'El secreto de una obsesión', se la podían haber ahorrado

'El secreto de una obsesión', se la podían haber ahorrado

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'El secreto de una obsesión', se la podían haber ahorrado

Los remakes se han convertido en una fórmula muy habitual en el mundo del cine, pero las productoras optan por enfoques muy diferentes a la hora de venderlos. En algunos casos explotan con orgullo esa faceta con la esperanza de que eso eleve sus posibilidades comerciales y luego hay multitud de posiciones intermedias hasta llegar a aquellos que casi parece que se avergüenzan de serlo y hacen lo posible por disimularlo.

Me da la sensación de que esto último es lo que está pasando con ‘El secreto de una obsesión’ (‘Secret in Their Eyes’) en España, tanto por el título elegido como por el hecho de que en su cartel sólo se mencione a la estupenda ‘El secreto de sus ojos’ en la letra pequeña donde tiene que ir por obligación. No me extraña a tenor del resultado final, ya que estamos ante una adaptación mediocre y sin sangre que deja claro que lo realmente importante es cómo se cuentan las historias.

¿Para qué hacer esto?

Julia Roberts Nicole Kidman Chiwetel Ejiofor El Secreto De Una Obsesion

Como era de esperar, esta nueva versión de Billy Ray introduce ciertos cambios respecto a la cinta original de Juan José Campanella, siendo uno de los más destacables que el personaje interpretado por Pablo Rago tenga aquí el rostro de Julia Roberts. También se potencia su presencia en el relato, sin duda para aprovechar el tirón que aún pueda tener la actriz, pero por ahí no tengo grandes pegas, ya que lo que tampoco quería era otro innecesario clon sin personalidad.

Lo que ya no me gusta demasiado es que se simplifique en exceso la personalidad de su protagonista, ya que eso hasta cierto punto justifica lo de obsesión en el título para España, pero a cambio reduce de forma drástica el interés de la historia que se nos cuenta al herir de gravedad otros puntos como su relación con Claire. Eso condena a caer en la intrasendencia a Chiwetel Ejiofor y Nicole Kidman, quienes no lo hacen mal por sí mismos, pero carecen de química entre ellos.

Por lo tanto, la investigación pasa a ser el verdadero foco de ‘El secreto de una obsesión’ y ahí sí es cierto que se sigue una línea bastante similar a la de ‘El secreto de sus ojos’, pero al libreto de Ray le falta chispa y pronto acaba transmitiendo una molesta sensación de rutina en la que hasta las argucias del asesino saben más a una forma de alagar la historia que a un recurso para conseguir mantener interesado y en tensión al espectador.

’El secreto de una obsesión’, así, no

Nicole Kidman Chiwetel Ejiofor El Secreto De Una Obsesion

Tampoco ayuda demasiado que la propia puesta de Ray opte por soluciones más convencionales, algo que note con especial intensidad en la escena del estadio -uno de los detalles concretos en los que ‘El secreto de una obsesión’ más sufre en la comparación-, pero que en líneas generales ayuda mucho a convertir a la película en una mediocridad, un thriller más con poco que aportar, pues la historia ya nos la sabíamos y había que ir al cómo contarla para elevarla.

Ahí es donde quizá la elección de Ray sea un error, ya que sus anteriores largometrajes destacaban por contar con un buen dúo protagonista que exploraban a fondo una relación desigual entre ellos -la mentira y la traición eran sus dos grandes temas-, pero aquí está esclavizado tanto ante el original -lo cual ya os adelanto que no es problema para el otro remake que se estrena este viernes- como a la aparente necesidad de Hollywood de ofrecer una visión más reduccionista de la historia.

Julia Roberts El Secreto De Una Obsesion

Poco margen le quedaba y simplemente no ha sabido enderezar la situación, ya que ni siquiera sabe explorar las posibilidades del cambio de escenario. Sucede en Estados Unidos como podría hacerlo en cualquier otra parte -eso no pasaba en el original argentino-, lo cual ayuda a resaltar aún más su condición anodina que tanto mal hace restando intensidad a una historia que daba muchísimo más de sí.

A decir verdad, lo único que se eleva un poco dentro del mar de mediocridad que es ‘El secreto de una obsesión’ es la actuación de Julia Roberts, ya que se aleja tanto de los tics propios de la estrella como de los recursos de manual propios de este tipo de historias -Ejiofor y Kidman sí que caen en esto último- y ofrece un trabajo más limpio y emocional. Lástima que la película no sepa aprovecharlo demasiado bien y reduzca su atractivo a escenas puntuales.

En definitiva, ‘El secreto de una obsesión’ es una nueva versión de ‘El secreto de sus ojos’ con muy poco interés y que para nada justifica su existencia más allá de para dar a conocer la historia -aunque con un enfoque bastante fallido- a aquellos espectadores de habla inglesa que no quieran ver cine en versión original subtitulada. El resto ni esa excusa tienen para ver esta anodina y mediocre actualización, así que mejor dadle una oportunidad a 'Cantinflas'.

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