al planteárselo como una película original que no nace con sentimiento de inferioridad, sino que es capaz de mirar de tú a tú a la original.
¡Paso, que voy ardiendo!
Dean DeBlois despliega en 'Cómo entrenar a tu dragón' una espectacularidad inédita en este tipo de películas, deslumbrando especialmente en las escenas de vuelo, que superan con mucho a las de otras películas más laureadas como 'Avatar'. Es trepidante, impresionante y se siente tangible para el publico, a lo que ayudan los espectaculares exteriores de Irlanda del Norte entre los que Desdentao e Hipo hacen todo tipo de virguerías y acrobacias que no duran ni más ni menos de lo que deberían. Al igual que el resto de la película, el timing está medido al dedillo para un resultado ideal.

Personalmente, creo que esta nueva versión se pasa un poco a la hora de venerar la original, y precisamente al no atreverse a tocarla carece de incentivos para verla si ya has visto aquella (más allá de la mera curiosidad morbosa), pero la mezcla de su guion a prueba de bombas, su impoluta fotografía y su potente dirección hace de este un divertimento veraniego familiar que, por ahora, no tiene rival en la cartelera. Se siente como una película en lugar de un simple sacadinero fácil, y su falta de riesgo se suple perfectamente con su estupendo acabado, que consigue captar la magia de la película original logrando bordear con éxito la convención de cosplay vikingo o el festival de CGI barato que cualquiera podría temer.
Si alguien ve 'Cómo entrenar a tu dragón' sin haber disfrutado de la original, va a gozar tanto o más que el que ya es fan de Desdentao e Hipo, y la clave es el respeto por una obra en la que apenas han retocado un par de tramas y personajes, ahora más delineados y cuya relación fluye mejor. Son pequeños detalles prácticamente anecdóticos pero que terminan de refinar una película formalmente perfecta cuyo único pecado (no es pequeño precisamente) es formar parte de esta ola de sinrazón y readaptaciones innecesarias con las que Hollywood hace caja en una época donde el público general solo parece querer invertir en aquello que ya conoce de antemano.
No creo que haga falta señalar lo obvio. Sí, es el mejor remake de acción real que se ha hecho hasta ahora. Pero no, no es capaz de superar a la obra original, que mostraba mejor la plasticidad y la emocionalidad de los personajes de una manera mucho más única y personal. ¿Preferiría ver este dinero invertido en nuevas películas originales o incluso en una nueva secuela animada más? Por supuesto. Pero los inversores parecen haber marcado el éxito a través del camino de la nostalgia empedernida y la repetición constante, y no va a haber manera de que se bajen de la burra (o del dragón, vaya) porque el público les está dando la razón. Al menos, ya que vamos a ver remakes sin parar, es un gusto encontrarse con alguna joya dentro del subgénero tan gozosa como esta. Habrá que atesorarla, porque son minoría.
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Alejandro González García
La trilogía de Cómo entrenar a tu dragón son mis películas de animación favoritas, y la verdad, es que tenía mucho miedo de lo que pudieran hacer en el live action, aunque sabía que el director es el mismo de las versiones animadas.
¿Era necesario un live action? Cualquiera de nosotros, los espectadores, diría que no, pero tenemos que tener en cuenta que esta es una IP millonaria a la cual Dreamworks tiene que seguir sacándole beneficios, y personalmente, sobre todo después de ver el resultado, prefiero mil veces una adaptación live action a que sigan sacando secuelas que acaben hundiendo la franquicia y cansando al público como hemos visto muchas veces, pienso que la trilogía es perfecta tal y como está y no es necesario continuar la historia, tuvimos un magnífico cierre con el epílogo de la tercera película.
La historia y el esquema son exactamente los mismos, no vayas pensando que vas a ver algo nuevo, pero es que te lo cuentan tan bien que haces que te emociones de la misma manera que lo hizo la cinta original. Grandísimo acierto el que hayan contado para el doblaje en el español de España con todo el elenco de actores de doblaje de las películas originales, eso hace que la experiencia sea aún más inmersiva y disfrutes tanto con como las versiones animadas.
