'En tercera persona', el desastroso puzzle de Paul Haggis

'En tercera persona', el desastroso puzzle de Paul Haggis
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Tener un reparto lleno de nombres de primera línea no va hacer que tu película sea mejor si el guión no se sostiene por sí solo. Eso es lo que le pasa a 'En tercera persona' ('The Third Person', 2013), la tercera película como director de Paul Haggis, que se estrena este viernes. Quizá la presión de ganar el Oscar a la Mejor Película y al Mejor Guión por su debut como director es demasiada presión –los ganó por 'Crash' en 2004– y se note demasiado el esfuerzo por repetir el que fue su mayor éxito.

Por eso, en 'En tercera persona' nos chirrian un poco las historias cruzadas, en las que siempre hay unas más interesantes que otras o tienen más sentido que otras dentro de la trama general. Aún así, el esfuerzo de construir un puzzle legible e interesante es encomiable, aunque no termine de salirle bien.

El desastroso puzzle

En tercera persona

En 'En tercera persona' conocemos la historia de tres parejas diferentes que se desarrollan en diferentes capitales del mundo. En Nueva York tenemos a Rick (James Franco), un pintor de éxito que hace todo lo posible para que su problemática ex-mujer (Mila Kunis) no se acerque a su hijo; en roma está Sean (Adrien Brody), que trata de ayudar a Monika, una gitana que quiere rescatar a su hija de unos traficantes de personas; y en París está Michael (Liam Neeson), un escritor de éxito que tiene como amante a una joven y aspirante a escritora (Olivia Wilde).

Tres historias paralelas que, aparentemente, no tienen nada que ver y que Paul Haggis esconde su nexo de unión hasta el final de la trama con tan mala suerte que es fácil descifrarlo casi antes de la mitad de la cinta. Y es que Haggis nos dosifica la información de tal forma que, además de que el espectador saque conclusiones demasiado pronto, termina construyendo un puzzle desastroso y sin sentido, y en el que quedan varias piezas sin encajar debido a varios fallos en el guión.

Estas tres historias que nos propone Haggis nos hablan de la infidelidad, del amor, de las diferencias sociales y hasta de las mafias que trafican con seres humanos. Un amalgama demasiado variado que da la impresión al espectador de estar viendo tres películas diferentes, a pesar de sus grandes intentos de cohesionarlas. Aunque reconocemos su gran labor a la hora de dosificar la información que irá desvelando los entresijos de las tres historias gracias a la utilización de un excelente montaje.

El reparto estrella sin ganas

En tercera persona

Los personajes de estas tres historias enredosas y tramposas están interpretados por un grupo de actores de primera línea con mejores o peores resultados, aunque todos se pasean por ellas como desganados o sin motivaciones. Una pena desperdiciar el talento de nombres como Liam Neeson, Olivia Wilde, Mila Kunis, Adrien Brody, James Franco o Kim Basinger, que no parecen nada cómodos en la piel de sus personajes.

Con 'En tercera persona', Paul Haggis se esfuerza demasiado en querer recuperar la fórmula de historias cruzadas, ritmo trepidante y finales catárticos y sorprendentes que le valió más de un Oscar hace ya algunos años. Pero no tiene éxito. A su tercer largometraje le falta astucia, un planteamiento más claro y menos previsible y sobre todo, le falta emoción.

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