Lejos de Iñárritu

Lejos de Iñárritu
Facebook Twitter Flipboard E-mail

‘Lejos de la tierra quemada’, título con el que se ha estrenado aquí ‘The Burning Plain’, supone la ópera prima de Guillermo Arriaga, hasta ahora conocido por haber sido el guionista de tres exitosas y aclamadas películas, entre otras, dirigidas por Alejandro González Iñárritu: la magistral ‘Amores perros’, la maja ’21 gramos’ y la estupenda ‘Babel’. En dichos títulos, la estructura de los guiones era prácticamente la misma: varias historias personales, influenciadas directa o indirectamente por un accidente. En cada nueva película Arriaga iba separando físicamente cada vez más a sus personajes, y tal vez la fórmula se tornaba algo repetitiva.

No leer si no se ha visto la película.

Iñárrigu y Arriaga tenían una estrecha colaboración y amistad, que poco a poco fue minándose por culpa de la autoría de las películas mencionadas. Quien se llevaba todos los aplausos y el reconocimiento era el director, mientras que Arriaga permanecía para muchos en el anonimato, y cuando éste empezó a reclamar la autoría de las tres películas, la bronca fue monumental, la amistad desapareció, y el espectador se quedó sin un binomio que funcionaba de maravilla. Y ahora que Iñárritu dirige un guión propio, Arriaga se ha atrevido a dirigir una de sus historias, y el resultado me ha hecho acordarme del refrán “zapatero a tus zapatos”.

‘Lejos de la tierra quemada’ narra tres historias distintas separadas por el tiempo. por un lado tenemos a Sylvia, encargada de un restaurante de cierto prestigio, cuya vida personal es un completo desastre, por no poder superar traumas de la adolescencia. Por otro lado tenemos a dos jóvenes, Mariana y Santiago, que empezarán una relación amorosa tras las muertes del padre del muchacho y la madre de ella. Y por otro, tenemos la apasionada historia de amor que se materializa en una caravana en la que ocurrirá algo que sirve de nexo de unión entre todas las historias. O sea, nada nuevo bajo el sol. Desconozco qué nos ofrecerá Iñárritu en su nueva película, en la que por cierto interviene nuestro Javier Bardem, pero Arriaga nos da lo mismo de siempre, con la única variación de separar las historias en el tiempo, algo con la que ya se jugueteaba en ’21 gramos’. Esa novedad no aporta nada, y Arriaga empieza a dar muestra de evidente cansancio; además de no tener como director el pulso narrativo que tiene su ex-amigo.

En ‘Lejos de la tierra quemada’ todo me suena a ya visto, masticado y tragado. Los personajes me resultan predecibles, y en muchos de los casos, rozando la idiotez. Arriaga quiere de nuevo narrar las historias humanas más dolorosas de todos los tiempos, llenas de personajes con más tristeza en sus almas que la vida misma en sus peores tramos. Su firma queda bien patente en la historia; y aunque existen otros autores que a lo largo de su carrera han navegado alrededor de los mismos temas (por ejemplo, Woody Allen), el problema en el caso de Arriaga es la estructura de siempre, con hilos conductores similares, puntos de inflexión idénticos y situaciones muy parecidas. Algo que nada tiene que ver con el estilo, sino más bien con repetirse hasta la saciedad, de manera que el espectador ya experimentado va por delante de la propuesta en todo momento.

lejos-de-2.jpg

Cuando al poco de empezar la película, todas las sub-tramas son expuestas, se adivina prácticamente todo, y Arriaga, por muy buen escritor que sea, se ve incapacitado de poner en imágenes una historia que, en manos de otro director más pasional y con más garra, hubiera tenido bastante más interés. Arriaga carece de pulso, por mucho que parezca tender hacia una narrativa clásica, directa y sin artificios. La fotografía, obra de Robert Elswit (ganador del Oscar por ‘There Will Be Blood’) y John Toll (ganador del Oscar por ‘Leyendas de pasión’ y ‘Braveheart’), de lo mejor del film, es tan apagada como las vidas de unos personajes inciertos y oscuros, que terminan por importarme más bien poco, pues no los veo como personajes con vida propia, sino como esquemas. Al final, la ya sabida cohesión narrativa de las distintas tramas queda diluida y dañada, además de poseer cierta complacencia.

Sólo el trabajo actoral parece brillar a una intensidad de la que el resto del film carece. Charlize Theron vuelve a demostrar dos cosas: una, es una de las mujeres más bellas sobre la faz de la Tierra; y dos, también es una de las mejores actrices de su generación, algo sobre lo que lo primero parece influir negativamente (¿Por qué esta excelente actriz ganó un Oscar cuando hizo de fea?) Sea como fuere, Theron tiene una deliciosa facilidad para meterse en todos tipo de personajes, y cuanto mayor sea su profundidad dramática, mejor. La actriz es el rostro perfecto para una mujer deseable como pocas, de tormentosa personalidad, cuya mirada, mientras se acuesta con diversos hombres, está perdida en algún lugar de su misterioso pasado, como fruto de que nada le llena.

A su lado, el resto del reparto lucha y se esfuerza por hacer parecer como verdaderos a tópicos del manual personal de Guillermo Arriaga. Joaquim de Almeida tiene entre sus manos un personaje casi inexistente sobre el que nunca llegamos a saber casi nada; salvo su infidelidad con la mujer a la que da vida Kim Basinger, sobre la que conocemos más cosas, las típicas cosas en el retrato de un matrimonio rutinario, en el que la hija mayor del mismo, toma una relevancia considerable en el devenir de los hechos, y una Jennifer Lawrence (“enfrentada” a un inspirado J.D.Pardo) le da vida con una pasión que choca con lo mal retratado que está, llegando a bordear el ridículo. Brett Cullen y Robin Tunney suman sus rostros sin demasiada relevancia.

‘Lejos de la tierra quemada’ es la demostración palpable de que un buen guionista no tiene por qué ser un buen director, y a veces la persona menos indicada para llevar al cine lo que escribe. En este caso, además termina por hartar al espectador, sumiéndole en un profundo aburrimiento a través de unas historias que ya nos sabemos de memoria. O para de repetirse, o que deje sus guiones en manos de directores como Iñárritu, o Tommy Lee Jones, que en su ópera prima supo ver el potencial de lo escrito por Arriaga.

En Blogdecine:

Comentarios cerrados
Inicio