Los actores están cada uno perfecto en su papel, reconoces a cada personaje con su personalidad, ninguno desentona a pesar del cambio físico de algunos personajes. Mucho se criticó la elección de Nico Parker como Astrid, y la verdad, a mí tampoco me gustó la elección pues esperaba que la actriz elegida tuviese las mismas características físicas que su versión animada, pero es que no se le puede poner ningún pero a esta chica, porque Nico Parker es Astrid, su interpretación, sus gestos, todo, te hace olvidar el cambio racial y dejas de ver a la actriz para centrarte en el personaje. Respecto a Mason Thames, es Hipo, nada más que decir. Los demás también son casi perfectamente representados e interpretados, aunque hago mención especial a Nick Frost como Bocón y Gerard Butler como Estoico. También está muy bien solucionado el que hayan actores asiáticos y negros interpretando a varios de los habitantes de Isla Mema, no nos los ponen sin más, se da una explicación bastante buena y lógica del por qué están allí y son parte de la tribu.
El apartado visual es maravilloso, desde el diseño de los dragones, tarea complicada, ya que estos dragones son más caricaturescos que otros, pero han sido muy bien trasladados al live action. El diseño de las casas, los paisajes, los escenarios que tan bien conocemos, están perfectamente representados así como también el diseño de vestuario, nada desentona. La banda sonora es igual de maravillosa y sigue siendo un personaje más.
En definitiva, creo que el live action de Cómo entrenar a tu dragón es el mejor que se ha hecho hasta la fecha, en mi opinión tiene el mismo corazón y la misma alma que la original, que sin cambiar ni inventa nada, que no lo necesita, logra transmitir la misma magia y emocionar del mismo modo que la versión animada a la cual no desmerece en absoluto, simplemente es otra forma de vivir la misma historia sin perder su encanto. Deseando estoy de ver las secuelas.
joseluispuentesucha
innecesaria? no hay ninguna pelicula necesaria...las habra mejores o peores o mas realistas o fantasticas, pero necesarias,no. se podria corregir el titular y hacer una critica consistente...
mefisto1201
Algo curioso y para mi un acierto es que los dragones no los han hecho tan reales pero tampoco tan dibujo animado.Una mezcla deliciosa para contentar a los que amamos el original como a los nuevos espectadores.
Y para terminar,espero que Powell innove algo y no se dedique a copiar la de por si e su mejor trabajo.
astoroth
¿Quién ha redactado ese titular?
wingo22
No entiendo como no os sonrojáis con semejante titular.........en fin.......... yo disfrutaré del Test Drive y de la banda sonora de John Powell en pantalla grande y a todo tren.
lacedemonio
Es completamente innecesaria por ser un calco a la original y solo haciendo 15 años desde su estreno.
KratosGodofWar
Que cansancio con lo de innecesario, le vais a decir al creador lo que es necesario y lo que no... El quería hacer un Live Action de sus películas y las está haciendo, punto, al que no le gusten los Live Action que no los vea.
christopheherve1
Creo sinceramente que estos live action si pueden tener sentido para un tipo específico de público, los que no miran nunca animación y es que tristemente existen personas que no disfrutan de la animación y con ello se pierden grandes películas que gracias a los live action pueden quizás descubrir y apreciar.
Obviamente el verdadero motivo es el dinero, pero no deja de ser una buena oportunidad de llegar a otro tipo de público.
Así que en mi opinión, que sigan con los live action, siempre y cuando se hagan bien, tanto series como peliculas y no sigan el camino de hacerlo solo por el dinero. De nada sirve que hagan mas entregas de una saga ya terminada para empeorarla al final o no llegar al nivel de las anteriores y estropear un buen final, como Toy story por ejemplo.
darklink
Entonces se puede decir que lo que se quiere con un live action es la misma peli pero con actores reales?
Quien lo iba a imaginar, yo pensaba que los live action era meterle toneladas de políticas dei y cosas woke, cambiando los personajes y dando la chapa con el feminismo e inclusión en vez de seguir la original de animación.
Con tantos años de Disney haciendo lo que mejor sabe hacer, hacer cosas woke, pues esto sorprende si.
Lynx939
Algo woke aunque con un material original tan excelente lo tenían difícil para no cagarla, será una exitazo.